Windows, al contrario de Linux, no tiene distribuciones, ya que esto es producto de la licencia GPL y el sistema operativo de Microsoft no es libre, sino totalmente privativo y propietario. Sin embargo, no os vamos a hablar esta vez de las bondades del software libre, sino más bien de una versión no oficial de Windows pensada para juegos llamada AtlasOS. ¿Qué características trae? ¿Merece la pena su instalación o, en cambio, es una bomba de relojería con patas? ¿Hay otras alternativas al mismo?
Uno de los conceptos más típicos de internet y del mundo de la piratería son los Repacks, la idea no es otra que la de lanzar de forma ilegal programas a la red, pero usando un instalador distinto con tal de saltarse la protección contra las copias no autorizadas. Sin embargo, dentro de este mundo hay gente que decide hacer cambios sobre la carpeta final. Algunas personas instalando software malicioso para minar o espiar, otros, en cambio, añadiendo mejoras de terceros o hechas por ellos mismos.
Pero, ¿qué es realmente AtlasOS?
Lo que no es habitual es ver versiones modificadas del mismo Windows como es el caso de este AtlasOS, el cual se trata de una versión optimizada de la décima versión del sistema operativo de los de Redmond, y la más usada en la actualidad, para que funcione en ordenadores poco potentes. ¿La forma de conseguirlo? Reducir la cantidad de procesos que ejecuta normalmente Windows en el procesador de 185 de media a 35, lo que lleva a que la cantidad de RAM usada se recorte de 1.5 GB a los 0.6 GB.
La idea detrás de esta versión modificada de Windows 10 no es otra que la eliminación de todos los elementos que no son indispensables para los videojuegos. Sin embargo, no pueden tener un sistema operativo tan recortado como la de las Xbox, que por, no tener, carecen de las librerías OLE y COM. Por lo que no han pegado el tijeretazo en ese sentido, pero sí que han hecho recortes a una serie de funciones y aplicaciones en AtlasOS que provocan que el sistema sea un coladero en cuanto a seguridad:
- El uso del TPM o Trusted Platform Module para guardar las contraseñas comprometidas fuera del disco duro.
- BitLocker.
- Windows Defender
- Reconocimiento de voz.
- La capacidad de crear puntos de restauración.
Aunque el cambio más importante es la eliminación de todas las mitigaciones al rendimiento por seguridad que terminan en que la media de tiempo de ejecución de los procesos sea mayor. Así pues, consiguen que la latencia media de estos sea más baja y cuando menos tiempo se pasa la CPU trabajando en ellos, mayor es la tasa de frames media.
¿Cómo lo han hecho?
La creación de esta versión de Windows no resulta ningún secreto de ingeniería avanzada, más bien sus creadores han usado NTLite, una herramienta que permite eliminar los componentes de Windows que no se necesitan de forma fácil. Claro está, que esto lleva consigo limitaciones no solo de seguridad, sino también potencialmente de compatibilidad.
Por lo que se trata de algo que puede montar cualquiera, en todo caso, no olvidéis que lo importante para tener el máximo rendimiento en cualquier programa es eliminar los procesos superfluos, pero para ello no hace falta instalar una versión de Windows que deja la seguridad de vuestros datos en entredicho.