Microsoft quiere acabar con Windows 10 y podría no lanzar más actualizaciones
Fue a finales del mes de octubre cuando Microsoft decidio lanzar la actualización Windows 10 22H2. Esta actualización se congelo después de surgir importantes problemas de funcionamiento y rendimiento. Ahora ya se ha reactivado el despliegue de la actualización, que podría ser la última para Windows 10. ¿El motivo? Pues el mal recibimiento de Windows 11.
La realidad es que muy pocos usuarios han saltado de Windows 10 a Windows 11. Uno de los motivos serían las limitaciones de compatibilidad de Win11, que deja fuera a muchos sistemas actuales. Recordar que el nuevo sistema operativo de Microsoft ha sido desarrollado específicamente para los nuevos Intel Core que combinan núcleos de eficiencia y de potencia.
Microsoft plantea matar ya mismo a Windows 10
Cuando se lanzó esta última versión del sistema operativo de Microsoft, se pensó por parte de todos que sería el último. Desde la compañía deslizaron esa posibilidad y su política de actualizaciones, la acompañaba. Un par de veces al año se lanza un gran paquete de actualización, independiente de las pequeñas actualizaciones periódicas.
Windows 10 22H2 se empezó a desplegar a finales de octubre y se tuvo que parar por sus enormes problemas. Es más, poco sabemos al respecto de esta actualización, ya que la lista de mejoras y funciones introducidas no está bien especificada.
Algo interesante de esta última actualización es que contara con soporte por parte de Microsoft hasta octubre de 2025. Esto invita a sospechar que Microsoft plantea dar por finalizado el soporte para este sistema operativo Windows 10 más pronto que tarde. Parece que la mala acogida de Windows 11 está haciendo que la compañía piense en tomar ciertas medidas.
Como trasfondo esta Windows 11, que no ha sido bien recibido. Para empezar, ya cuando se anunció recibió una avalancha de críticas por requerir TPM 2.0 de manera obligatoria.
Además, la lista de procesadores compatibles dejaba fuera los AMD Ryzen 1000 y 2000 y los Intel Core anteriores a la 8a Generación. Hablamos de procesadores perfectamente válidos y que aún tienen largo recorrido.
No gusto tampoco en exceso que Microsoft indicará que habían colaborado con Intel para el desarrollo de este W11. Muchos usuarios lo tomaron como un desprecio hacía AMD y se preguntaban si existiría disparidad de optimización de rendimiento.
Ya se lleva tiempo especulando con que Microsoft busque métodos para obligar a pasar a Windows 11. Parece que el fin de las grandes actualizaciones para W10 sería el primer paso para matar un sistema operativo que funciona bien.
El trasfondo del problema: no hay alternativas
Seguramente vendrán diferentes comunidades a matarme tras leer esto, pero no hay alternativas a Windows. Cuando digo que no hay alternativas, me refiero a que el 90% (y me quedo corto) quiero un sistema operativo plug and play. Vamos, que yo instalo algo y funciona, sin más, y desgraciadamente, en Linux no pasa esto.
Para en Linux ejecutar muchos juegos Triple A, necesitas tener Wine instalado. Esta herramienta tampoco es la solución definitiva, ya que no siempre funciona bien con los últimos juegos. Y seamos realistas, no le pidas a un chaval de 13 años que se ponga a hacer esto o aquello para jugar a Fortnite.
La gente no quiere estar introduciendo comandos para ciertas funciones. Tampoco quiere morir buscando drivers que no funcionan por este o aquel motivo. Esto de tener que ir por foros buscando y rebuscando, instalar este o aquel elemento o usar comandos, no es algo que le puedas pedir a tus padres, por ejemplo.
Así es la realidad, si no te gusta Windows o las políticas de Microsoft, te toca pasar por el aro.