Hace unos días se lanzaba Starfield, uno de los juegos más esperados y con más hype de este año. Pero no será el único juego interesante en lanzarse este año y es buen momento para actualizarse. Hemos estado buscando y hemos creado un ordenador gaming que ronda los 1.200 euros con el que podrás mover cualquier juego.
Nos hemos centrado en este presupuesto en que sea algo accesible a todo el mundo y que permita jugar a cualquier juego. La idea principal es jugar en resolución 1080p, que sigue siendo la más común y cuyos componentes son más accesibles.
Gracias a la tarjeta gráfica elegida podremos jugar a determinados juegos en resolución 1440p. Esto nos ofrece mayor versatilidad y poder disfrutar de juegos con una mayor calidad gráfica. Además, nos beneficiaremos de diferentes tecnologías de código abierto gracias a la gráfica elegida.
Jugar sin límites por unos 1.200 euros
La base de nuestro sistema será el procesador Intel Core i5-12400F que cuesta 161 euros. Este procesador cuenta con 6 núcleos de potencia y 12 hilos trabajando a una frecuencia base de 2.5 GHz y llegando en modo Boost a los 4.4 GHz. Carece de gráficos integrados, como su nombre indica y ofrece soporte para memoria RAM DDR4 y DDR5.
Vamos a necesitar un disipador para el procesador y hemos encontrado este Nfortec SCULTOR X por 55 euros. Hablamos de un disipador de doble torre con 6 heatpipes por torre y doble ventilador ARGB de 120 mm. Un potente disipador de calor que mantendrá muy bien refrigerado nuestro procesador.
Como placa base hemos elegido la ASUS TUF GAMING B760M PLUS D4 que cuesta 168 euros. Nos hemos decantado por este modelo por su gran calidad de construcción y contar con una excelente conectividad. Dispone de dos disipadores para SSD M.2, algo que es un punto a favor importante. Indicar que este modelo solamente soporta memoria RAM DDR4.
Al ser la placa base DDR4, obviamente, los módulos de RAM deben ser de dicho estándar. Dentro de la gran cantidad de opciones, hemos optado por las Corsair VENGEANCE LPX 16GB que valen 49 euros. Son modelos de una enorme calidad, sobradamente contrastados y muy demandados por los usuarios. Carecen de RGB y otros elementos que solamente encarecen el producto.
Para el almacenamiento hemos optado por un WD BLACK SN770 1 TB que cuesta 60 euros. Hablamos de una excelente unidad de almacenamiento de alto rendimiento que nos ofrece hasta 4.900 MB/s de escritura. La hemos elegido sin disipador ya que la propia placa base trae un par de ellos.
La potencia para juegos la pone la Sapphire Pulse RX 7700 XT GAMING que cuesta 500 euros. Es el modelo más sencillo del mercado de esta tarjeta gráfica, con solamente dos ventiladores. No es un modelo malo en absoluto, pero si podría tener mayores temperaturas que otros modelos. Podremos disfrutar con esta tarjeta gráfica del trazado de rayos y la tecnología AMD FSR.
Deberemos alimentar el sistema y para ello hemos optado por la Corsair RM750e 750W 80 Plus Gold que cuesta 124 euros. Esta es una fuente de alimentación de alta calidad y fiabilidad, con un diseño modular. Nos permite conectar solo los cables que necesitamos y así, realizar una mejor gestión de los mismo.
Finalmente, hemos elegido la caja Oversteel Iridium Black que cuesta 70 euros. Nos hemos decantado por este modelo por, entre otros, tener un frontal bastante llamativo y que permite buen flujo de aire. Tiene un cordón RGB en el frontal y un ventilador trasera ARGB. Dispone de espacio para instalar los componentes elegidos y una cubierta para la fuente de alimentación.
