El motivo es más surrealista de lo que pueda parecer en un primer momento, ya que curiosamente evidencia las carencias del sector y la estrategia empresarial por parte de toda la industria. Pero es que además, va empujado por una crisis de chips sin precedentes que no frena el empuje de los grandes y que ahora está haciendo aguas tras unas inversiones millonarias. ¿Qué está ocurriendo y cómo van a solventarlo? La mano de obra tiene la respuesta.
El suministro de chips se ha visto cortado por todo lo referente a la pandemia y luego a la inusitada demanda de los diferentes sectores. Esto no para y con el suministro recortado en grandísima medida los precios y costes de transporte se han disparado en el último año y medio. Pero aunque ya adelantamos el fin de la crisis según varios actores de la industria, los precios podrían mantenerse altos aunque todo se restablezca y el motivo es muy curioso a la vez que preocupante.
No hay mano de obra, la estrategia de los gigantes de los semiconductores se tambalea
Alucinante cuanto menos, pero es la realidad que están enfrentando las nuevas fábricas que están a punto de abrirse. Y es que al parecer todas las principales compañías estaban dando por hecho que con la crisis actual tras la pandemia encontrar mano de obra cualificada iba a ser tarea fácil, pero la realidad los está poniendo en su sitio.
En una encuesta global trazada por IPC como asociación comercial lo que nos encontramos es que un 90% de los integrantes y entrevistados se ha visto perjudicado por esta crisis, un 88% tuvo retrasos en sus pedidos y el 31% enfrentó problemas de producción logísticos o temporales. Shawn DuBravac, economista jefe de IPC e investigador principal del estudio dijo lo siguiente:
La escasez de suministro y otros problemas están afectando la cadena de suministro global de productos electrónicos y todas las industrias posteriores a las que sirven estos fabricantes. La fuerte demanda está ayudando a las ventas de la industria, pero la escasez está retrasando los envíos y aumentando los retrasos. Los fabricantes se enfrentan a precios más altos ya que compiten por una oferta limitada. Este es un fenómeno global que tardará bastante en resolverse el próximo año.
Para paliar las pérdidas los precios de todo lo relacionado con esto subió, ya lo estamos pagando en la mayor parte de los sectores (curiosamente las NAND Flash van en caída libre) por lo que el costo final lo estamos soportando los consumidores y las empresas. Lo que nadie pensaba es que no habría trabajadores para las nuevas FAB y esto ha levantado ampollas entre directivos.
Sin trabajadores la inversión no sirve, además, las empresas ya no los retienen
Intel, TSMC y Samsung van a dar el pistoletazo de salida en poco tiempo a sus nuevas FABs, algunas ya inauguradas y funcionando sí, pero el problema de la mano de obra persiste y persistirá. El mismo informe de IPC que diagnosticaba los problemas de las empresas también lo hace con los trabajadores y la relación contractual con estas.
Los fabricantes aseguran que tienen problemas para encontrar talentos cualificados y sobre todo, mantenerlos. Nada menos que el 80% de las empresas tienen estos inconvenientes, lo cual evidencia que el trabajador no se siente a gusto, valorado o bien pagado. Por lo tanto, las empresas están aumentando sus costes laborales en hasta un 68% de las cuales, solo un 19% aseguró que esta medida les hacía encontrar trabajadores cualificados.
El porcentaje sigue siendo mínimo, por lo que se estima que tendrán que aumentar el costo laboral todavía más, en hasta un 65% para poder atraer a más trabajadores y sobre todo, retenerlos. No se habla sin embargo de las condiciones laborales de los mismos, otro tema a analizar sin duda. En cualquier caso, este aumento de los costes de los empleados fuerza a sus empresas a ser menos rentables y con ello no es de extrañar que aumenten los precios de sus productos.
Esto ya lo estamos viendo en las tarjetas gráficas, placas base y otros tantos componentes, donde hemos tratado el tema en profundidad y aquí tenemos otro motivo más para que cuando vayamos a comprar algo veamos precios desorbitados. ¿Cómo van a conseguir dichas empresas bajar el precio final? ¿Se resentirán las ventas en las tiendas?