Tanto los ingenieros de I+D de las empresas como los científicos siempre están investigando y haciendo pruebas y experimentos para intentar crear nuevas tecnologías y mejorar las existentes, y hay ocasiones en las que las noticias de sus logros nos sorprenden en demasía. Es lo que ha sucedido ahora, pues unos científicos han creado un disipador pasivo con agua salada que no solo mantiene a raya la temperatura del procesador, sino que ha mejorado su desempeño casi un 33%. Os lo contamos todo a continuación.
El ámbito de la disipación de calor lleva algunos años bastante estancada en cuanto a técnica: como sabéis tenemos dos tipos de disipadores, los que conocemos como «de aire» y las refrigeraciones líquidas, pero en ambos casos la técnica se basa en una superficie que hace contacto con el elemento que genera el calor (el procesador) y que luego se disipa, sea con un entramado de láminas de aluminio con ventiladores o con un líquido que lleva el calor a un radiador que a su vez se disipa con ventiladores. Estas premisas llevan muchos años sin cambiar, y crear avances al respecto está siendo bastante complicado.
Un disipador de agua salada, ¿realmente funciona?
Un artículo de investigación publicado recientemente presume de un «rendimiento extraordinario» utilizando un disipador pasivo que basa su funcionamiento en el agua salada, y que según los científicos es capaz de aumentar el rendimiento del procesador hasta en un 32.65%. Además, dicen que el sistema es capaz de «regenerarse» por sí mismo absorbiendo la humedad del aire.
Llamado «disipador de calor encapsulado en membrana cargada de sal higroscópica» (HSMHS), el sistema utiliza sal de bromuro de litio encapsulada en una membrana porosa que permite la evaporación del agua, y como hemos mencionado antes, luego es capaz de absorber la humedad que queda a consecuencia de ello en el ambiente para que el ciclo pueda volver a comenzar. Además, tened en cuenta que este disipador es pasivo, no requiere ventiladores para disipar el calor.
El funcionamiento de este disipador es realmente bastante sencillo: consta de un disipador cuadrado con una rejilla de cobre, en cuyo interior tiene una solución de agua salada (bromuro de litio) sujeto con una membrana porosa que permite que el líquido se evapore a través de ella. Debido a un proceso de desorción de la solución salina, se libera vapor de agua y se produce un fenómeno de enfriamiento que es lo que mantiene a raya la temperatura del procesador.
Los resultados de las pruebas preliminares de este experimento afirman que fueron capaces de mantener un procesador (no dicen cuál) a menos de 64 grados durante unas seis horas y media, y luego durante las horas de inactividad se dieron cuenta que el «disipador» se recargó porque había absorbido la humedad del ambiente. Además, afirman que este tipo de disipador es unas 10 veces más duradero que otras alternativas con las que estaban trabajando, como hidrogeles o material de cambio de fase.
Realmente, tener un disipador que está soltando humedad al ambiente no parece lo más adecuado en un sistema informático, puesto que ya sabéis que la humedad y los dispositivos electrónicos no es que se lleven demasiado bien, pero será interesante ver hacia dónde evoluciona y si este tipo de disipador termina siendo la alternativa a los disipadores que utilizamos a día de hoy en nuestros hogares.