Diferencias entre una tarjeta gráfica NVIDIA GeForce GTX y una Quadro
Todos sabemos que la diferencia entre el precio que tienen las tarjetas gráficas de la gama NVIDIA GeForce GTX y las de la gama profesional NVIDIA Quadro suele ser bastante abultada. Pero ¿cuál es el motivo por el que esta gama de tarjetas gráficas profesionales cuesta bastante más dinero que sus hermanas, que podemos comprar en cualquier tienda?
Las diferencias de precio entre las tarjetas gráficas «normales» (las NVIDIA GeForce GTX, orientadas más hacia el mundo de los videojuegos), y las tarjetas gráficas profesionales (las NVIDIA Quadro) siempre han sido antológicas. Generalmente, y dentro de una misma generación de núcleos gráficos, las tarjetas gráficas profesionales pueden llegar a costar entre 4 y 10 veces más que sus hermanas más baratas.
Sin embargo, por dentro, ambos modelos de tarjetas gráficas, dentro de una misma generación, suelen montar siempre el mismo modelo de núcleo gráfico. Sí, efectivamente: las NVIDA Quadro de cada generación siempre montan la misma GPU que los modelos más orientados a los videojuegos o trabajo profesional de poca envergadura. Algo, por otra parte, lógico, si tenemos en cuenta que desarrollar dos núcleos gráficos diferentes en cada generación representaría un esfuerzo económico sustancial para NVIDIA, que al final acabaría repercutiendo en los propios usuarios, ya sean estos domésticos o profesionales.
La NVIDIA GeForce GTX tiene una GPU peor que las de las NVIDIA Quadro
Aunque las NVIDIA GeForce GTX compartan el modelo de núcleo gráfico con las NVIDA Quadro, eso no significa que ambos sean iguales. Las GPU que montan las NVIDIA Quadro son modelos que se han seleccionado dentro de la cadena de producción por presentar mejores características cuando están en funcionamiento, como mejor confiabilidad, menor consumo y menor producción de calor (algo así como las GPU «pata negra» de la cadena de ensamblaje).
Otra cosa que también tienen estas tarjetas gráficas profesionales es la certificación profesional para los programas en los que se van a usar, como los de animación, render, diseño, edición de imagen y sonido, etc. Todo esto, sumado a que estas tarjetas suelen llevar una memoria que suele ser de tipo ECC para evitar los errores que, si bien en nuestras tarjetas gráficas habituales no suelen tener mucha importancia, en un trabajo pueden hacer perder mucho dinero y horas de trabajo.
Pero la característica que es realmente más importante de todas las que emplean las tarjetas gráficas profesionales es el uso de las operaciones de coma flotante de doble precisión, una característica fundamental para realizar operaciones avanzadas de computación. En contrapartida, las NVIDIA GeForce GTX solo tienen acceso a operaciones de coma flotante de precisión simple que son, como bien podréis suponer, mucho menos exactas que las de doble precisión y, por tanto, no aptas para cierto tipo de trabajos a nivel profesional.
En cualquier caso, también hay que tener en cuenta que las tarjetas gráficas profesionales suelen ser compradas, en su gran mayoría, por grandes empresas que realmente necesitan las características avanzadas, la confiabilidad y duración en el tiempo que ponen sobre la mesa, lo que en gran manera puede justificar la diferencia en el precio que hay entre ambas gamas. O quizás no.