Por fin las GTX 1080 Ti están disponibles, y más vale tarde que nunca -por motivos ajenos a nosotros- por fin os presentamos nuestro análisis de éstas, concretamente del modelo Founders Edition de NVIDIA. Con un precio de 829 euros en tiendas de España, ésta tarjeta gráfica está basada en el mismo núcleo de silicio que las Titan X Pascal, modificado para entregar más potencia y con un precio sensiblemente superior. El lanzamiento de las GTX 1080 Ti ha traído con sigo además una bajada de precio en los modelos inferiores (léase GTX 1080 y 1070), algo que ha hecho que las gráficas de más alta gama de la compañía sean ahora más atractivas que nunca.
Aunque la nueva Geforce GTX 1080 Ti está basada en el mismo núcleo Pascal GP102 que las actuales Titan X Pascal, se trata en realidad de una versión en la que se han quitado ciertos aspectos del núcleo gráfico a la par que se ha optimizado muchas partes de éste para que sea más eficiente con los juegos, que es el nicho de mercado a donde esta gráfica va dirigida. Así, por ejemplo, el núcleo sigue teniendo 3.584 núcleos CUDA en su interior, pero la cantidad de memoria disponible baja hasta los 11 GB al igual que el bus de memoria, que se hace más estrecho para quedar en 352 bits. Por otra parte, la memoria emplea una versión remozada y mejorada de la GDDR5X que ya utilizan las actuales Geforce GTX 1080 con una frecuencia de 11 GHz, lo que acaba dando un ancho de banda de unos nada despreciables 484 GB/s.
Otro cambio sobre la Titan X Pascal es que el número de ROPs baja de los 96 hasta los 88, aunque el número de TMUs se mantiene en 224 unidades. El núcleo de esta nueva tarjeta tiene una frecuencia de boost de 1,6 GHz y puede overclockear hasta los 2 GHz. Para ello, Nvidia ha revelado que los requerimientos de potencia de la tarjeta necesitarán de dos conectores de alimentación (uno de 6 y otro de 8 pines) y tendrá un consumo de 250 W, para los cuales este modelo tendrá unos VRMs de 7 fases y un nuevo disipador de cámara de vapor bastante más eficiente que el que hasta ahora llevaban las gráficas de la marca verde.
En su modelo de referencia, NVIDIA ha preferido dejar de lado el conector DVI-D que hasta ahora equipaban todas sus tarjetas gráficas para sustituirlo por un puerto DisplayPort, de manera que la tarjeta tiene en total tres de estos puertos más un HDMI, aunque la marca ha decidido entregar con la tarjeta un adaptador de DisplayPort a DVI-D, de manera que tenga cubiertas todas las posibles necesidades de sus clientes.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS
Las características técnicas ya las hemos explicado un poco más arriba, así que no vamos a incidir más en ellas (máxime porque ya son más que conocidas por todos y más tratándose del modelo de referencia de NVIDIA).
ANÁLISIS EXTERNO
La NVIDIA GeForce GTX 1080 tI que nos han enviado es la Founders Edition, y por lo tanto cuenta con el habitual disipador de tipo blower (turbina) con cámara de vapor, que favorece una muy buena refrigeración de todos los componentes internos -incluyendo memoria y VRM- y expulsa el calor directamente fuera de la caja. Viene embalada en una caja de cartón duro con los colores negro y verde habituales en la compañía, con poca o nada de información en el exterior salvo la marca y el modelo de la gráfica en sí.
En el interior, protegida por una bolsa de plástico antiestático (que hemos quitado para tomar la foto), nos encontramos con la GTX 1080 Ti posando en una posición de exposición.
Vamos a ver antes que nada los accesorios, pues a diferencia de cuando analizamos la GTX 1060 Founders Edition en éste caso NVIDIA sí que incluye bastantes cosas. Éstas vienen en dos cajas de cartón, una para los panfletos y demás y otra que tiene en su interior el adaptador de DisplayPort a DVI que hemos comentado antes.
Aquí tenéis el adaptador.
Y aquí los panfletos, que incluyen por supuesto la habitual guía de uso rápido.
Me ha gustado el detalle de que se incluya una pegatina (advierten que de un solo uso, así que ojo dónde la ponéis) para demostrar la exclusividad de la Founders Edition.
Más de cerca. A pesar de ser pegatina, es rígida y en relieve.
Vamos con la gráfica. Aquí la tenéis posando para la cámara, con su disipador de tipo blower con cámara de vapor que es muy parecido al de anteriores generaciones.
Como es habitual en las gráficas de referencia del fabricante, en la zona izquierda tenemos el modelo.
Y en la parte derecha el ventilador de tipo blower, encargado de refrigerar los componentes internos de la gráfica.
En el centro, una pieza de plástico transparente nos permite ver las aletas de aluminio pintadas de negro del disipador interno (tiene un plástico para que no se raye que no hemos querido quitar porque la gráfica la tenemos que devolver (lamentablemente)).
En el lateral superior de la gráfica tenemos el habitual anagrama “GEFORCE GTX” que se iluminará en color verde cuando el dispositivo esté en funcionamiento, los dos conectores SLI y los PCI-Express de alimentación.
Aquí podéis ver estas tres partes más de cerca. Nótese que necesita, a diferencia de la GTX 1080, un conector PCI-Express de 8 pines y otro más de 6 pines.
Dándole la vuelta a la gráfica podemos ver el backplate que claramente se divide en dos piezas de metal pintado de color negro. Éste es el mismo diseño que ya pudimos ver en las GTX 1080 Founders Edition.
Por la parte trasera vemos una entrada de aire y más aletas de aluminio pintado.
Y, finalmente, las salidas de vídeo consistentes en tres DisplayPort y un HDMI.
ANÁLISIS INTERNO.
Vamos a comenzar a desensamblar la gráfica para poder enseñárosla por dentro. Mucho ojo con esto, pues el desensamblado del disipador si bien no es complicado sí que es muy laborioso y hay que hacerlo de manera muy metódica, pues consta de un total de 52 tornillos (doce más si queréis desmontar el ventilador) y además de diferentes tipos, incluyendo philips pequeños, torx de varios tamaños y tipo tuerca. Aquí podéis verlos.
Vamos a ello. Comenzamos retirando el backplate con una infinidad de tornillos de pequeño tamaño, y que nos deja ver el PCB por detrás.
Para poder retirar el disipador, tenemos que quitar otro buen puñado de tornillos de tipo tuerca sobre los que, precisamente, se ancla el backplate metálico con tornillos pequeños.
Una vez retirados todos los tornillos de la parte trasera podemos dar la vuelta a la gráfica y tras quitar tres tornillos laterales por cada lado podemos ya retirar la primera pieza del caparazón, que nos permite ver las aletas de aluminio del disipador que va anclado a la GPU.
Ésta es la pieza.
Quitamos cuatro tornillos más y podemos retirar la pieza trasera del caparazón, que cuenta con un cable de alimentación que va al PCB pues recordad que ésta zona se ilumina cuando la gráfica está encendida.
Así es como tenemos el panorama ahora mismo.
Ahora podemos ya quitar el disipador de la GPU sin problemas. Podemos ver que NVIDIA no ha escatimado en cuanto a cantidad de pasta térmica.
La GPU.
Ya podemos retirar el resto del caparazón, que como veis tiene un buen puñado de cintas térmicas para que el disipador haga contacto con los chips de memoria, VRM, MOSFETs y demás.
Ya con la GPU limpia de pasta térmica, aquí tenéis el PCB de la GTX 1080 Ti desnudo.
Y aquí el famoso chip GP102.
En la siguiente galería podéis ver los chips de RAM (que por cierto no tienen serigrafiada la marca, aunque sabemos que son de Micron), VRM y demás. Fijaos también que el PCB tiene los agujeros preparados para que los ensambladores puedan sacar un conector PCI-Express de alimentación por detrás si quieren.
Finalmente, aquí podéis ver la gráfica ya instalada en nuestro sistema y con el logotipo iluminado en color verde.
Recordad que podéis instalar NVIDIA LED Visualizer en vuestro sistema para controlar ésta iluminación.
TESTEO.
Vamos a comenzar enumerando los componentes de hardware que hemos utilizado para las pruebas, consistentes en nuestra plataforma habitual.
- Intel Core i5-6600K a 4,2 Ghz.
- Asus Z170 Deluxe.
- 2×8 GB Corsair Vengeance LED DDR4 3200 Mhz.
- Corsair Neutron XTi 480 GB SATA3.
- Corsair RM1000i.
El sistema operativo utilizado ha sido Windows 10 Pro de 64 bits con todas las actualizaciones instaladas, y el controlador gráfico empleado ha sido el GeForce 378.78, el último disponible a la hora de realizar el análisis.
Comenzamos como siempre con la captura de rigor de GPU-Z.
Mirad un dato curioso. Éstos son los valores máximos que detecta GPU-Z de la gráfica tras estresarla un rato con Furmark.
Como podéis ver el core no funciona a 1582 Mhz en modo Boost sino que alcanza los 1898 Mhz, muchísimo más elevado de lo que NVIDIA decía en las especificaciones técnicas.
Consumo y temperatura
Vamos a empezar a hablar de la temperatura. La gráfica que podéis ver a continuación es el Delta de temperatura, es decir, la temperatura medida menos la temperatura ambiente, de manera que si ésta última varía durante las pruebas no afecte a la comparativa con otras gráficas.
Si lo comparamos con otras gráficas tenemos el siguiente gráfico.
La GTX 1080 Ti es bastante «calentita», aunque menos que la GTX 980Ti, y eso que tiene disipador de tipo blower. Para que nos entendamos, alcanzó los 86ºC bajo Furmark.
En cuanto al consumo, como siempre, hemos utilizado un medidor de enchufe Efergy eSocket para medir el consumo global del equipo. Solo hemos medido el consumo del sistema completo, sin monitor, y éste ha sido el resultado tanto en reposo (idle) como en Full Load (Prime95 + Furmark + HD Tune).
Comparado con el resto de gráficas tenemos lo siguiente.
Efectivamente la GTX 1080 Ti es una gráfica «tragona», y no en vano NVIDIA la especifica con un TDP de 250 vatios. No obstante nuestro equipo a máxima carga no llega a consumir 500 vatios, por lo que con una fuente de alimentación de 650 vatios de buena calidad tendríamos de sobra.
Pruebas sintéticas
Comenzamos las pruebas sintéticas con un test de rendimiento GPGPU de Aida64 que nos va a mostrar la potencia bruta de cálculo del sistema.
Ahí tenéis esos 12,5 TFLOPs de potencia que nos promete el fabricante. La verdad es que es una auténtica bestia.
3DMark
Nada mejor que 3DMark para ver el rendimiento en benchmarks sintéticos de ésta tarjeta gráfica, y lo hacemos en las tres versiones que tiene FireStrike. Éste ha sido el resultado.
Y por supuesto no puede faltar el nuevo Time Spy bajo DirectX 12.
El rendimiento es el esperado, bastante por encima de las GTX 1080 e incluso de las Titan X Pascal, por no hablar de la Radeon RX 480 que actualmente es el tope de gama de AMD hasta que lancen Vega.
Por supuesto también hemos querido probar la gráfica en Heaven Benchmark, una prueba que nos da una idea bastante concreta de cómo se va a desenvolver en juegos.
Un rendimiento realmente excelente, muy por encima de todo lo que teníamos entre manos hasta la fecha. Como comparación, la RX 480 de AMD apenas supera los 50 FPS en Heaven Benchmark.
Para terminar con las pruebas sintéticas y antes de entrar en materia de juegos (pues lógicamente quien se compre ésta gráfica la quiere para jugar), dado que NVIDIA presume de que está orientada a proporcionar a los usuarios una excelente experiencia en realidad virtual sin tener que gastarse mucho dinero, hemos pensado que no hay benchmark mejor que el Steam VR. Éste ha sido el resultado.
Nada que añadir aquí, el rendimiento en SteamVR es simplemente perfecto.
Pruebas en juegos
Ahora sí, vamos a lo que de verdad interesa que son los juegos. Como en los anteriores análisis que hemos realizado desde que tenemos nuestro nuevo banco de pruebas, hemos empleado algunos de los títulos más jugados del panorama actual, y lo hemos hecho tanto en resolución Full HD como en Ultra HD.
En la siguiente gráfica podéis ver el rendimiento en FPS medios medidos con la utilidad de Benchmarking de FRAPS en algunos títulos actuales, en todos los casos con todos los ajustes gráficos al máximo. Haced clic en las gráficas para verlas más grandes.
El resultado salta a la vista, la NVIDIA GeForce GTX 1080 Ti Founders Edition es la tarjeta gráfica más potente que ha pasado por nuestras manos y se desenvuelve de manera holgada en todo tipo de juegos, incluyendo a resolución Ultra HD en la que únicamente en Dishonored 2 ha bajado de los 60 FPS de media (y aun así se ha quedado muy cerca).
CONCLUSIÓN
Una nueva gráfica tope de gama está ya en las tiendas, y es la NVIDIA GeForce GTX 1080 Ti, una gráfica que tiene un precio históricamente bajo para lo que venía siendo habitual en el fabricante (aunque sigue fuera del alcance de muchos bolsillos) y que bate todos los récords. Si buscas el mejor rendimiento sin importar el precio, aquí tienes la mejor opción que hay en el mercado, ni más ni menos.
La GTX 1080 Ti no solo tiene una potencia bestial en todo tipo de juegos, sino que además es capaz de mantener un buen nivel sonoro incluso a máxima carga, algo que no es habitual en gráficas con disipador de tipo blower pero que NVIDIA lo ha logrado gracias al uso de la cámara de vapor en éste pulido disipador que monta. Sinceramente yo he quedado encantado.
PROS:
- Soberbio rendimiento en todo tipo de juegos y resoluciones.
- El consumo es bastante aceptable.
- No es demasiado ruidosa a pesar de su tipo de disipador.
- Excelente calidad de materiales.
- Muy sólida (aunque tediosa de desmontar).
- Precio teniendo en cuenta los precedentes.
- Incluye adaptador de DisplayPort a DVI, panfletos y pegatina exclusiva.
CONTRAS:
- 829 euros siguen siendo 829 euros.
- Temperaturas elevadas (86ºC máximo en nuestras pruebas).
- La tengo que devolver.
Por todo ello no podemos sino otorgarle nuestro galardón de Platino a la GTX 1080 Ti de NVIDIA, así como nuestra recomendación por su «casi insultante» rendimiento.