Hemos probado de primera mano Crimson Desert y estás son nuestras impresiones

Actualmente está teniendo lugar la Gamescom, el mayor evento de videojuegos que podemos encontrar a nivel mundial, y desde HardZone os queremos contar de primera mano muchas de las novedades que veremos durante este evento. Esta vez hemos tenido la oportunidad de probar Crimson Desert durante una hora en el propio stand de Pearl Abyss, así que os vamos a comentar todo lo que sabemos del juego hasta el momento.

El punto fuerte de Crimson Desert reside en su jugabilidad

Cuando hablamos del gameplay de un juego, muchas veces podemos llegar a pensar que está todo inventado, y es que cada vez es más común ver títulos que reciclan mecánicas para intentar ofrecer una experiencia a la que realmente estamos acostumbrados. Esto no pasa en el nuevo juego de Pearl Abyss, y es que cambia por completo la forma en la que podemos estar acostumbrados a jugar a un título de este estilo, que cuenta con un mundo abierto y un combate en tercera persona.

En un principio vemos cómo las mecánicas pueden parecer simples, ya que se basa en lo que hemos visto en todos los juegos del género, bloqueo, esquive, sistema de contraataque, golpe fuerte y golpe ligero. Pero el título lleva esta combinación a un lugar completamente distinto, ya que integra un sistema similar al que podemos encontrar en Black Desert Online a la hora de lanzar habilidades, las conocidas como «super armor» e «iframe».

En el primer caso nos encontramos con una habilidad protegida, que permitirá a los enemigos hacernos daño pero que no cortará la animación de nuestro personaje, permitiéndonos lanzar un ataque devastador para acabar con ellos. Por otra parte tenemos el sistema de iframe, que básicamente ofrece al jugador la capacidad de volverse inmune mientras lanza una habilidad larga que no se puede cancelar, como los agarres y lanzamientos de personajes.

Cómo funciona el combate en detalle

Tal y como hemos explicado, la idea fundamental del combate reside en ofrecer al jugador la capacidad de atacar, defender y esquivar, pero al incluir habilidades que tienen los dos aspectos que hemos mencionado antes el juego se vuelve mucho más versátil. En primer lugar tenemos los golpes simples, que son los míticos de R1 y R2, ligero y contundente, mientras que también podemos esquivar, correr, saltar e incluso lanzar una patada a nuestro enemigo para cortar su animación y desestabilizarle.

Como muchos otros juegos, Crimson Desert cuenta con un sistema de bloqueo perfecto, así como una serie de habilidades que no podremos llegar a bloquear por completo ya que drenarán por completo nuestra barra de resistencia y nos dejarán completamente expuestos al tener una animación en la que veremos al personaje exhausto.

Pero es aquí donde entran lo que hemos denominado anteriormente como «super armor», y es que estos combos nos permitirán recibir un daño reducido por parte de los enemigos pero pudiendo atacarles instantáneamente tras terminar la habilidad.

A todo esto hay que sumarle el sistema de agarre, que nos permitirá coger a un enemigo de tamaño mediano (incluidos jefes humanoides de la estatura de nuestro personaje) y lanzarlo contra el suelo con un ataque que le dejará inmóvil durante un rato, tiempo suficiente para asestar un golpe que acabará prácticamente con él.

Esencialmente, Pearl Abyss ha logrado combinar de una forma que consideramos bastante acertada el sistema de combate «habitual» de los soulslike (ataque fuerte, ataque débil, bloqueo, esquiva e incluso parry) pero añadiendo mecánicas que van un poco más allá, y que realmente llevan años utilizando en su título estrella, Black Desert Online.

Así es la experiencia de los jefes en el nuevo juego de Pearl Abyss

En prácticamente todos los juegos que presentan un sistema de combate de acción de este tipo podemos encontrar una mecánica muy importante, el sistema de jefes que se interpondrán entre nuestro camino para seguir la historia. Hemos podido ver cuatro de los que serán los enemigos más fuertes del juego, un espadachín que resulta extremadamente rápido (Demonio del junco), una especie de vikingo que es increíblemente fuerte (Rey Ciervo), un monstruo similar a un Yeti que tiene ataques devastadores (Cuernoalbo) y un cangrejo ermitaño de piedra gigante (Reina Rocangrejo).

El primer jefe mencionado presentaba unas mecánicas en las que era necesario tratar de buscar el momento perfecto para impactar o agarrarle, ya que tras darle un golpe el enemigo desaparecía en una nube de humo. El segundo jefe resulta un poco más sencillo para quienes están acostumbrados a juegos como Dark Souls, ya que se basa en esquivar y realizar ataques cuando no tiene el escudo levantado, ya que esto hará que nos contraataque.

Por otra parte, el tercer jefe puede resultar un poco complicado si no utilizamos el sistema de «super armor» ya que con un solo golpe nos mandará volando por los aires y nos quitará bastante vida (las animaciones de Ragdoll del personaje son bastante graciosas). Y por último tenemos el cangrejo ermitaño, un jefe en el que es necesario buscar ciertas vulnerabilidades para poder eliminar su coraza y lograr acabar con el.

Qué convierte a Crimson Desert en un juego único

Son muchos los títulos que tratan de lograr tener un combate original con una jugabilidad extremadamente fluida, pero no hay demasiados que consiguen que el hecho de que resulte un poco más difícil de lo normal sea divertido. Crimson Desert es un juego que logra mezclar todos estos elementos y ofrecer al jugador una experiencia realmente nueva, nosotros hemos podido probar la versión de PS5, y aunque todavía le faltan pulir algunos aspectos, tras una hora de prueba podemos decir que ha parecido que tan solo habían pasado diez minutos.

El juego resulta entretenido y estamos expectantes de ver cómo se presentará su mundo abierto, ya que de momento tan solo hemos podido probar algunos jefes sin poder explorar el mapa.