Intel Whiskey Lake soluciona algunos fallos de Spectre y Meltdown a nivel de hardware
Intel acaba de confirmar que los recientemente presentados procesadores para portátil, de núcleo Whiskey Lake, ya saldrán de fábrica con modificaciones en el interior de sus núcleos de trabajo, que anularían una posible infección por culpa de las vulnerabilidades Meltdown y Spectre. Estas vulnerabilidades se descubrieron a principios de 2018 y, hasta ahora, se habían combatido mediante parches.
Las dos vulnerabilidades, Meltdown y Spectre, han sido uno de los mayores quebraderos de Intel desde que su existencia se conoció para el gran público. Han pasado casi 9 meses desde que se descubrieran y, por el momento, lo único que han podido hacer los fabricantes de procesadores afectados por alguna de ellas (AMD y ARM solo fueron afectadas por Spectre, mientras que Intel fue afectada por las dos vulnerabilidades) es ir sacando actualizaciones del micro código de sus procesadores, mientras los usuarios esperaban que, con la siguiente arquitectura interna, se solventaran los problemas de manera definitiva.
El problema que siempre ha habido con estas vulnerabilidades, especialmente con Spectre, es que afectan a la manera en que se han diseñado los procesadores desde los tiempos de los primeros Core 2 Duo. Spectre, que es la vulnerabilidad de la que más variantes se conocen, es especialmente problemática por atacar la ejecución especulativa de los procesadores, que es una de las fuentes principales del aumento de rendimiento de estos.
Intel ya prometió que corregiría las vulnerabilidades Spectre y Meltdown en marzo
Intel ya había comentado el pasado mes de marzo, que corregiría las vulnerabilidades Meltdown y Spectre, el pasado marzo, citando que, para hacerlo correctamente, debería de ser cuando saliera al mercado una nueva arquitectura de procesadores. Desde entonces la única revisión de la arquitectura Core que se ha realizado ha sido para los procesadores con núcleo Whiskey Lake, que Intel presentaba hace tan solo unos días. Al ser esta corrección en el propio diseño de la arquitectura del procesador, éstos ya no requerirían ningún tipo de parche.
Pero, en realidad, esto no es así, dado que, aunque los nuevos procesadores serán completamente invulnerables a Meltdown, para Spectre las cosas no están tan claras. Ya que es la vulnerabilidad para la que más variantes se conocen, Intel solo ha podido corregir una de ellas, la variante 5, que es precisamente la variante que más podía afectar al rendimiento del procesador. El resto de variantes deberán de ser corregidas como hasta ahora, a base de actualizaciones de la BIOS con nuevo micro código para los procesadores, más parches para el sistema operativo. El hecho es que se estima que aún faltan varios años para que los procesadores se puedan librar de la vulnerabilidad Spectre en su diseño interno.