El sonido o, más bien, tener un buen sistema de sonido con tu ordenador, ya sea éste de sobremesa o portátil, es algo básico para cualquier circunstancia, ya sea para escuchar música mientras trabajamos frente al ordenador, para ver vídeos o para jugar a nuestros juegos predilectos. El problema surge muchas veces con el precio de los cascos que hay disponibles para compra, que en muchas situaciones es excesivo para nuestro bolsillo. Sin embargo, Krom se ha decidido a sacar unos cascos como los Kode que aportan todo lo que podemos esperar de unos cascos de gama alta pero a un precio bastante contenido.
Por si no lo sabéis, Krom es la sub marca del fabricante Nox para periféricos gaming, contando en su catálogo con todo lo que un usuario pueda necesitar para sus sesiones de juegos, incluyendo teclados, ratones, alfombrillas, bungees y cascos, que es lo que nos va a ocupar hoy en este análisis. Pero antes de meternos en materia, vamos a ver las características técnicas de estos Kode.
CARACTERÍSTICAS TÉCNICAS.
Veamos qué nos ofrecen estos cascos.
Así, a primera vista, hay varias cosas que me gustan. La primera de ellas, que empleen altavoces de 50 mm de diámetro con una sensibilidad bastante decente. Otra cosa que también me gusta es el peso, que es bastante contenido, lo cual siempre redundará en un mejor confort a la hora de pasar tiempo con ellos en la cabeza. En general, las especificaciones de los Kode no tienen nada que envidiar a las que puedan tener unos cascos de gama alta de otra marca hoy en día pero, claro, el papel lo aguanta todo (como decimos en ingeniería), otra cosa es como Krom haya conseguido implementar estas especificaciones, así que lo mejor es que nos metamos en materia.
ANÁLISIS EXTERNO.
Los Krom Kode se presentan en una caja de cartón rígido de buenas dimensiones de color naranja en los laterales y con una foto de los auriculares sobre fondo negro en la parte frontal de la misma, mientras que en la parte trasera hay un dibujo explicativo de las diferentes características de éste.




En los laterales de la caja también se muestran algunas de las características que Krom ha considerado que pueden ser más relevantes para sus posibles clientes, como es el hecho de que los cascos son también compatibles para su uso con la consola PlayStation 4 de Sony o que llevan un control en línea que permite realizar ciertas funciones sin tener que recurrir a los controles del propio ordenador, algo que en medio de una sesión de juegos puede no ser muy práctico.
Al sacar los cascos de la caja, ésto es lo que vemos.
Lo primero que me ha llamado la atención es su gran similitud con los cascos que se emplean generalmente en aviación comercial y privada, con la diadema de metal al aire por encima de la tira donde se apoyan los cascos en la cabeza, así como las grandes copas que se han utilizado para albergar los dos auriculares.
Bajando por el cable, el cual se encuentra recubierto de una maya de tela que le aporta rigidez y solidez a tacto, encontramos el control en línea de los Kode, donde se integra tanto el control de volumen de la tarjeta de sonido (en una rueda) como el control para anular el micrófono (en un interruptor con posición ON / OFF). La verdad es que es un controlador bastante sencillo, pero cumple su cometido de manera correcta, aunque no sin ciertos «peros» que comentaré en el capítulo pertinente.
El cable tiene buena longitud con 1,8 m de recorrido y lo podréis pasar sin problemas por encima de la mesa hasta el suelo donde esté vuestro ordenador. Aunque 1,8 m lo veo un poco justo si queremos usarlo con una consola dado que, a no ser que vuestro salón sea muy pequeño, suelen situarse a un poco más de distancia desde donde nos podemos sentar. El cable acaba en un conector USB que va chapado en oro para mejorar la conectividad y la calidad de la señal de audio.
Pasando ahora a examinar los cascos con algo más de detalle, la superficie de las partes plásticas están recubiertas con un material de acabado semi gomoso al tacto que es bastante agradable. Eso sí, los cascos no tienen ajuste de altura como tal si no que, al colocarlos en la cabeza, la banda acolchada se encargará de dejarlo a la altura perfecta.
Podemos ver que las copas van decoradas por su parte exterior con una circunferencia que, cuando están en uso, se ilumina en color naranja. Iluminación que ni se puede apagar ni se puede cambiar de color. También podéis ver el anagrama de Krom en lateral de la copa, pero este anagrama no se ilumina cuando usemos los cascos.
Por dentro, las copas tienen un diseño completamente cerrado, con unas almohadillas recubiertas de polipiel cosida, dejando la zona central que podría entrar en contacto con la oreja, recubierta de un mallado que evita esto último para mejorar el confort a la hora de usarlos.
Como ya he comentado anteriormente, es la banda superior la que se encarga de soportar el peso de los cascos sobre nuestra cabeza. Esta banda parece llevar una tira de plástic por su interior que la dota de forma y rigidez y va recubierta de polipiel por ambos lados, a la vez que acolchada por su interior.
El micrófono nos viene en una bolsita independiente dado que es desmontable.
Como vemos, el micrófono acaba en un extremo en un conector de tipo mini jack de 3,5 mm que es, curiosamente, estéreo. En su otro extremo está el micro propiamente dicho, de un tamaño discreto, aunque no sea el más pequeño que yo haya podido ver.
Con el micro puesto, los Krom Kode quedan así:


El software que emplean los cascos para funcionar es sencillo pero funcional (lo podéis descargar en este enlace). En la pantalla «EQ» tendremos a nuestra disposición un ecualizador de 5 bandas con las que podremos jugar para lograr el sonido que más nos guste y dejar esos ajustes guardados para hasta cuatro perfiles diferentes. También podremos activar la función de sonido 3D, que amplía la sensación sonora.
En la siguiente pestaña, denominada «Effect», podremos insertar efectos de audio predefinidos en aquello que estemos escuchando, como «Tearto», «Cuarto de baño», etc.
La pestaña de «Mic» permite configurar el micrófono, aumentando o reduciendo su ganancia, así como silenciándolo.
Finalmente, la pestaña de «Virtual 7.1» permite activar el sonido 7.1 virtual que tienen los cascos, así como modificar el posicionamiento de los altavoces virtuales, ya sea girándolos hacia la derecha (CW, ClockWise) o a la izquierda (CCW, Counter ClockWise).
Como he comentado, el software es sencillo pero muy funcional, aunque no me ha gustado que esté tan solo en inglés, la verdad.
Y ya está todo visto externamente. Es hora de ponérselos sobre la cabeza y ver qué tal se comportan estos Krom Kode.
TESTEO.
Ya sabéis que testear aparatos de audio representa algo bastante subjetivo dado que no todo el mundo escucha los sonidos igual, así que lo máximo que puedo daros es mi opinión al respecto de estos cascos.
Empezaré diciendo que me gusta bastante la estética que ha elegido Krom para estos cascos, dado que me recuerdan bastante a los que se suelen emplear en aviación comercial y privada en su estética. También me gusta que en la mano se sienten bastante firmes y robustos, a la par que agradables al tacto.
En uso los cascos son muy cómodos. Se asientan sobre la cabeza sin problemas y las copas cubren completamente las orejas sin que la tela del fondo llegue a tocar en ningún momento éstas. Lo único que puedo echar en falta es, quizás, un poco más de fuerza en cuanto a la diadema, dado que una vez puestos, no tengo sensación de que aprieten lo suficiente y a mi me gusta que los cascos aprieten un poco, aunque esto es más preferencia personal.
Algo que no me ha gustado es que el control del volumen en el control remoto está a cargo de una rueda que gira con demasiada facilidad y no ha sido raro que me haya quitado los cascos y, al volver a ponérmelos, la rueda se haya movido con el simple rozamiento con la ropa. También creo que se podría haber implementado algún sistema para cambiar los perfiles del ecualizador desde el remoto, dado que la mayor parte de él está algo desaprovechado.
Las copas están bien construidas y aíslan bastante bien del ruido externo, a parte de ser bastante cómodas en uso durante largo tiempo, aunque algo me dice que el empleo de la polipiel va a hacer que nos sude bastante la piel y las orejas en cuanto suban algo más las temperaturas, y especialmente en verano.
El manual de instrucciones es bastante claro sobre lo que podemos esperar de los cascos y sobre cómo configurarlos, especialmente el tema de los perfiles del ecualizador que hemos visto hace nada. Sin embargo, en él no se habla absolutamente nada sobre el control remoto que incorpora los cascos, lo que creo que es un error.
También me ha gustado que el micrófono sea desmontable y perfectamente ajustable pero la verdad es que si no lo usas y piensas que apartarlo de la boca a un lateral sería la mejor opción, ya os digo yo que no es así porque el micro quedará siempre a la vista en vuestra visión periférica, lo cual puede distraer bastante y no es muy práctico que digamos.
Luego, he sometido a los cascos a mi batería habitual de pruebas empleando pistas de audio de música y vídeo y, la verdad es que se han comportado sorprendentemente bien con todo tipo de pistas de audio. No queráis esperar unos bajos escandalosos porque estos cascos no están pensados y ecualizados para eso, si no que el sonido es bastante equilibrado en todos los aspectos, teniendo buenos agudos y medios bien definidos, con unos graves que no son muy intrusivos, algo de lo que suelen pecar los cascos que van orientados al sector gamer. Y, hablando de juegos, en todos ellos los Kone se han comportado muy bien, dando una experiencia realista y agradable en todo tipo de juegos.
CONCLUSIÓN.
Los Krom Kode me han gustado francamente bastante. Cierto es que no suenan tan bien ni tienen tanta funcionalidad como las ofertas que tienen otros fabricantes en el mercado, pero estoy hablando de la gama alta, que no es donde se han posicionado estos cascos. La estética me resulta muy atractiva, con ese aspecto que me hace recordar a los cascos que emplean los pilotos al volar. También me gusta que el control del volumen y la posibilidad de encender y apagar el micrófono estén en el cable, aunque la rueda que emplean debiera de ser más fuerte porque el sonido se cambia con el mero rozamiento con la ropa.
Pros:
- Sonido equilibrado en todas las bandas.
- Buen diseño.
- Poco pesados.
- Cómodos en el uso durante largos periodos de tiempo.
- Micrófono desmontable.
- Panel de control de fácil uso y bastante completo.
- Precio ajustado.
Contras:
- Rueda de volumen demasiado suelta.
- Al quitar de en medio el micro, siempre acaba quedando en la visión periférica.
Es evidente que los cascos Kromn Kode hacen un trabajo fantástico para el precio que tienen y por ello se merecen los siguientes premios.



