Os lo contábamos la semana pasada: hay un juego que ha conseguido superar a El Señor de los Anillos Gollum este año 2023 y es todavía más malo. Su nombre es Skull Island Rise of Kong y lo tenéis a la venta desde hace apenas unas jornadas, cuando mostró al mundo que ni regalando semejante anomalía jugable un usuario medio accedería a probarlo. Salvo que quiera sufrir pensando que no debería haberlo comprado.
El juego ha sido un desastre desde que se puso a la venta el pasado 17 de octubre y mostró al mundo todo lo que traía, que no era otra cosa que un desarrollo con muchos fallos pero, sobre todo, incomprensible, aburrido, vacío y falto de cualquier interés. Así que, como os podéis imaginar, muchos comenzamos a imaginar qué es lo que podría haber ocurrido y ha sido prácticamente una semana después, cuando ya tenemos una primera versión de los hechos.
¿Por qué Skull Island Rise of Kong es tan malo?
Cuando un juego sale así de mal los problemas no se deben a una sola causa. Si falta dinero o presupuesto hay mil ideas alternativas que poner en marcha, pero cuando hay desorganización y caos, es de verdad el momento en que todo se tuerce. Y era obvio que eso es a lo que olía el fail de este Skull Island Rise of Kong, a que el estudio no tenía demasiado claro el camino del proyecto.
Para empezar, todo el proyecto fue un encargo de GameMill Entertainment a IguanaBee por el que, digamos, le imponía una condición: tenían un año para hacerlo y, encima, todo el trabajo tenía que empezar de cero. No había nada previsto, diseñado o pensado. Todo tenía que hacerse dentro de ese plazo de 365 días y, por lo que parece, tampoco hubo demasiada libertad para dejar a los desarrolladores plasmar su visión en el juego final.
Y ojo, porque según declaran desde el propio estudio, para el tiempo que tuvieron y la forma en la que trabajaron, algunos miembros de IguanaBee están orgullosos de lo que han conseguido. Así que…
¿Qué ocurrió realmente?
Según los miembros de IguanaBee, «el proceso de desarrollo del juego comenzó en junio del año pasado y se planeó que terminara el 2 de junio de 2023. Así que todo ha durado apenas un año». Sobre su trabajo con GameMill, afirman que «fue muy común que no nos dieran demasiada información sobre el proyecto, así que el trabajo fue muy frustrante porque teníamos que improvisar […] Fue una situación insostenible que nos obligó a hacer lo que pudimos con Skull Island Rise of Kong«.
De todas formas, con un juego desarrollándose de esta manera, ¿cómo es posible que GameMill se plantee después venderlo a un precio como el que tiene de 50 euros en consolas? ¿No son conscientes del daño que provocan, no ya a los jugadores a los que engañan, sino sobre todo a la confianza que tenemos en la industria? Desde luego, no sé vosotros, pero en nuestro caso ya tenemos apuntados un par de nombres de los que no nos fiaremos en los próximos tiempos. Por si acaso.