Actualizaciones online: cuando el desarrollador pone y quita sin preguntar

Actualizaciones online: cuando el desarrollador pone y quita sin preguntar

José Luis

Todos estamos de acuerdo en que la posibilidad de actualizar un juego en remoto ofrece muchas ventajas cuando se hace bien: es posible ir mejorando una compra con el paso del tiempo, corregir errores y permitirnos disfrutar de algunos extras que no podrían haberse distribuido fácilmente si solo dependiéramos del formato físico. Así que no deja de extrañarnos cuando alguien lo hace mal con las actualizaciones online.

El reverso tenebroso

Como os decimos, todas esas ventajas del online han provocado algo que todos conocéis y es que los desarrolladores –en algunos casos– opten por lanzar los juegos a la carrera, sin revisar demasiado, y luego ya se si eso se preocuparán de tapar todas las vías desarrollando el pertinente parche. Tenemos ejemplos míticos como el de Assassin’s Creed Unity o, más recientemente en el port para PC de The Last of Us Parte I.

Ahora bien, existe una tercera modalidad que es la de comprar un juego, ya sea en físico o digital, que sale bien, sin errores graves, que cumple un año, dos, tres e incluso más en el mercado, ofreciendo el mejor de los servicios pero, un buen día el desarrollador va y, a hurtadillas, en silencio y a poder ser sin que se entere nadie, nos roba alguna función o prestación específica, quedando impune porque son pocos los que se dan cuenta. ¿O tal vez no?

Eso es exactamente lo que ha ocurrido con Capcom, que prácticamente sin publicitarlo ni anunciárselo a los que tienen comprados Resident Evil 7 y los remakes de Resident Evil 2 y Resident Evil 3 para PC, les han arrebatado el ray tracing de sus desarrollos, por lo que aquéllos que tengan gráficas compatibles van a perder una buena parte del espectáculo gráfico que ponen en escena los japoneses gracias a esta tecnología. Y eso que esta función llegó a algunos de ellos hace menos de nueve meses.

Un oscuro futuro nos espera

Y mirad que lo tenían fácil desde Capcom ya que en vez de cargarse la compatibilidad con DirectX 11 que, seguramente ya está más que superada y explotada, han optado por DirectX 12 y su compatibilidad con ray tracing. Y en este caso lo peor no es ya que nos quedemos sin esa posibilidad de darle un lustre de mayor calidad al aspecto gráfico de esos títulos, sino el hecho en sí de creer que pueden toquetear a su antojo.

Capcom podría haber salido a los medios, decir que quieren mejorar el ray tracing de esos Resident Evil y que durante un tiempo estaremos sin ellos. O que simplemente lo retira porque dan problemas… pero no, ha preferido mostrarnos cómo el mundo online se empeña en hacernos ver que el producto que compramos con nuestro dinero ya no nos pertenece. Y no solo no somos dueños de él sino que vivimos en un constante estado de arbitrariedad.

En este caso es Capcom, que no es dudosa de sus buenos juegos y servicio –lo que nos duele mucho más que si fuera otra–, pero da una idea de hasta dónde puede llegar el control varios años después de un lanzamiento. Ahora, solo tenemos que esperar a que los japoneses nos digan por qué lo han hecho y, si nos convencen, retractarnos. Aunque las formas, siempre, son tan importantes como el fondo.

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