Cómo arreglar los botones de tu ratón cuando ya no funcionan

Tarde o temprano, los botones principales de nuestro ratón (el izquierdo y el derecho) van a dejar de funcionar. Es algo que todos los que llevamos ya años en este mundo, reconocemos como cierto. Sin embargo, no siempre el culpable de este fallo se debe a que el interruptor del botón haya dejado de hacer clic como debiera. Así que, vamos a ver qué podemos hacer cuando los botones de nuestro ratón ya no funcionan como lo hacían de manera original, al comprarlo nuevo.
Es cierto que, en la gran mayoría de ocasiones, cuando los botones del ratón dejan de funcionar correctamente, se suele deber a un problema del hardware. Y no es de extrañar. El ratón es el periférico que más es abusado por parte de todos nosotros. Al contar con dos únicos botones principales, el número de pulsaciones que hacemos a estos botones es considerablemente superior al que hacemos a otros periféricos, como nuestro teclado. Probablemente, es debido a esto que los fabricantes de ratones, suelen diseñarlos con interruptores de alta resistencia en su interior. Al menos, en el caso de los ratones gaming.
Problemas de software con los ratones
Puede que te preguntes cómo solucionar los problemas de tu ratón, ya que últimamente no funciona bien. Aunque los problemas con los botones suelan deberse generalmente al hardware de los ratones, no siempre es este el caso. También pueden deberse estos problemas a problemas con el software de nuestro propio PC. Por tanto, lo primero que debemos de intentar determinar es de dónde viene el problema.
Para ello, la manera más sencilla de comprobarlo, es usando el ratón en otro PC. Si en este otro PC se siguen dando los problemas, está claro que es el ratón la causa de los mismos. Pero, si estos problemas desaparecen, está claro que el causante es nuestro propio PC. Ya sea por culpa del software que tenemos instalado en él, o por culpa de un puerto USB que no funciona bien.
Para determinar la causa, lo mejor es ir cambiando de puerto USB al que conectemos nuestro ratón. Si al probar en el resto de puertos seguimos con los mismos problemas, ya sabremos que se trata de un fallo del software de nuestro equipo. Si, por el contrario, al cambiar de puerto USB se soluciona el problema, entonces ya sabremos que ese puerto no realiza su función correctamente y no volveremos a usarlo.
Problemas de hardware con los ratones
Si ya hemos comprobado que es nuestro ratón el que no funciona:
- Si el ratón está en garantía, es hora de efectuar un RMA (Return Merchandise Authorization), ya sea a la tienda donde lo comprasteis o al propio fabricante de este. Dependiendo del precio del modelo que tengamos, puede valernos la pena esperar el tiempo que pase desde que mandemos el componente defectuoso hasta que tengamos uno nuevo o reparado en nuestro poder.
- Si el ratón ya no está en garantía, ni por parte del fabricante ni de la tienda, podemos optar por comprar uno nuevo o intentar reparar el nuestro. A este último respecto, debéis de saber este tipo de reparaciones suelen ser bastante laboriosas, y no tienen por qué dar el resultado que esperamos. Especialmente si lo que se nos ha estropeado es el propio interruptor del botón.
Soluciones a los problemas con los botones del ratón
Una solución que podemos realizar, si nos deja de funcionar un botón de nuestro ratón, es reasignarlo al otro botón que todavía nos funciona. Es decir, si nuestro botón izquierdo deja de funcionar correctamente, podemos asignar su función al botón derecho del ratón.
Para hacer esto, entraremos en la carpeta de «Ajustes» de nuestro Windows. Una vez allí, seleccionaremos en el menú de la izquierda, la opción «Raton».
Cuando la hayamos seleccionado, se nos abrirá la siguiente ventana.
En ella podemos cambiar cuál es nuestro botón principal, del izquierdo al derecho. Aunque si abrimos la opción de «Ajustes adicionales del ratón«, que está más abajo, también podremos configurar este mismo punto.
Esto puede ser una solución bastante aceptable para estos problemas, en el caso de no disponer de dinero para poder comprarnos un nuevo ratón. Especialmente, si estamos acostumbrados a usar un determinado modelo, que nos aporta determinada funcionalidad que un ratón normal no aporta.