Hay títulos que se adelantan a su tiempo y que fracasan mostrando las mismas ideas de otros desarrollos que más tarde trascienden dentro de la historia de los videojuegos. Es el caso de Demigod, un título programado por un estudio ilustre de los primeros años de siglo pero que quedó relegado muy pronto. Si quieres redescubrirlo ahora tienes una oportunidad perfecta para rendirle un merecido homenaje en tu PC.
Un MOBA en mayúsculas
Ahora todo el mundo comprende lo que es un el concepto DOTA. Ya sabéis, esa mezcla de estrategia y combates que se inventaron los genios que, a partir de un mapa del mítico Warcraft III de Blizzard, concibieron prácticamente un nuevo género que se ha mantenido presente hasta nuestros días en franquicias como League of Legends o el propio DOTA 2, que en este 2023 cumplirá una década de éxito ininterrumpida.
Pero a finales de la primera década de los 2000, un estudio con muchísima solera, Gas Powered Games, autores de clasicazos como los Dungeon Siege, Supreme Commander o Space Siege, se animaron a mejorar lo que existía dentro de ese género conocido como MOBA: un mapa de dimensiones limitadas con caminos (carriles) que nos obligan a luchar cara a cara contra el enemigo, un bando que manejamos comandado por un semidios y una serie de puntos clave que hay que ir conquistando a base de perder unidades una y otra vez para ir ganando influencia dentro del tablero de juego.
La idea era revolucionaria en aquel momento porque era evidente que era perfecta para utilizarse en un entorno online, multijugador, PvP que, desgraciadamente, en aquellos tiempos todavía no eran la norma habitual. Y lo cierto es que jugar contra la máquina no era lo mismo.
Los semidioses entran en escena
Una de las características de este Demigod es que nuestro bando, en un momento concreto y tras cumplir varios requisitos, podía invocar a unas criaturas celestiales que eran capaces de desequilibrar la batalla limpiando un carril y abriéndonos paso hasta la base enemiga que era, al fin y al cabo, el objetivo último de todos los combates. Un planteamiento idéntico al de un League of Legends que también llegaba al mercado en ese mismo año 2009.
Es curioso recordar ahora lo parecidos que eran ambos planteamientos y cómo rápidamente quedó claro que el título de Riot prevalecería, a pesar de las muchas carencias que mostró en sus primeras versiones. League of Legends en aquellos tiempos no era el juego que tenemos ahora, pero aun así, le bastó para dejar a aspirantes tan serios como Demigod en la cuneta.
Si sois peceros y queréis experimentar con un MOBA muy bueno y muy bien realizado, limitado y ya sin online prácticamente, tenéis todavía la posibilidad de hacerlo gracias a Steam, que lo mantiene activo en su tienda a un precio de 11,99 euros, por lo que así podréis comparar lo que es actualmente League of Legends y lo que este Demigod podría haber sido de haber tenido la suerte del título de Riot.
Y es que ejemplos como los de este Demigod confirman que las ideas, muchas veces, no garantizan el éxito. La suerte y estar en el momento justo dentro del mercado lo son todo. ¿No os parece?