El CEO de Intel, Brian Krzanich, anunció en la conferencia para inversores que más de 250 millones de dólares de su capital se invertirán en el desarrollo de vehículos autónomos durante los próximos dos años. La intención de Intel, en colaboración con BMW y otros, es la de hacer que la conducción totalmente autónoma sea una realidad a corto plazo.
Salir de casa, montarte en el coche, decirle dónde quieres ir y relajarte mientras el vehículo hace todo el trabajo. Éste es el sueño de Intel, y prueba de lo comprometidos que están con éste futuro a corto plazo es el anuncio de una nada desdeñable inversión de 250 millones de dólares para lograrlo. Además hay que mencionar que es la primera vez que la compañía celebra una conferencia sobre conducción autónoma.
La intención de Intel es que ésta inversión se utilice en llevar el desarrollo de las tecnologías que fomentan la conectividad de próxima generación, comunicación, riesgos, deep learning, seguridad y demás al próximo nivel. Quieren hacer hincapié en las áreas que están potenciadas por las nuevas tecnologías, y Krzanich remarcó tecnologías como el Internet de las cosas (IoT), la innovación y el transporte, donde la tecnología puede ayudar a mitigar de manera directa algunos riesgos de seguridad mejorando la seguridad, movilidad y eficiencia a coste reducido.
Éstas palabras pueden resultar demasiado densas así que lo voy a explicar con un ejemplo salido de mi propia cabeza: los coches autónomos deben tener una infinidad de sensores para saber en todo momento qué tienen a su alrededor y poder actuar en consecuencia; lo que Intel pretende es fomentar (por ejemplo) el uso de mejores sensores, interconectados y en comunicación directa con el “cerebro” del coche y, ojo al dato, con la nube.
Y esto último viene a otra de las declaraciones del CEO de Intel, pues comentó que dentro de la variedad de sensores, sonar, LIDAR y cámaras que se incorporan en los coches autónomos, un único vehículo puede llegar a transmitir hasta 4.000 GB de datos en un solo día, por lo que los fabricantes deben estar preparados para tales volúmenes de datos, y con esto no nos referimos a que haya que instalar un rack de discos en los coches, sino que éstos deben de poder trabajar estando conectados a la nube.
¿Qué opináis vosotros al respecto?