Muchas veces os hemos tenido que contar que, cierto fabricante, anuncia que deja de dar soporte a ciertos productos. Esto es lo que se llama End of Life (EOL) o, coloquialmente, lo que conocemos como «descatalogar» una familia de productos. Normalmente los productos de los fabricantes tienen cierto tiempo de ciclo de vida y llegado cierto punto dejan de fabricarlo, luego descatalogan, y finalmente dejan de darle soporte. Te contamos cómo es este proceso y por qué se produce.
Para la mayoría de usuarios, resulta evidente que sea el producto que sea (y esto incluye tanto hardware como software), no es viable mantenerlo en el mercado durante un periodo indeterminado, principalmente porque con el paso del tiempo saldrán versiones mejores y más avanzadas del producto. Entonces, ¿cómo es este proceso y qué lleva a los fabricantes a decidir cuándo dejar de dar soporte a un producto?
El soporte que los fabricantes dan a sus productos es limitado
Imagina que eres AMD, fabricante de -entre otras cosas- procesadores para PC. Hoy, lanzas un nuevo procesador que es revolucionario, que supera con creces a la competencia y que entrega un excelente rendimiento y prestaciones por un precio muy apetecible, así que una gran cantidad de usuarios comprarán ese procesador (o familia de procesadores, claro).
Sin embargo, pasa el tiempo y has encontrado nuevos métodos de fabricación que son más eficientes, mejorando el rendimiento y reduciendo el consumo eléctrico, y que al mismo tiempo te sale más barato. Por supuesto, lanzas una nueva generación de procesadores que supera a la anterior, pero como tienes una gran cantidad de esta anterior generación fabricada, la sigues vendiendo aunque posiblemente te veas obligado a bajar el precio para no canibalizar a la nueva generación. Como es lógico, sigues desarrollando firmware y software para estos procesadores ya que muchos usuarios siguen utilizándolos.
Sigue pasando el tiempo, varios años en los que has lanzado varias nuevas generaciones de procesadores cada cual mejor que la anterior, y llega un momento en el que, por un lado, las ventas de esa primera generación se han congelado y, por otro lado, necesitas «espacio» en las fábricas para fabricar las nuevas generaciones. Es ese momento en el que deberás decidir dejar de fabricar los primeros productos porque ya no te merece la pena y además ya prácticamente no se venden, así que anuncias su EOL y dejas de fabricarlo.
Claro, aunque hayas dejado de fabricarlo sigues teniendo bastantes unidades fabricadas todavía sin vender, así que llega un momento en el que tendrás que o bien decidir retirarlo de las tiendas, o bien esperar a que se vacíen los estantes (generalmente, acompañado de promociones bajando el precio para deshacerte de este remanente de unidades). Llegado este momento, es cuando lo descatalogas, es decir, se dejan de vender estos procesadores.
Seguramente miles de usuarios todavía tienen y utilizan esa primera generación de procesadores, y como fabricante no puedes «dejarles tirados», por lo que sigues sacando actualizaciones de seguridad para estos. No obstante, con el paso del tiempo llegará un momento en el que los usuarios también hayan actualizado sus PC con nuevas generaciones de procesadores y cada vez menos utilizarán esta primera generación, momento en el que ya será absurdo seguir desarrollando nada para ellos, o en otras palabras, seguir dándoles soporte.
¿Cómo se calcula el momento ideal para dejar de dar soporte a un producto? Esto depende mucho del producto y del fabricante. Por ejemplo, no es lo mismo un tiempo de vida útil de un procesador, que suele rondar los 10 años, a por ejemplo un teclado, cuyo tiempo de vida son 5 años siendo generoso. El momento de dejar de dar soporte por parte del fabricante es un cálculo, subjetivo, en el que crees que el producto ya ha dejado de ser utilizado por los usuarios, si bien es cierto que algunos fabricantes también utilizan esto como una especie de técnica para «obligar» al usuario a cambiar su hardware.
El fin del soporte también afecta al software
Hasta ahora os hemos contado cómo es el proceso de fin de fabricación, descatalogación y fin de soporte de un producto de hardware, poniendo como ejemplo un procesador para PC; no obstante, esto es bastante parecido para el software, ya que como imaginaréis igual que se mejoran los métodos de fabricación de los productos de hardware y salen versiones nuevas mejoradas, lo mismo sucede con el software.
Un ejemplo claro lo tenemos con Microsoft y su sistema operativo Windows, con la diferencia que ellos no dejan de «fabricarlo», sino de desarrollar mejoras y solucionar vulnerabilidades para él. Lo tienen por lo tanto más fácil, ya que para ellos es tan sencillo como dejar de vender una versión cuando lanzan la nueva, ni más ni menos.
En cuanto al fin de soporte sí que es algo más complicado, y suele ser un periodo bastante más extenso que el del hardware. No en vano, incluso a día de hoy muchos usuarios todavía utilizan Windows 7 a pesar de que dejó de venderse en enero de 2015 y su fin de soporte fue anunciado para enero de 2020.