Una de las noticias más candentes del verano en el panorama de los videojuegos es que Baldur’s Gate 3 ha adelantado su fecha de lanzamiento en PC, donde se podrá jugar a partir del 3 de agosto. Ahora, Larian Studios ha actualizado la lista de requisitos mínimos y recomendados para poder jugar en PC a través de la plataforma Steam (donde por cierto funcionará con Remote Play), así que a continuación vamos a enumerarlos y comentarlos para ver qué PC necesitarías para poder jugar de forma decente.
Tras ver los últimos anuncios en torno a Baldur’s Gate 3, a nadie le cabe duda de que Larian Studios ha «parido» una auténtica monstruosidad, todo un juego de rol basado en Dungeons & Dragons que continuará y ampliará el éxito de la franquicia, y de la mano del estudio responsable de títulos como Divinity: Original Sin 2 que encabezó en su momento la lista de juegos más vendidos durante casi un año.
Baldur’s Gate 3: requisitos mínimos y recomendados en PC
La buena noticia es que, a pesar de que los gráficos de Baldur’s Gate 3 han sido renovados y mejorados para adaptarlos a las nuevas generaciones de PC y consolas (recordemos que también saldrá más tarde para PS5 y, en teoría, también en consolas Xbox, si bien para estas últimas todavía no hay una fecha de lanzamiento definida), el motor gráfico de Larian Studios es bastante liviano y, como tal, no requiere un hardware excesivamente potente en PC (tampoco os penséis que puede funcionar en una tostadora, ahora lo vemos).
Así, según se enumeran los requisitos para Baldur’s Gate 3 en Steam, como mínimo necesitaremos un procesador Intel Core i5-4690 / AMD FX-8350 para poder jugar. Son procesadores ya «antiguos» y que dejan ver que el juego podrá moverse con facilidad. Podemos ver también que los requisitos gráficos no son especialmente altos. Se requieren tarjetas gráficas NVIDIA GTX 970 o bien AMD RX 480, eso sí, con más de 4 GB de memoria VRAM. Adicionalmente se piden 8 GB de RAM y una unidad SSD.
En cuanto a los requisitos recomendados, Larian nos dice que para disfrutar a tope de Baldur’s Gate 3 necesitaremos tener un Intel Core i7-8700K o un AMD Ryzen 5 3600, procesadores ya más modernos pero que no dejan de ser de gama media. Junto con éstos, necesitaríamos tener 16 GB de memoria RAM que ya es el estándar en cualquier PC gaming, así como una GTX 2060 SUPER / RX 5700 XT con 8 GB de VRAM, gráficas también más modernas pero que llevan ya unos años en el mercado y son bastante accesibles.
El SSD, ¿requisito obligatorio?
Otro dato a tener en cuenta es que el desarrollador dice que el SSD será obligatorio. En realidad, ya os podemos decir que NO es obligatorio literalmente hablando, y si tienes un disco mecánico convencional el juego funcionará igualmente, pero como se trata de un título muy pesado en términos de almacenamiento (requiere 150 GB), si no tienes un SSD la experiencia de juego se verá bastante mermada a causa de los largos tiempos de espera en las pantallas de carga, ni más ni menos.
Debes tener en cuenta que tanto la PS5 como la Xbox Series X ya cuentan con SSD integrados. Esto hace que los desarrolladores recomienden estas unidades de almacenamiento por las mejoras en las pantallas de carga, principalmente. Además, la PS5 cuenta con una ranura específica para instalar SSD M.2, mientras que la Xbox Series X permite conectarlos por USB.
Muchos desarrolladores no especifican el uso de SSD, ya que se da por sentado. Actualmente, nadie montaría un ordenador sin un SSD, sería volver a épocas pasadas poco gloriosas.
Uno de los lanzamientos mejor optimizados
Con el juego ya en la calle, hemos podido comprobar que a pesar de que Baldur’s Gate 3 es gráficamente impresionante, realmente funciona de forma excelente sin necesidad de tener hardware de última generación. Ojalá todos los desarrolladores invirtieran tanto en la optimización de sus juegos para PC como lo ha hecho Larian. Para que os hagáis una idea, con una RTX 4080 a resolución 1440p y todo al máximo funciona a unos 160 FPS y sin que la gráfica esté a tope, pero en un portátil con una RTX 3060 Laptop a Full HD funciona a 140-150 FPS sin problemas.
La optimización con la que cuenta este juego es extremadamente grande desde el primer día en el que se lanzó, siendo uno de los pocos títulos que no han necesitado un parche del día uno para mejorar los problemas de rendimiento que llevamos viendo que son tan comunes en los nuevos lanzamientos. Es cierto que en ordenadores que no resulten demasiado potentes puede haber un problema cuando hay una gran cantidad de efectos en pantalla, pero esto se puede solucionar cambiando ciertos ajustes gráficos, permitiendo que el juego sea más fluido.
Por otra parte, en caso de no disponer de un ordenador que cumpla los requisitos mínimos para jugar a este título, siempre podemos optar por utilizar servicios que nos permitan jugar de forma gratuita, como puede ser la plataforma GeForce Now de NVIDIA, por lo que realmente no existe nada que nos impida poder disfrutar de este título que consiguió llevarse el premio a mejor juego del año.