¿Te preocupa que tu SSD NVMe esté llegando al final de su vida útil? Ahora ya no necesitarás herramientas de terceros para poder comprobarlo, ya que una nueva actualización de Windows 10 introduce un nuevo sistema de gestión de la vida útil del SSD y te avisará cuando éste esté a punto de fallar.
La versión 20266 de Windows 10, que ya está disponible en el canal de Windows Insiders, ha introducido una nueva funcionalidad de monitorización del hardware del equipo diseñada para avisar a los usuarios de anomalías en el funcionamiento en las unidades de SSD NVMe (no habla de las SATA, ojo), avisando si el SSD está a punto de fallar para que el usuario tenga margen de maniobra para salvaguardar sus datos y cambiar el dispositivo por uno nuevo.
Monitorización de la vida útil del SSD, y más parámetros
Además de detectar potenciales problemas con la unidad de estado sólido NVMe, esta nueva funcionalidad de Windows 10 es capaz de detectar cuánta vida estimada le queda al dispositivo, su espacio disponible y su temperatura. Con ello, se mostrarán notificaciones al usuario en tres supuestos:
- Cuando la vida útil esté al 10% o menos.
- Cuando la temperatura exceda los 60ºC.
- Cuando quede menos de un 10% de espacio disponible.
Además, en las opciones de almacenamiento dentro del menú de configuración, se podrán consultar todos estos datos del dispositivo.
Como decíamos, por ahora esta característica solo estará disponible para SSDs NVMe, y de hecho Microsoft no ha dicho absolutamente nada de si va a añadir soporte también para SSDs SATA 3 o incluso para discos duros mecánicos tracicionales. Realmente, no se espera que lo hagan ya que para Microsoft estas unidades de almacenamiento están ya «muertas» y están enfocando todos sus esfuerzos en los SSDs que funcionan bajo el protocolo NVMe, pues consideran que son el futuro.
La monitorización del hardware en Windows 10
Hasta ahora, si tienes sistema operativo Windows 10 en tu PC y quieres monitorizar tu hardware debes descargar alguna de las muchas herramientas de monitorización disponibles, ya que al parecer no es algo que le haya preocupado mucho a Microsoft hasta la fecha. No obstante, que ahora hayan decidido implementar una herramienta de monitorización de la salud, aunque sea solo para SSDs NVMe, podría ser el comienzo de una nueva serie de implementaciones que nos permitan monitorizar el estado del hardware en tiempo real directamente desde el sistema operativo.
La preocupación por el estado del hardware es un tema creciente entre los usuarios, tanto novatos como avezados veteranos en el mundillo. Conocer la temperatura de funcionamiento del procesador, la velocidad de los ventiladores o incluso los consumos de los componentes son datos que no solo son interesantes, sino que además son fundamentales para poder saber si el hardware y su refrigeración están funcionando adecuadamente, además de ayudar a detectar posibles fallos, lentitud en el sistema y un largo etcétera de potenciales problemas que pueden surgir en un PC.
Si Microsoft decide implementar un sistema de monitorización de hardware en Windows 10 podría tener muchas ventajas, especialmente para usuarios poco entendidos en la materia, pero conociendo cómo se las gastan en Microsoft también podría suponer un impedimento para el buen funcionamiento del software de terceros ya que podrían decidir ocupar todas las IRQ de los sensores de temperatura, por ejemplo, impidiendo que otros programas puedan leerlos. Ya veremos en qué acaba todo.