Los dos últimos exclusivos de Microsoft para sus consolas Xbox no han llegado como deberían, y eso que ya nos pidieron perdón por retrasarse de sus fechas de lanzamiento originales, pero ni aun así lograron tanto Arkane como Bethesda alcanzar esos niveles mínimos que se les debe exigir a proyectos de esta magnitud. Así que había cierto cachondeo por saber a cuál de los dos llegarían antes esos ansiados 60 fotogramas por segundo.
Y podemos decir que ya tenemos un ganador, y muy claro además, que es RedFall, el título de Arkane Austin que muchos daban –incluso nosotros mismos en un artículo del pasado viernes– ya por perdido y al que parecía que no iban a ofrecer más soporte, visto el enorme fail en el que se ha convertido, no solo de primeras tras su lanzamiento el pasado 2 de mayo, sino después. cuando la cantidad de jugadores ha ido cayendo poco a poco hasta llevarlo a la irrelevancia.
RedFall se revoluciona
El caso es que Arkane, como os hemos contado, ha estado invirtiendo hasta el último segundo de los últimos cinco meses para conformar un megaparche que ya está disponible para todos los usuarios del juego y que viene, no solo a corregir bugs y añadir en Xbox los ansiados 60 fotogramas por segundo, sino que le da la vuelta como un calcetín al META de RedFall y, también, a muchos de los personajes, que han sufrido una reinterpretación integral.
Es decir, no solo se han tocado los stats sino que prácticamente todos los rincones del juego han sido terminados como, seguramente, hubieran querido los desarrolladores de no imponerse las prisas por llegar cuanto antes al mercado. Así que sí, tal y como estáis pensando, ahora es el momento de entrar a probar todo lo que RedFall quiso ser y no le dejaron.
Mucho más que fotogramas
El update 2 ya está aquí y la lista de novedades, como os decimos, es interminable –tenéis un enlace al final del todo para verlo mejor– aunque ya os podemos decir que seguramente lo de los 60 fotogramas por segundo sea lo de menos –en PC, recordad, ya se podían obtener. Hay mejoras tan celebradas como el comportamiento de los enemigos ante nuestras acciones, que no serán tan aleatorias y desesperantes como antes, ya que se moverán con mayor lógica cuando nos oigan y nos vean.
Es más, en esos casos, no tendremos ya la sensación de que pueden vernos a través de las paredes o aunque no movamos un dedo, sino que el sigilo ya se percibe como consistente. También el equilibrio de dificultad se ha ajustado, para no encontrarnos con fases absurdamente complicadas en momentos de la historia donde la dificultad no puede ser tan alta. O ciertos enemigos, que han sido ajustado de forma más real dentro de la propia progresión de la campaña de RedFall.
Al mismo tiempo se han tocado elementos del escenario, cambiado entornos y nerfeado ciertos bosses, para ajustar esa curva de dificultad que nos hace seguir jugando a pesar de los obstáculos. Así que sí, RedFall ahora sí que merece la pena jugarse porque tiene toda la pinta de que es un juego más cercano a lo que quisieron sus desarrolladores desde el principio. Un poquito al menos.