Todo tiene que tener un final, pero en éste caso a Intel parece habérsele ido la mano. La compañía ha decidido finalizar la producción de su generación de procesadores Broadwell-E, que fue lanzada hace apenas un año. Esto incluye los procesadores Intel Core i7 6800K, 6850K, 6900K y 6950X. De acuerdo al documento publicado por Intel, aceptarán pedidos de dichos procesadores hasta el 25 de Mayo de 2018, o en otras palabras, solo año y medio después de su lanzamiento.
La verdad es que la generación de procesadores Broadwell-E fue recibida tanto por la crítica como por los usuarios con sentimientos encontrados. Por una parte, se trata de procesadores realmente muy potentes, pero tanto su precio como su consumo estaba disparado y, por éste motivo, su nivel de ventas no ha sido todo lo bueno que a la compañía le habría gustado. Y es este, probablemente, el motivo por el que Intel haya decidido cesar su producción bastante antes de lo que es habitual.
Ya sabéis que actualmente tenemos los procesadores Skylake-X que sustituyeron a los Broadwell-E, más potentes aunque con el mismo consumo aproximadamente. Con esto, y dado el margen de seis meses que Intel ha dado para poder seguir haciendo pedidos de ésta generación de procesadores, probablemente Intel simplemente quiera quitarse de encima el stock que tenga ya fabricado. Han dicho también que aunque a partir del 25 de Mayo ya no aceptarán más pedidos, seguirán enviando mientras tengan stock hasta el 9 de Noviembre, dentro de un año.
Esperemos que esto signifique que Intel va a realizar una buena bajada de precios en los procesadores Broadwell-E, pues de lo que no cabe duda es de que a día de hoy son procesadores muy válidos y potentes y que, si fueran más baratos, sin duda merecerían la pena. No obstante ésta es solo una suposición mía, aunque existe desde luego la posibilidad de que se cumpla.