Todos conocemos este componente. Se necesita una fuente de alimentación para que el ordenador pueda encender, sin embargo, no sirve una cualquiera. Mucha gente piensa que mientras el PC arranque, está todo bien, y no es exactamente así.
Esto es algo habitual en ordenadores más potentes, donde el procesador o la tarjeta gráfica son de una gama alta, y lo normal, al adquirir un equipo así, es saber qué ocurre si nos queremos ahorrar dinero en la fuente de alimentación.
¿Qué fuente tengo que elegir?
Pues bien, a la hora de escoger los componentes de tu PC, uno de los más importantes es la fuente de alimentación, la cual proporcionará la potencia necesaria al resto de ellos. Pero, ¿qué ocurre si no es suficiente?, ¿se apaga el PC?, ¿se estropean los componentes? Vamos a verlo.
Imagínate que tu procesador consume, en su pico máximo, 250 W, y la gráfica otros tantos (son valores ficticios). Pues bien, ya solo estos dos componentes podrían llegar a necesitar 500 W, aunque no siempre estarán a su máxima potencia. Si a esto le sumamos el resto de componentes y posibles periféricos, ya que, incluso un pendrive tiene un consumo, aunque sea ínfimo, obtendremos una potencia total.
Este será el valor de referencia. Si la suma de todo nos indica que son 700 los vatios que podría solicitarnos el ordenador en algún momento, tendremos que adquirir una fuente de más de esa potencia. Eso no quiere decir que siempre consuma lo mismo, sino que llegado el momento, tengamos la energía suficiente para administrar todo, o incluso un poco más.
Pero, ¿y si la compro de 500 W? En este caso podrían pasar varias cosas, entre ellas, la más peligrosa, que la fuente se acabase quemando, por intentar suministrar una energía para lo que no está fabricada. Pero eso no es todo, sino que podría llegar a apagarse el PC, si la diferencia es mayor. Y, pese a que no ocurriese ninguna de estas cosas, el resto de componentes no estarían realizando su trabajo con el mejor rendimiento, por lo que, tener un procesador o gráfica de gama alta, y una fuente de media o baja, hará que hayamos gastado el dinero a lo tonto, ya que esa CPU o GPU irá a la mitad de lo que podría ir.
En resumen, si no tienes una fuente de alimentación capaz de suministrar la energía requerida por la suma de todos los componentes, podrías quemarla, estropear tu PC o, en el mejor de los casos, evitar que el resto de componentes funcione a un buen rendimiento, por lo que, antes de adquirirla, echa cálculos, es mejor que sobre a que falte. Nunca sabes cuando mejorarás algún componente y se te quedará corta. Además, no es lo más caro de un PC, así que no escatimes en ello, el mal funcionamiento de ella podría repercutir en el resto de las piezas.
Y tú, ¿qué fuente de alimentación tienes?, ¿cuántos vatios suministra?, ¿crees que es adecuada o en ocasiones puede quedarse corta? Déjanos un comentario con tu opinión.