ASUS vuelve a la carga con una de las consolas portátiles más esperadas del año, la ASUS ROG Xbox Ally X, una evolución del modelo de 2023 que busca perfeccionar todo lo que ofrecía la primera ROG Ally para convertirse en la referencia definitiva del gaming portátil. Esta consola es fruto de una estrecha colaboración entre Microsoft y ASUS, que han creado una nueva versión que no solo actualiza su hardware sino que también integra de forma profunda el ecosistema Xbox, ofreciendo soporte nativo para Game Pass y una experiencia de juego fluida tanto en local como en la nube.
En HardZone hemos tenido la oportunidad de analizar de primera mano esta ROG Xbox Ally X durante dos semanas, el modelo tope de gama, y en este artículo os vamos a contar de primera mano hasta qué punto cumple con las expectativas. Pondremos a prueba su rendimiento, su eficiencia térmica y de batería y os hablaremos de su nuevo diseño, así como sus capacidades para redefinir lo que una consola portátil puede ofrecer a los jugadores de PC ya que, al utilizar sistema operativo Windows, es realmente una handheld PC.
ASUS ROG Xbox Ally X, especificaciones técnicas
Como hemos mencionado hace un momento, ASUS nos ha enviado el modelo ROG Xbox Ally X, el tope de gama, si bien también lanzan hoy un modelo un poquito inferior (el modelo sin X) en color blanco. En la siguiente tabla hemos recopilado las especificaciones técnicas de ambas consolas.
| Steam Deck OLED | ASUS ROG Xbox Ally | ASUS ROG Xbox Ally X | |
|---|---|---|---|
| Sistema operativo | SteamOS | Windows 11 Home | Windows 11 Home |
| CPU + GPU | AMD Zen 2 4 núcleos/8 hilos 2.4-3.5 GHz - AMD RDNA 2 8 CU 1-1.6 GHz | AMD Ryzen Z2 A (4 núcleos a 3.8 GHz) | AMD Ryzen AI Z2 Extreme (8 núcleos a 5 GHz) |
| Memoria RAM | 16 GB LPDDR5 5500 MT/s | 16 GB LPDDR5X | 24 GB LPDDR5X |
| Almacenamiento | 512GB/1 TB PCIe Gen 3 | 512 GB PCIe 4.0 | 1 TB PCIe 4.0 |
| Pantalla | OLED HDR 7,4" 1280 x 800 90 Hz | 7 pulgadas IPS táctil Full HD (1920 x 1080) 120 Hz Brillo máximo 500 nits Cobertura Gorilla Glass | 7 pulgadas IPS táctil Full HD (1920 x 1080) 120 Hz Brillo máximo 500 nits Cobertura Gorilla Glass |
| Precio | 549/679€ | 599€ (ASUS Store) | 800€ (ASUS Store) |
No cabe duda de que la ROG Xbox Ally X representa un salto generacional bastante marcado con respecto al modelo de 2023, con un hardware más potente y más eficiente. En su interior alberga un AMD Ryzen AI Z2 Extreme, un procesador de ocho núcleos con arquitectura Zen 5 y gráficos RDNA 3 capaz de mover títulos triple A a su resolución nativa con bastante solvencia. A esto hay que sumar sus 24 GB de memoria RAM y un SSD PCIe 4.0 de 1 TB de capacidad, que garantizan fluidez y tiempos de carga reducidos. Todo ello, con una pantalla táctil IPS Full HD de 120 Hz que garantiza una excelente experiencia en gaming.
Otro de los puntos destacados es su batería, ahora de 80 Wh que mejora notablemente la autonomía sin aumentar demasiado el peso de la consola, que no nos engañemos, con más de 700 gramos es de las más pesadas del mercado. ASUS también ha rediseñado la refrigeración y distribución interna del hardware, logrando una consola más equilibrada y silenciosa. El nuevo USB-C compatible con Thunderbolt amplía las posibilidades de conexión, permitiendo el uso de gráficas externas o la conexión a monitores gaming grandes.
Por supuesto, una de las señas de identidad de esta consola es la colaboración con Xbox y eso se ve reflejado en su diseño externo, que en lugar de ser completamente (o casi) plano, ahora tiene los típicos agarres del mando de Xbox, haciendo que a pesar de que la consola sea grande y pesada, sea fácil de sujetar durante horas de juego. De hecho, se puede sujetar perfectamente con una mano (tampoco como para estar así mucho tiempo, pero ya me entendéis).
Si bien la ROG Xbox Ally X parte de un precio de 899 euros frente a los 599 euros de la versión estándar, la verdad es que las mejoras son notables y justifican el incremento de precio. Y es que no solo ofrece un mejor rendimiento con mejor procesador y más RAM, es que también tiene el doble de almacenamiento y una mejor batería, algo que quienes buscan tener la mejor experiencia de juego posible en una consola portátil sabrán apreciar.
Unboxing y análisis externo
La ASUS ROG Xbox Ally X viene embalada en una caja de cartón rectangular de color negro, en cuya cara frontal podemos encontrar una imagen de la consola, con su nombre y diversos logos de ROG y Xbox en los laterales. Tiene una cubierta de cartón blando por fuera que hay que retirar, y luego otra de cartón duro que es exactamente igual que la blanda en cuanto a contenido. Realmente se la podrían haber ahorrado, pero bueno.
Solo una pegatina en la parte trasera nos da algo de información de la consola.
La caja se abre retirando la parte superior, y al hacerlo vemos que ésta tiene un compartimento con un pequeño soporte para la consola hecho de cartón, con la consola tapada con un plástico en la otra parte que contiene un pequeño croquis.
Este es el soporte de cartón.
Y aquí podéis ver más de cerca el croquis. En este, el fabricante nos indica cómo se enciende la consola y dónde es mejor conectar el alimentador de corriente.
Comencemos viendo los accesorios primero, que vienen debajo de la consola. En este caso, aparte del soporte que hemos visto antes tenemos los típicos panfletos informativos, pero ojo al de la garantía porque parece un libro de lo gordo que es.
No se incluye adaptador de corriente, algo que honestamente me resulta incomprensible para un dispositivo de 900 euros y máxime cuando en el embalaje hay sitio de sobra para incluirlo, así que pasamos a ver la consola. Ya la habíamos visto antes cuando la pudimos probar durante la Gamescom de este año: es una consola bastante grande, sobre todo ancha, con esos «mangos» al estilo mando de Xbox y múltiples botones dedicados.
Básicamente, en cuanto a diseño parece casi casi un mando de Xbox partido en dos para poner en medio la pantalla de 7 pulgadas.
En el lado izquierdo tenemos un joystick con iluminación RGB, la cruceta direccional y tres botones (configurables desde el software), uno el botón de Xbox, otro el de Armoury Crate y un tercero que por defecto sirve para cambiar de ventana (como hacer ALT + Tab) pero que como decíamos se puede configurar para lo que quieras.
En el lado derecho encontramos los cuatro botones habituales de Xbox (A, B, Y y X), otro joystick con iluminación RGB y otros dos botones, el de arriba para acceder a la biblioteca de Xbox y el segundo es el Select / Start típico.
La consola es bastante gruesa, como podéis apreciar en las siguientes imágenes. En la parte central baja de la pantalla, tenemos un adorno con el nombre de ROG.
La ASUS ROG Xbox Ally X tiene bastantes adornos, como el logo de ROG o serigrafías con Xbox y ROG en la zona de las botoneras. Los gatillos están texturizados, pero echamos de menos que en la zona de los agarres hubiera inserciones de goma para hacer la sujeción más cómoda y evitar sudoración, como en el mando Xbox Elite.
Sigamos viendo sus partes. En la parte superior tenemos los cuatro gatillos típicos, así como el botón de encendido, minijack de audio, ranura para tarjetas micro SD, botones de volumen, LED indicadores de estado, los dos USB-C y dos rejillas de salida de aire caliente.
En la siguiente galería podéis ver todo esto un poco más de cerca. Como nota, el botón de encendido también es el sensor de huellas dactilares.
En la zona inferior, aparte de una línea diagonal que va cambiando de color según le refleje la luz, tenemos las rejillas de entrada de aire y dos botones adicionales. Como podéis apreciar, los mangos están texturizados para fomentar un mejor agarre, pero de nuevo incidimos en el hecho de que echamos de menos inserciones de goma aquí, no pueden faltar en un producto tope de gama a nuestro juicio.
En la zona inferior no hay nada salvo una etiqueta y tornillos para acceder al interior, pero de nuevo nos vale para enseñaros lo gruesa que es.
Probando la Xbox ROG Xbox Ally X
Desde hace algún tiempo, todos los dispositivos en Europa vienen con la batería descargada, por lo que lo primero que hay que hacer es conectar la consola a la corriente para cargar su batería. Nosotros hemos utilizado una fuente de alimentación de portátil de 65W con conector USB-C, y al conectarla automáticamente se enciende en naranja el LED indicador de estado, que pasará a blanco cuando la batería esté completamente cargada.
Con el cargador de 65W, la carga completa de la batería tomó alrededor de dos horas, pero no hace falta esperar tanto para encender la consola e ir configurándola. Al principio nos recibe el logo de Republic of Gamers de ASUS, seguido luego del logo más pequeño acompañado del de Xbox.
Como podéis apreciar, nada más encender la consola los anillos que rodean los dos joysticks también se iluminan. Esto es configurable desde el software.
Cuando la consola arranca, lamentablemente tenemos que pasar por el trámite del dichoso asistente de configuración de Windows 11 que nos obliga tanto a conectar la consola a Internet como a utilizar una cuenta de Microsoft. Igual que en cualquier PC o portátil.
Una vez pasado el trámite, lo primero que hicimos fue asegurarnos de que Windows estaba actualizado a tope y, a través de la aplicación Armoury Crate SE de ASUS, asegurarnos también de que todas las actualizaciones estaban instaladas, incluyendo firmware de la consola e incluso su BIOS. Es un proceso automático y que no tiene ninguna complicación, simplemente hay que ser paciente y esperar a que complete.
Hecho esto, ya podemos empezar a disfrutar de la consola. Viene con Xbox, Armoury Crate, Steam y más lanzadores de juegos instalados de fábrica, así que lo que toca es iniciar sesión en los que queramos utilizar y comenzar a descargar los juegos que queramos.
Software y experiencia de uso
Gracias a Armoury Crate SE, el control sobre la consola es prácticamente total. Podemos configurar los botones, la iluminación, el comportamiento, el perfil de potencia, calibrar los joysticks, el funcionamiento de la batería, monitorizar el hardware, instalar actualizaciones… la verdad es que ASUS ha pulido mucho el software para dar al usuario un control absoluto sobre el dispositivo, y hemos de decir que funciona muy pero que muy bien.
Además, en cualquier momento podemos pulsar el botón de Armoury Crate en la propia consola y se abrirá en la parte izquierda, como un overlay, permitiéndonos manejar muchísimas opciones sin necesidad siquiera de acceder al propio software, es decir, podemos hacerlo aunque estemos en un juego a pantalla completa sin problema.
De verdad que un 10 para ASUS en cuanto al software, funciona de lujo y te da una cantidad de posibilidades de personalización total. Solo le falta que lo implementen como sistema operativo total en la consola para no depender de Windows y sería ya redondo.
Todo está optimizado para tener una buena experiencia de uso en modo consola, y esto no incluye solo el software de ASUS sino también el de Xbox e incluso Steam, en modo Big Picture.
En cuanto a nuestra percepción personal de la experiencia de uso de la consola, hemos de decir que de primeras resulta muy cómoda de utilizar, no parece que sea tan pesada porque la sujeción es muy cómoda incluso si quieres jugar estando tumbado en la cama. El agarre es correcto pero de nuevo echamos de menos las inserciones de goma como en el mando Xbox Elite, aunque tampoco es que sea algo primordial porque al estar texturizado se agarra bien.
Eso sí, también tengo que decir que tengo las manos bastante grandes (lo suficiente para sujetar un balón de baloncesto boca abajo con una sola mano), y llego perfectamente a todos los gatillos y botones sin forzar la postura. Con manos más pequeñas, cuesta llegar a los dos botones traseros.
En cuanto a la duración de la batería, hay que decir que depende muchísimo del perfil de potencia que tengáis configurado y de los ajustes en el juego. Por ejemplo, ASUS dice que en Hollow Knight: Silksong a 720p, limitado a 60 FPS, con los ajustes gráficos en bajo y en modo Silent (es decir, todo orientado a una mayor autonomía), esta consola tiene el doble de autonomía que el modelo de 2023. En nuestras pruebas no hemos usado los ajustes ideales, por supuesto, porque la idea es disfrutar a tope de los juegos, pero sí que podemos deciros que hemos podido echar una partida a Stellar Blade a 1080p, en modo Silent y sin límite de FPS durante algo más de hora y media hasta que la consola empezó a quejarse de batería baja.
Rendimiento sintético
Aunque estamos ante una consola portátil, como mencionamos al inicio realmente es un handheld PC, es decir, un PC consolizado porque al fin y al cabo lleva sistema operativo Windows y hardware de ordenador portátil. Por este motivo, podemos ejecutar algunas pruebas de rendimiento sintético más allá de los juegos, que dejaremos para el final.
Para empezar, aquí tenéis la habitual captura de CPU-Z mostrando el procesador y la memoria.
Y aquí la de GPU-Z que muestra la gráfica integrada.
Comencemos con algunos benchmarks, empezando con CrystalDisk Mark para ver qué tal funciona el SSD.
Sin duda no es el mejor SSD PCIe 4.0 del mercado, pero con casi 5.000 MB/s de lectura y más de 4.100 MB/s de escritura, tenemos la garantía de que la carga de juegos será muy rápida.
Continuamos con Aida64 para ver el rendimiento de la caché del procesador y de la memoria RAM.
Pues honestamente, para ser memoria LPDDR5X el rendimiento que entrega es excelente, al mismo nivel que un PC de sobremesa, si bien la latencia es bastante elevada. Cero pegas de todos modos.
Para ver el rendimiento general de la consola, aquí tenéis el resultado con PCMark 10.
Pues de nuevo al mismo nivel o incluso mejor que muchos portátiles gaming modernos, la verdad.
Para terminar, vamos a evaluar el rendimiento 3D de la consola con 3DMark en sus pruebas Fire Strike (DirectX 11) y Time Spy (DirectX 12).
El resultado obtenido en ambas pruebas es equiparable de forma aproximada a una GeForce RTX 3050 Laptop, aunque hay que tener en cuenta que en este caso la iGPU de la ROG Xbox Ally está optimizada para la consola. Así pues, vamos a proceder a probarla en juegos.
Rendimiento y experiencia de uso en juegos
Como hemos mencionado antes, la experiencia en juegos depende mucho de la forma en la que utilices la consola. Por ejemplo, si prefieres jugar en el perfil Silent, la consola se calentará menos, hará menos ruido y la batería le durará más, pero todo esto a costa de un menor rendimiento. En el perfil de rendimiento, éste mejora bastante pero la batería dura menos y la consola se calienta más, mientras que en el perfil Turbo, la consola entrega su máximo rendimiento pero se calienta todavía más y la batería dura mucho menos. Eso sí, incluso en perfil Turbo hemos de decir que la consola es muy silenciosa, prácticamente no se la escucha.
Lo que hemos hecho nosotros ha sido ajustar el perfil de la consola dependiendo del rendimiento en el juego. Por ejemplo, Hollow Knight: Silksong no es un juego muy exigente y como vimos que incluso en perfil Silent podíamos mantener 120 FPS estables, es el perfil que utilizamos para jugar porque sería tontería hacer que la consola se caliente más y que la batería dure menos cuando no es necesario.
Ahora bien, en otros juegos más exigentes como por ejemplo Silent Hill f, el perfil Silent no era suficiente para ofrecer una buena experiencia de juego y por este motivo lo jugamos con los gráficos en bajo y en el perfil Performance. La batería duraba menos y la consola se calentaba algo más (sin llegar a ser molesta en ningún momento, ojo), pero el juego se movía a 50-60 FPS prácticamente estables, con algún bajón ocasional pero nada demasiado notable.
Otros títulos más exigentes como Stellar Blade o Cyberpunk 2077 (incluso con FSR y frame generation) sí que requieren lo máximo del hardware de la consola, y es necesario ejecutarlos en modo Turbo y relajando bastante los ajustes gráficos para poder alcanzar esos deseables 60 FPS. De hecho, en este juego en concreto, el modo Performance lo logra mantener a unos 45-50 FPS, mientras que en el modo Turbo el incremento de rendimiento es notable consiguiendo unos 70 FPS de media, con bajadas a 58-60 y alcanzando a veces 80 FPS.
En todos los casos la experiencia de uso es muy buena una vez que configuras el perfil de rendimiento adecuado y los ajustes gráficos de cada juego. En todos los casos, sea de una forma u otra, logras el mínimo de 60 FPS, incluso en juegos modernos y con gráficos avanzados como habéis podido ver. En juegos más sencillos y menos exigentes los 120 FPS son muy sencillos de conseguir, logrando con ello un incremento notable en la autonomía de batería.
¿Queréis saber cuántos FPS se consiguen en cada juego? Bueno, ya os lo hemos ido enseñando, pero por las dudas aquí tenéis como ejemplo el benchmark interno de Cyberpunk 2077, realizado a 1080p, con los ajustes en bajo, sin Ray Tracing, con FSR y con el perfil Performance: 32 FPS, que no está mal, pero se pueden lograr unos 45 FPS en el perfil Turbo.
Conclusión y veredicto: ¿es la mejor consola del mundo?
La ASUS ROG Xbox Ally X es, sin ningún género de dudas, todo lo que la primera ROG Ally prometió y no llegó a cumplir del todo. ASUS ha escuchado las críticas de los usuarios y ha mejorado allí donde más se necesitaba: más autonomía, mejor refrigeración, diseño más ergonómico y un hardware capaz de rendir al mismo nivel que un portátil gaming, todo ello sin renunciar a la versatilidad que ofrece Windows 11, que convierte a este PC consolizado en una máquina tan capaz de ejecutar juegos triple A como de servir como mini PC para cualquier tarea cotidiana.
En nuestras pruebas, la consola ha demostrado tener un rendimiento sobresaliente, capaz de mover sin problemas cualquier juego moderno a 1080p y con una experiencia de juego fluida y estable, siempre que le dediques unos minutos a encontrar los ajustes gráficos y el perfil de rendimiento adecuado para cada juego. Su batería de 80 Wh marca una diferencia bastante grande con respecto al modelo anterior, y el salto a 24 GB de RAM junto con el Ryzen AI Z2 Extreme consolidan a la ROG Xbox Ally X como el nuevo referente en el terreno de las consolas portátiles.
A todo esto hay que sumar su excepcional confort de uso, una enorme calidad en su panel táctil y un nivel de refrigeración excepcional, que no es ni ruidoso ni hace que el calor en la consola te incomode en ningún momento. Le faltan cositas, eso sí, como los agarres con inserciones de goma o que incluya funda y adaptador de corriente, algo que bajo mi punto de vista es prácticamente obligatorio en una consola de este precio.
¿Justifica todo esto un precio de 899 euros? Pues la respuesta depende de cada tipo de jugador. Si buscas una consola portátil para sesiones casuales, quizá el modelo estándar sea una mejor apuesta porque es bastante más barato. Ahora bien, si lo que buscas es la mejor experiencia de juego posible en formato portátil, con potencia, autonomía y acabados premium, entonces la ASUS ROG Xbox Ally X no tiene rival a día de hoy.
Es, sencillamente, la consola portátil más completa y de más calidad que se puede comprar en 2025. Por todo ello, consideramos que es merecedora de nuestro galardón de Oro, así como de nuestra recomendación por su rendimiento y su diseño.

