Llega el momento de la batalla. De adentrarse en el implacable mundo de Crimson Desert, la nueva obra de Pearl Abyss, el estudio coreano responsable del aclamado MMORPG Black Desert y que tuvimos la oportunidad de probar una versión preliminar del juego que llegará el año que viene en una sesión exclusiva junto a los desarrolladores. Y os podemos avanzar que las sensaciones fueron bastante buenas, aunque casi mejor os invitamos a entrar en el artículo para conocer todo lo que vivimos.
Es cierto que Black Desert es un juego muy concreto. Fruto de una compañía coreana, que son especialmente aficionados a los MMO gratis, cuando escuchamos hablar de Crimson Desert pensamos que se trataría de alguna continuación, contenido extra e incluso una secuela. Pero nada de eso se cumple esta vez, a pesar de llevar lo de Desert en el nombre. Estamos, por resumir mucho, ante un AAA de mundo abierto que no tiene nada que envidiarle a un Assassin’s Creed o a cualquier otra epopeya fantástica parecida.
Supervivencia, aventura y combates: eso es Crimson Desert
Crimson Desert nos lleva hasta un mundo abierto de fantasía, podríamos decir que medieval, donde la supervivencia es la única ley. A lo largo de nuestro viaje encarnaremos a Kliff, un mercenario que lucha por recuperar su hogar y proteger a su familia de los ataques de tribus y clanes bárbaros que no tendrán el más mínimo reparo en recurrir a la violencia para exterminar a sus enemigos. Y por desgracia, nosotros somos uno de ellos.
Aunque todo eso del mundo abierto lo conocemos por información que se ha ido filtrando en los últimos tiempos, con vídeos y otros contenidos exclusivos, en realidad la prueba a la que hemos tenido acceso se centró, sobre todo, en la parte de los combates, en las habilidades de nuestro protagonista. Eso sí, antes de meternos de lleno en esos duelos, pudimos disfrutar de una introducción de 15 minutos, con algo de historia, que nos situó en el contexto del juego. Descubrimos los orígenes de Kliff, su pasado como líder de un grupo de mercenarios y la amenaza que se cierne sobre su tierra natal.
Pero sin duda, el plato fuerte de Crimson Desert es su sistema de combate. Pearl Abyss ha puesto especial interés en que el jugador tenga completa libertad para encontrar la forma de enfrentarse a cualquier enemigo, refinando cada golpe, cada movimiento e imprimiendo a esos duelos una fluidez y una brutalidad que son marca de la casa. No exageramos ni un ápice si decimos que cada golpe se siente fuerte y profundo, letal, gracias a una gran variedad de combos y habilidades que tendremos que aprender a dominar. Durante nuestra sesión, tuvimos la oportunidad de enfrentarnos a cuatro jefes finales, cada uno con sus propios patrones de ataque y estrategias. Y la experiencia solo podemos describirla como desafiante y emocionante a partes iguales.
Del mundo abierto no pudimos probar nada
Todo lo que nos gustaron los combates, que luego nos explayaremos un poco más, no tuvo equivalente con el mundo abierto de Crimson Desert, del que no pudimos ver nada por lo que esperamos que los desarrolladores vuelvan a España para catarlo con más detenimiento. Por eso no pudimos comprobar qué se siente al explorar libremente una pequeña porción del vasto mundo de Pywel. O encontrarnos frente a esos paisajes impresionantes que se veían a lo lejos en la prueba, desde densos bosques hasta áridas llanuras, con un nivel de detalle que de verdad era realmente atractivo.
Tampoco nos cruzamos con ningún NPC, ni pudimos escalar montañas, ni comprobar todas esas tareas secundarias que tendrá con forma de actividades cotidianas como son la caza, la recolección de recursos, la artesanía e incluso la gestión de nuestro propio campamento de mercenarios. A todo lo anterior se suma un sistema de recursos que nos permite recoger materiales para crear pociones, mejorar nuestro equipo y construir estructuras en ese enclave donde acamparemos con nuestros colegas. La combinación de todas estas mecánicas creará un sistema de juego rico y dinámico, que promete horas de diversión y exploración.
Es más, según han declarado los propios desarrolladores en el pasado, la historia principal de Crimson Desert podría alcanzar una duración aproximada de 30 horas, pero con todo el contenido secundario sumado, amén de las actividades adicionales, la cosa podría extenderse hasta las 100. Además, Crimson Desert contará con un modo multijugador que nos permitirá disfrutar en compañía de otros jugadores dentro de misiones y eventos especiales.
60 minutos de prueba de Crimson Desert
Como os decimos, la prueba se circunscribió a una intro jugable de unos 10 ó 15 minutos, con algo de argumento, y el resto fueron cuatro final bosses que nos mostraban distintos tipos de enfrentamiento. Y hay que decir que uno de los aspectos que más nos fascinó fue la profundidad del sistema de combate. Kliff puede equiparse con una gran variedad de armas, desde espadas y hachas hasta mazas y escudos, o también arcos y flechas, cada arma con sus propias características y movimientos especiales que luego se pueden combinar armoniosamente.
Además, nuestro protagonista cuenta con poderes especiales que añaden una capa extra de estrategia a los combates, porque se pueden ir mezclando para obtener mayores rangos de daño en los enemigos. De esta forma, con cada enfrentamiento pudimos ver lo mucho o lo poco que sirven ciertos movimientos defensivos, o las estrategias que debemos aprender para esquivar, golpear y recuperarnos sin caer bajo los golpes del adversario, especialmente poderosos como son al tratarse de jefes finales que estarán en la versión definitiva de Crimson Desert.
Hay que decir que solo nos permitieron 60 minutos de prueba, pero nos quedó la sensación de querer seguir combatiendo. Probando combos, movimientos y armas, pero sobre todo ver si todas esas gratas expectativas se podrían mantener dentro del mundo abierto, con cada misión y escenario que visitar donde, suponemos, que nos esperarán cientos de enemigos. Desgraciadamente, Pearl Abyss no tiene fecha definitiva de lanzamiento, solo un vago «2025», que nos permitirá afrontar la espera con cierta tranquilidad.
Sin duda, tras lo visto y probado, es de los juegos que nos apuntamos para tener desde el día uno en PC. Un juegazo que nos atrapará por sus preciosos gráficos (pudimos jugarlo en 4K a tope de calidad ultra y 60 fotogramas por segundo, así que vete preparando gráfica) y nos mantendrá gracias a unos combates extraordinarios y, esperemos, que un mundo abierto bello y profundo. Un must have para 2025.