Windows es, desde hace muchos años, la plataforma en la que se centran los desarrolladores de videojuegos ya que es la más utilizada en todo el mundo. Microsoft es consciente de ello y en 2017 añadió una nueva función para mejorar el rendimiento de cualquier PC especialmente cuando se ejecutan videojuegos.
Estamos hablando del Modo de juego, un modo disponible tanto en Windows 10 como en Windows 11 y cuyo principal objetivo es mejorar el rendimiento del PC cuando se utilizan aplicaciones que consumen muchos recursos como son los videojuegos.
Qué es el Modo de juego de Windows
El Modo de juego es una función nativa de Windows cuya principal función es dar prioridad de acceso a todos los recursos del sistema cuando se ejecutan videojuegos para así poder sacarle todo el partido al hardware del PC. Con este modo activado, todos los recursos que no necesarios para ejecutar el juego, pasan a un segundo plano.
Este modo únicamente entra en funcionamiento cuando el equipo detecta que se está ejecutando un juego, por lo que no es necesario que vayamos activándolo y desactivándolo cada vez que nos sentemos a echar unas partidas.
¿Funciona también en aplicaciones?
Muchos son los usuarios que se preguntan si este modo también afecta al funcionamiento de aplicaciones que necesitan de muchos recursos. En un principio, esta función está diseñada para funcione únicamente cuando se ejecutan videojuegos no otro tipo de aplicaciones, por lo que, en teoría, este no mejora el rendimiento cuando hacemos uso de aplicaciones de edición de vídeo o renderizado.
¿Merece la pena?
Esta función se diseñó principalmente para que los equipos con prestaciones inferiores pudieran disfrutar de los videojuegos de una forma mucho más fluida. Es importante señalar que este modo de juego no está diseñado para incrementar artificialmente los recursos del sistema y poder así ejecutar juegos que no son compatibles o cuyos requisitos medios no se ajustan al hardware del equipo.
En la actualidad, esta función, aunque sigue estando disponible, realmente apenas afecta al funcionamiento y rendimiento de los videojuegos que se ejecutan, siempre y cuando estemos utilizando un equipo medianamente potente.
Si queremos mejorar el rendimiento de nuestro PC, lo primero que debemos hacer es limitar el número de aplicaciones que se ejecutan en segundo plano cuando iniciamos el PC, cerrar todas las aplicaciones abiertas en segundo plano que vamos a utilizar mientras jugamos para liberar memoria RAM y evitar instalar aplicaciones con el único pretexto de probar su funcionamiento, aunque no tengan ninguna utilidad real en nuestro día a día.
Cómo se activa
Cuando Microsoft lanzó el Modo de juego, esta se podía activar desde la Game Bar y desde las opciones de configuración de Windows. Sin embargo, en las últimas versiones tanto de Windows 10 como de Windows 11, la única forma de activar esta función es a través de las opciones de configuración de Windows.
Para activar la función Modo de juego en Windows 10 y Windows 11, debemos acceder a las opciones de configuración de Windows (Win + i) y acceder al apartado Juego. Dentro de este apartado, debemos activar el interruptor Modo de juego para que este entre en funcionamiento cuando ejecutamos juegos.