Cuando tratamos de modificar un dispositivo hecho para ser portable, debemos tener todas las características en cuenta, y es que tratar de cambiar un componente puede resultar en una incompatibilidad o que simplemente sea mejor y requiera mayor potencia. Podemos ver como este es el caso por el que ha pasado la pantalla que busca sustituir a la original en la consola Steam Deck, que aunque ofrece una resolución de 1200p superior a la original, nuestros FPS lo notarán.
La consola de Steam se lanzó hace tan solo dos años, pero ya se ha convertido en un predecesor para todas aquellas videoconsolas que tratan de imitar la potencia y compatibilidad que tiene un ordenador a la hora de jugar. El último modelo que se lanzó fue hace escasos meses, siendo el mayor cambio que pudimos apreciar el uso de la pantalla OLED, que permitía una mayor calidad de visualización ya que entre otras cosas, tiene una resolución superior.
Una pantalla para Steam Deck a 1200p, ¿mejor o peor?
A la hora de realizar una mejora sobre un componente de un dispositivo handled debemos tener en cuenta varios factores, y el principal de ellos es cómo va a afectar al rendimiento el uso del mismo. Y es que no sirve de nada tratar de buscar la mayor calidad a la hora de jugar, si luego el videojuego va a menos de 30-60 FPS, que es lo óptimo para poder disfrutar de una «fluidez» que permita mejorar la calidad de inmersión que nos ofrecen estos títulos.
En el caso del nuevo proyecto para reemplazar la pantalla actual que tiene la Steam Deck de 720p en caso del modelo de 2022, o de 800p en caso de hablar del modelo OLED, podemos ver como los fotogramas por segundo se ven ampliamente reducidos, causando grandes problemas de rendimiento. Como bien sabemos, la Steam Deck es un dispositivo que no destaca especialmente por su potencia (aunque teniendo en cuenta lo que es, suficiente hace), pero aún así es capaz de permitirnos jugar a títulos que piden una gran cantidad de requisitos a una calidad y rendimiento relativamente decentes.
Es por ello que, a la hora de tener en cuenta los FPS es extremadamente importante saber que para poder jugar de forma óptima debería llegar mínimo a los 30, pero al utilizar esta pantalla 1200p se pueden llegar a experimentar pérdidas de entre el 45% y 50%. Esto implica que en aquellos títulos más exigentes no lleguemos a los fotogramas mínimos para tener una fluidez relativamente buena, por lo que podemos ver que no se trata de una gran opción.
El problema de las consolas portátiles
A estas alturas, deberíamos conocer cuál es el verdadero problema que ofrecen este tipo de dispositivos portables, y no nos referimos únicamente a la potencia que ofrecen, realmente el problema se encuentra en el precio. Y es que a la hora de elegir, siempre podemos encontrar opciones que nos ofrezcan una potencia extremadamente superior, es decir, consolas que tienen pantallas a 1080p con grandes características y que nos ofrecen los 60 FPS estables en prácticamente cualquier juego.
Pero claro, si queremos esto entonces tendríamos que optar por los modelos que hay especializados en ello que nos pueden llegar a costar entre 700€ y 1200€, siendo un precio muy superior a lo que cuesta la última versión de la Steam Deck. Al final, a la hora de jugar siempre buscamos la mayor calidad y rendimiento, pero si lo queremos aplicar también al tema de portabilidad, entonces tenemos un problema, ya que por lo general una consola de este estilo no suele ser el dispositivo principal de las personas que se lo compran.
Es por este mismo motivo que el precio supone la mayor barrera que podemos encontrar en este tipo de videoconsolas, ya que al final si una persona se ha gastado mucho dinero en un PC de sobremesa, es normal que no busque comprar uno de estos dispositivos por la mitad del precio de su PC gaming.