Comprar una tarjeta gráfica se ha vuelto una actividad de riesgo, y es que actualmente los precios están por las nubes y una mala decisión puede costarnos realmente caro. Por ello, es imprescindible saber que necesitamos para acertar a la primera y con ello disfrutar de nuestra compra. Hoy vamos a conocer los detalles más importantes a la hora de decidir dicha compra para cualquier usuario, desde el más neófito al más experimentado.
Antes de comenzar, vamos a dar por sentado una serie de parámetros y características base que entendemos debe tener todo equipo en la actualidad. Por ejemplo y contando con el matiz de la actualización y no la compra de un PC nuevo, es necesario que nuestra placa base tenga un PCIe 3.0 X16 al menos, lo que implica equipos de hace 8 años hacia la actualidad.
Tenemos que tener en cuenta la fuente de alimentación, con al menos dos conectores de 8 pines para albergar cualquier modelo actual y por supuesto, una torre al menos ITX con 28 cm de espacio para la tarjeta gráfica. Con estos tres parámetros cubiertos al menos, vamos a ver que tenemos que tener en cuenta para elegir correctamente.
Presupuesto para comprar la tarjeta gráfica
Lo realmente importante en cualquier compra es el presupuesto del que disponemos, ya que será él el que nos acote dicha adquisición. ¿Por qué es importante? Pues por la sencilla razón de que tenemos que ser flexibles, tanto por arriba como por abajo.
Muchas veces un salto de gama implica unos pocos euros/dólares de más, pero en otras ocasiones dichos euros no compensan para la ganancia de rendimiento que vamos a obtener. Por lo tanto, en este apartado prima la flexibilidad y conecta directamente con el siguiente a la hora de comprar una tarjeta gráfica. Lo que debes tener claro es que no deberías cerrarte en banda en un presupuesto, sino que más bien deberías establecer un rango en el que poder moverte.
Conocer nuestras necesidades
Con el presupuesto definido en un GAP más o menos estrecho, llega el turno de hacer una introspección hacia nosotros mismos en cuanto a nuestras necesidades y expectativas. Esto es fundamental, ya que no hay mejor compra que aquella con la que nos sentimos totalmente satisfechos.
Optar por un modelo u otro va a depender, aparte del presupuesto, del rendimiento bajo la resolución que vamos a jugar, de lo que esperamos sobre sonoridad, temperatura u overclock, sin olvidar el consumo o peso de la tarjeta, sincronización RGB, etc.
Por lo tanto, a la hora de lanzarte a comprar una nueva tarjeta gráfica lo primero es tener claro qué es lo que buscas para luego no llevarte decepciones; si por ejemplo quieres comprarte una tarjeta gráfica para poder jugar a resolución Full HD y 240 Hz, no será el mismo modelo que si tus aspiraciones son jugar a 1440p y 60 FPS.
Información antes de lanzarte a comprar la tarjeta gráfica
Parece tan obvio que puede resultar una sorpresa, pero la realidad es que necesitamos estar lo mejor informados posibles para poder decidir correctamente. Reviews/análisis de calidad, opiniones de otros usuarios y realizar un scout por muchas tiendas es tan importante o más que todo lo escrito.
Cada usuario es distinto y le priman unas características más que otras, por lo que la información que tengamos es parte importante de la decisión que vayamos a tomar.
Conoce la potencia de tu fuente de alimentación
Parte de las características de la tarjeta gráfica es su consumo. Dicho consumo los suministrará nuestra fuente de alimentación, por lo que tenemos que saber dos parámetros fundamentales de ella: potencia en vatios y amperios en la línea de +12V.
Lo recomendable es tener en estas dos características el doble de prestaciones que requiera la tarjeta que estamos mirando (al menos). Una PSU al 50% de su rendimiento es cuando más eficiencia consigue, es decir, cuando menos energía derrocha en forma de calor, por lo tanto, si la GPU que hemos visto consume 250 vatios, lo ideal es superar la barrera de los 500 vatios en nuestra fuente, ya que al consumo hay que sumar lo requerido por el resto del equipo.
Asegúrate de que tienes conectores PCIe suficientes
Aunque contamos de inicio con el hecho de que nuestra PSU tiene al menos dos conectores de 8 pines, lo ideal es que posea varias opciones: conector simple de 8 y 6 pines, conectores dobles de 8 y 6 pines, o incluso ambos.
Esto dejaría la puerta abierta a cualquier GPU del mercado en este apartado, consuma lo que consuma dicha tarjeta gráfica.
Dimensiones
Hay muchos modelos de tarjeta gráfica, pero necesitamos una que entre bien en nuestra caja. Como hay tantos modelos de cajas como gráficas, es indispensable que tengamos en cuenta el espacio interno, tanto en largo como en alto, así como en número de brackets para la instalación de dicho componente. Suele ocurrir que en equipos premontados las cajas son de dimensiones muy compactas, lo cual limita los modelos de tarjeta gráfica más grandes, ergo es un apartado muy a tener en cuenta en este tipo de casos.
En todo caso solo tendrás que fijarte en las especificaciones tanto de tu actual caja como de la tarjeta gráfica que pretendes comprar para ver cuál es el largo máximo que admiten, y si tu caja no es de reducidas dimensiones el alto no debería ser, por norma general, algo de lo que debas preocuparte porque está más o menos estandarizado.
Peso de la tarjeta gráfica
Normalmente, las gráficas de mayor tamaño suelen tener un mayor peso. Esto es importante porque si nuestra placa base no dispone de PCIe con refuerzos, una tarjeta muy pesada puede deformarlo e incluso partirlo en ciertos casos.
Hay opciones para paliar esto, como los reinforce, que son opciones baratas y en algunos casos estéticas que permiten a la gráfica mantenerse recta no teniendo un único punto de apoyo en el PCIe. En cualquier caso, el peso es otro factor clave, tan importante como las dimensiones.
Salidas de vídeo
Por último, las salidas de vídeo necesarias para nuestro monitor son algo fundamental que debemos tener en cuenta. Muchos modelos actuales ya prescinden directamente del viejo DVI, por ello si nuestro monitor integra dicha entrada, necesitaremos una GPU con soporte para ello.
Damos por sentado que nadie va a buscar una tarjeta gráfica con salida VGA, puesto que ese tipo de monitor está EOL desde hace casi dos décadas, pero en el caso del DVI aunque sigue el mismo camino, sigue habiendo monitores con soporte.
Con estos consejos comprar una tarjeta gráfica será una acción de menor riesgo y estaremos seguros de que la opción escogida es la que más nos interesa y se adapta a nuestras necesidades.