En las casi dos semanas que Starfield lleva ya entre nosotros han surgido infinidad de debates en redes sociales, y entre colegas, sobre si era simplemente un éxito por número de jugadores o si había cruzado la línea hasta transformarse en un vendeconsolas. Es decir, ser capaz de forzar a un usuario con otra máquina en casa a dar el paso de adquirir una Xbox para jugarlo.
Pues bien, parece que a medida que nos vamos alejando de la fecha de lanzamiento, y de acceso anticipado, la bruma se va disipando y van quedando algunas cosas claras. De momento, es evidente que con los (pocos) datos que van llegando, podemos afirmar que sí, que Starfield se ha transformado en una excusa perfecta para que quienes confiaron en una PS5 o una Nintendo Switch quieran aterrizar en el ecosistema Xbox.
Reino Unido, la punta de lanza
Inglaterra y todos sus mercados, que son de los más importantes de Europa, han sido los primeros en ofrecer porcentajes concretos sobre lo que está vendiendo Xbox respecto de otros momentos del año. Y en la semana del inicio del acceso anticipado que terminó en el domingo 3 de septiembre, las ventas de Xbox Series X y Xbox Series S aumentaron un 76%. Ni qué decir tiene que la razón hay que buscarla en el lanzamiento de Starfield.
Pero ahí no terminan las buenas noticias porque si recordáis, justo en esas fechas se estrenaba un nuevo modelo de Xbox Series S en color negro y con 1TB de almacenamiento en su SSD. Pues bien, solo esta consola supuso un 24% del total de las ventas dentro de ese mismo periodo, por lo que queda claro que la hermana pequeña de la generación está convenciendo a los que no quieren gastarse los 550 euros de Xbox Series X.
Pero si en la semana del acceso anticipado a Starfield las cifras fueron buenas, la siguiente, que fue cuando ya estuvo el juego disponible para todo el mundo a través de Xbox Game Pass, mantuvo la tendencia en lo que a ventas de las consolas se refiere firmando también la segunda mejor semana de lo que va de año.
Microsoft estará contenta, pero veremos a ver
Estas cifras vienen a confirmar una cosa que, esperemos, los de Phil Spencer comprendan y aprendan de cara al futuro: los exclusivos son importantes, y no tanto eso de tener 20, 30 ó 40, como que los que desarrolen cuenten con una calidad indiscutible, que no haya dudas sobre ellos y que provoquen tanto hype que fuercen a un usuario de la competencia a pasarse a tu territorio.
RedFall no es el camino. Starfield sí. Halo, Gears of War y otras muchas IP de Microsoft ya no atraen, no hypean y por lo que en Microsoft deberán replantearlas de cara al futuro pero, sobre todo, explorar qué tipo de juegos, historias y personajes deben desarrollar para conseguir nuevos vendeconsolas cada año.
Starfield queda claro que es un vendeconsolas, los datos irán refrendando esta impresión que todos tenemos, aunque no sabemos si ese empujón servirá para poner a Xbox a la altura de PS5. Nosotros creemos que no, pero si la política de exclusivos de Microsoft mejora en los próximos años… ¡quién sabe!