Fuentes de alimentación SFX vs ATX: ventajas e inconvenientes de ambos formatos
Las fuentes de alimentación SFX comienzan a verse poco a poco algo más, en su reducido nicho de mercado. La cuestión es que, todavía hay muchos usuarios que desconocen qué es una de estas fuentes de alimentación y en qué se diferencian de sus parientes, las fuentes de alimentación ATX. En este tutorial os hablaremos en profundidad de estos modelos de fuentes.
Las fuentes de alimentación SFX no son un nuevo estándar de fuente que ha salido hace poco tiempo. No, el origen de este tipo de fuente se remonta al año 1997, que es el año en el que Intel introdujo el formato micro ATX de placa base. De hecho, estas fuentes de alimentación se diseñaron para ser, en un principio, empleadas con ese tipo de placas base. Sin embargo, la realidad nos demuestra que, la gran mayoría de placas base micro ATX se emplearon (y se siguen empleando, a fecha de hoy) con fuentes de alimentación ATX normales, si la caja donde va montada la fuente lo permite (que suele ser lo habitual).
Y es que, el tamaño de la caja es el factor determinante de las fuentes de alimentación SFX. Este tipo de fuentes, como su nombre indica (SFX, Small Form Factor) se diseñaron, al igual que las placas base micro ATX (y las mini ITX) para ser empleadas en cajas para equipos de pequeño tamaño, como las cajas para los HTPC (Home Theater PC) de formato normal aplanado, o en formato cubo. Es decir, para su uso en sistemas donde lo que prima es el espacio que ocupe la caja con todo el hardware instalado.
Las fuentes de alimentación SFX no han acabado de triunfar en el mercado
La única diferencia que tiene una fuente de alimentación SFX con respecto a las fuentes ATX es su tamaño más reducido, lo que implica que el ventilador empleado para su refrigeración suele ser bastante más pequeño que los 120 o 140 mm que se suelen emplear en las fuentes ATX. Lo habitual es que estas fuentes empleen ventiladores de 80 mm, aunque también hay fabricantes que las diseñan para que puedan emplear ventiladores de 92 mm, lo que suele redundar en la sonoridad de la fuente (ya sabemos que, a menor diámetro del ventilador, mayores las rpm a las que ha de girar para conseguir una buena corriente de aire).
Las fuentes SFX también han heredado muchas características de las ATX, como son el anclaje totalmente modular de los cables a la fuente o el incremento paulatino de la eficiencia en ellas, no siendo raro encontrarse con modelos de eficiencia 80 PLUS Gold entre los que hay en el mercado. De hecho, mucas de estas fuentes se venden también con un adaptador destinado a facilitar el empleo de estos modelos con cajas ATX, dado que la ubicación de los taladros para el roscado de los tornillos es diferente entre ambos tipos de fuentes.
A pesar de ser un tipo de fuente perfectamente válido para ser empleado con cajas ATX, la realidad es que las fuentes de alimentación SFX no han terminado de cuajar en el mercado, por varias razones:
- El formato de caja que las acepta, representa un nicho muy pequeño de todo el mercado de cajas.
- El número de usuarios interesados en construir cajas tan pequeñas es bastante reducido.
- La mayoría de fabricantes de cajas, suelen hacer lo imposible para poder meter una fuente de alimentación ATX en el interior (incluso en cajas muy pequeñas).
- El rendimiento térmico y sonoro suele ser peor que el de las fuentes ATX.
- Suelen ser bastante más caras que las fuentes de alimentación ATX normales.
- Hay muy poca variedad de modelos en el mercado, y la mayoría suelen ser de gama alta.
Como ya decíamos en el artículo, este tipo de fuentes se ha desarrollado para un segmento del mercado muy nicho.