En la última década eso hacer reinicios o remakes de sagas de culto del mundo de los videojuegos se ha convertido en una práctica bastante común, sin embargo, nos surge la duda cuando nos referimos a los míticos Alone in the Dark de Infogrames, porque ya han pasado por ese camino varias veces y no siempre obteniendo los mismos resultados y reconocimientos que con los tres primeros títulos originales.
Un fantasma vagando por el pasado
Alone in the Dark tiene el reconocimiento de ser el primer juego que inspiró a todos los survival horror que llegaron más tarde, allanando el camino para otras sagas legendarias como Resident Evil o Silent Hill. Los tres primeros juegos, que aparecieron de forma casi exclusiva para ordenadores de la época, a comienzos de los años 90, son muy bien valorados, recordados y queridos por una buena cantidad de jugadores que los exprimieron hasta la última gota.
El caso es que hace apenas unas horas, se ha anunciado que mañana mismo, 25 de mayo de 2023, se celebrará un evento en el que tendremos noticias del futuro de la franquicia. Todo apunta a que se dará a conocer que, en poco tiempo, tendremos un reboot (ooooootro), lo que nos lleva a hacernos la pregunta de si realmente queremos que Alone in the Dark vuelva de verdad. Visto sobre todo la forma en la que lo han venido intentando en los últimos años y que han llevado a la saga a la más absoluta de las irrelevancias.
Datos para no confiar demasiado
En primer lugar, aunque la trilogía original es muy recordada y valorada por los gamers de los 90, el resto de títulos que han salido durante las décadas posteriores no han sabido capturar esa esencia que tenían los primeros juegos, cayendo en el error de copiar a los que antes le copiaron a ella. Es decir, mirando en exceso a Resident Evil. Seguramente no tenían otro camino, pero ahí precisamente se encontraba el reto.
Para que os hagáis una idea el reboot de Alone in the Dark de 2008 que llegó a Playstation 3, Xbox 360 y PC es el mejor valorado de la franquicia en lo que va de siglo, con una puntuación de Metacritic de 55-69 (dependiendo de si es versión PC o consola), seguido por su juego más reciente, Alone in the Dark: Illumination, que aterrizó en 2015 para PC y que presume de una nota de 19. Para los que no estéis al tanto de cómo va ese sistema de valoraciones, no llegar al 20 (sobre 100) es prácticamente como convertirse en uno de los peores juegos de la historia reciente.
Comprobando estas notas y, por tanto, la opinión de la comunidad sobre Alone in the Dark, nos hace preguntarnos si de confirmarse que esta saga volverá a consolas (PS5 y Xbox Series X|S) qué publico estará esperando que lo haga y si tiene sentido revivir una franquicia que hace ya muchos años perdió su auténtico ADN. Entre otras cosas porque la transición no supo acometerla con ideas propias y solo se sirvió de las que imaginaron los demás. Y no hay nada peor que un nombre vacío al que rellenan con lo que otros han creado, muchas veces sin orden ni concierto.
Pero bueno, de momento vamos a esperar a ver qué enseñan desde THQ Nordic que, prácticamente lo tenemos asegurado, no será un mal juego. Otra cosa es que sirva para devolver el buen nombre y el lustre a los míticos Alone in the Dark.
¿De dónde le viene la fama a Alone in the Dark?
Fue en 1992 cuando la compañía francesa Infogrames dio en el clavo con un juego para PC que nos llevaba hasta una mansión en la que se escondía un peligroso, siniestro y tenebroso secreto. El concepto era totalmente revolucionario porque además de resolver la historia recogiendo objetos y llevándolos de un lado a otro, teníamos que evitar los peligros que nos acechaban y que aparecían cuando menos lo esperábamos.
Pero la gran aportación de Alone in the Dark fue su parte narrativa, la forma de mostrar la acción con distintos planos dentro de cada rincón de escenario y adaptando los elementos como el personaje, los objetos o los enemigos a esas perspectivas. Así, podíamos entrar en una sala viendo un plano general de la habitación, avanzar y pasar a un picado desde la parte alta o un contrapicado cerca de un objeto que nos mostraba al héroe viniendo directamente hacia nosotros.
Ese cambio fue posible gracias a la llegada de los primeros elementos 3D en los videojuegos, con unos personajes modelados con pocos polígonos y prácticamente sin texturas, pero que daban una impresión excelsa que abriría más tarde las puertas a sagas tan conocidas como Resident Evil, que en su estreno de 1996 era un calco del título de Infogrames.
Tras este primer juego llegaron dos más, que elevaron la leyenda de Alone in the Dark hasta que, tiempo después, la franquicia cambió de manos, pasó a otras como las de una Atari venida a menos y el declive de esos proyectos fue alternando con pequeños y breves instantes de gloria que no han cuajado todavía. Veremos si este nuevo reboot que nos prometen logra ese objetivo. ¿No?