Llevamos tiempo hablando de lo último de Valve de cara al sector gaming, en concreto de sus gafas de realidad virtual Index, las cuales han sido presentadas hoy incluyendo un buen número de avances que pueden revolucionar la concepción de este tipo de dispositivos por parte de los usuarios. Desde unos nuevos controladores, hasta una resolución de pantalla no vista, así como una tasa de refresco que sorprende, solo apta para tarjetas gráficas potentes.
Valve Index: las primeras gafas de realidad virtual para hardcore gamers
Todos tenemos en mente lo que representan en pleno 2019 unas gafas de realidad virtual, y lo primero que podemos decir de estas Valve Index es que en ese sentido todo se mantendrá más o menos igual. Si bien las gafas en sí no aportan un concepto nuevo, pero sus mandos sí.
Y es que hablamos de dos controladores de nueva factura que permiten mantenerse en nuestras manos incluso si los soltamos. Han recibido el nombre de Knuckles y su peculiaridad y característica es que van sujetos a la mano y no a la muñeca a través de una correa ajustable. Esto nos permite soltar el Knuckles y estirar la mano libremente, sin que el controlador se caiga al suelo o simplemente se mueva.
Dichos controladores utilizan 87 sensores, 174 en total, para intentar fidelizar los movimientos de nuestras manos, dedo a dedo, lo cual mejora la experiencia del usuario haciéndola más fidedigna.
En cuanto a las gafas en sí, Valve ha roto todas las barreras actuales ofreciendo una resolución de 1440×1600 por cada ojo, donde tendremos una tasa de refresco de 120 Hz con un modo experimental que eleva dicha cifra hasta los 144 Hz. Además, y por si fuese poco, el campo de visión es 20 grados más amplio que el de su rival directo Vive.
Estaciones base 2.0 y modificaciones de hardware que están por llegar
Uno de los aspectos más destacados sin duda es el de sus estaciones base 2.0, las cuales mejoran el seguimiento de campo. Valve afirma que son de mayor alcance y con un campo de visión más amplio que la versión preliminar.
Otra característica muy interesante es que Index permite modificaciones de hardware. Para ello Valve ha dotado a sus gafas de un espacio que se ubica en el frontal, justo detrás de la visera, y que al parecer está destinado a una serie de gadgets o periféricos que se podrán añadir a dichas gafas para personalizar la experiencia, según lo que cada desarrollador desee.


A esta ranura Valve la ha llamado «frunk«. Un detalle que ha gustado a la comunidad es que Index es compatible con las versiones anteriores de Vive, pudiendo usar sus controladores con estas nuevas gafas.
Por último, podremos comprar estas Valve Index por separado o como un kit, donde según la tienda oficial de Valve Index el conjunto de gafas, Knuckles y estaciones base 2.0 costará 1079 euros, estando disponibles a partir del 28 de junio de este 2019.
En cambio, si queremos comprar cada una de las tres partes por separado tendremos un coste de 539 euros para las gafas, 299 euros para los Knuckles y 159 euros para las estaciones base 2.0, lo cual nos da una suma total inferior a lo que pide Valve en su conjunto: 997 euros.
Para cerrar el círculo, Valve afirmó que están trabajando en una serie de juegos VR que acompañarán a sus gafas, y lo cual ha hecho saltar todos los rumores de si se tratará de un Half-Life VR. Al ser preguntados sobre esto, lógicamente no soltaron prenda, lo cual aviva la llama de los más conspiranoicos.