AMD vende más del triple de procesadores que Intel: así han evolucionado en los últimos 5 años

Zen ha supuesto un cambio total de paradigma en AMD, y demuestra que un cambio en el concepto puede generar un impulso en los años venideros. Tal y como le pasó a la arquitectura Core, Zen ha evolucionado hasta convertirse en un rival a temer por Intel, hasta tal punto que los procesadores Ryzen 3000 venden 3 veces más que los Intel Core, una tendencia que ha cambiado en los últimos 5 años ¿sigue la guerra AMD vs Intel?
Los datos de Mindfactory.de puestos en perspectiva: AMD está en clara progresión
Cada pocos meses, el minorista Mindfactory.de lanza públicamente sus estadísticas internas sobre procesadores, ventas e ingresos de plataformas, datos que siempre son útiles para conocer de primera mano la evolución del mercado.
Normalmente, los datos están bastante acotados, por lo que solo vemos los últimos movimientos de este mercado. Al mismo tiempo olvidamos y casi obviamos la tendencia general de estos conforme avanza el tiempo. Pero ¿qué pasaría si juntamos todos los datos revisión a revisión?
Pues tendríamos una visión mucho más amplia de cómo ha evolucionado este mercado y sobre todo una tendencia de los usuarios.
Esto es lo que ha hecho ingebor, un usuario que ha recopilado la información disponible desde 2015 hasta hoy y ha representado en varios gráficos el comportamiento de las arquitecturas según el número de ventas de los procesadores y sus ingresos, así como el precio que han ido desarrollando tanto Intel como AMD.
CPUs vendidas
Como vemos el gráfico comienza poco antes de 2015, donde Intel estaba vendiendo algo más de 12.000 procesadores, mientras que AMD se conformaba con conseguir algo más de 3500.
AMD tenía en el mercado a sus FX bajo la arquitectura Vishera mientras que Intel estaba a punto de introducir Skylake a 14 nm como sustituta de Haswell. Entre tanto, Intel lanzó Devil Canyon impulsando poco a poco las ventas, hasta que sus 14 nm hicieron acto de presencia casi a punto de entrar 2016.
Con ello los de Swan dispararon las ventas sus procesadores mientras AMD resistía a duras penas, manteniendo una tendencia bastante sólida por otra parte.
Intel dominó con mano de hierro entre 2016 y 2017, donde situó la cuota general en un 80-20, pero AMD tenía lista la arquitectura Zen de la mano de Jim Keller. Zen supuso el cambio que AMD necesitaba, y comenzó a escalar en ventas hasta situarse a la altura de Intel casi a finales de ese mismo año.
Pero entonces Intel reaccionó lanzando Coffee Lake con su octava generación, lo que supuso de nuevo otro repunte para los azules y una bajada en los procesadores Ryzen 1000. AMD hizo lo propio lanzando Zen+ con sus Ryzen 2000 y ahí cambió el mercado.
Logró imponerse a Intel, donde Coffee Lake Refresh apenas hizo mella en las ventas, mientras que AMD seguía copando ingresos. Aunque la tendencia se debilitó e Intel tuvo un respiro, poco le duraron las alegrías a los azules, ya que Zen 2 se lanzó al mercado y las ventas se situaron en cifras récord, mientras que los de Swan poco a poco han ido cayendo.
Ingresos
Los ingresos son fiel reflejo de las ventas, donde los gráficos son tremendamente parecidos por pura lógica, pero tienen la salvedad, evidentemente, de que reflejan el precio por cada CPU vendida y con ello la suma total.
Esto hace que los gráficos generales de ambas compañías estén mucho más parejos, principalmente debido a que los procesadores de Intel suelen ser más caros, lo que posibilita que con menor número de unidades consiga acercarse a AMD.
Muy llamativos son el hecho de que, por ejemplo, Pinnacle Ridge supere por poco margen a Coffee Lake y por la mínima a Coffee Lake Refresh, donde ambos han competido en ingresos hasta la salida de Matisse.
Una vez puesta esta última en el mercado, los ingresos de AMD se han disparado a cotas no vistas desde los Athlon 64, en clara ascendencia general, por lo que será interesante ver en los próximos meses como evoluciona ya una vez pasado el interés inicial.
Precios
Quizás uno de los apartados más interesantes, ya que refleja dos datos muy claros. En primer lugar, AMD tuvo que mantener unos precios muy bajos por la poca competitividad de sus procesadores, donde la arquitectura Zen supuso al mismo tiempo situarse por encima de su rival.
Salvando este aumento tan repentino y que conllevaba volver a ser competitivos, es curioso como el precio ha ido reduciéndose paulatinamente, mientras que el de Intel ha ido aumentando, sobre todo con Coffee Lake.
Esto es debido al mayor tamaño de los chips, lo que implica que en las obleas se dispongan de menor número de ellos y por lo tanto, el precio aumente.
En cambio, AMD ha optado por una arquitectura modular donde sus chiplets cada vez son más simples y con ello el tamaño puede disminuir, siendo más rentable cada oblea.
Matisse ha supuesto otro aumento del precio medio en AMD, seguramente impulsado por el Ryzen 9 3900X, aunque los mismos ya están volviendo a bajar, tendencia similar a Intel, que parece estar saliendo del bache de la escasez.
El lanzamiento del Ryzen 9 3950X en noviembre puede dar un vuelco a este apartado, donde sus 799 dólares deberían impulsar la gráfica hasta cotas cercanas al precio medio de Intel.