La velocidad de almacenamiento (y el espacio, por supuesto) ha aumentado enormemente en los últimos años. Los discos duros tradicionales están prácticamente obsoletos gracias a la llegada de los SSD, y algunos superan ya los 7.000 MB/s de lectura. Los precios también han bajado, pero aun así los SSDs más rápidos siguen estando fuera del alcance de muchos usuarios… y aquí es donde entra a colación los RAM Disk. En este artículo te vamos a contar qué son, además de si merece la pena crear uno para mejorar el rendimiento en juegos.
A pesar de que todo el mundo considera los SSD como la pieza de almacenamiento más rápida que existe con la tecnología actual, la realidad es que no lo son, ya que la memoria RAM es muchísimo más rápida que cualquier SSD, si bien es cierto que hablamos de memoria volátil que perderá los datos cuando apaguemos el ordenador. Realmente, los RAM Disk tienen más desventajas que ventajas, pero vamos a explicaros qué son y qué es lo que aportan antes de entrar en eso.
¿Qué es un RAM Disk?
Lo primero que debes saber es que no debes confundir un RAM Disk de un RAM Drive. Los RAM Drives son dispositivos de hardware que permiten conectar módulos de memoria RAM a zócalos generalmente PCI-Express para utilizarlos como dispositivos de almacenamiento, y el hecho es que con un RAM Drive se pueden crear RAM Disk, pero son cosas diferentes.
Un RAM Disk es una unidad de almacenamiento virtual que se puede crear mediante software utilizando memoria RAM. Básicamente, le estás diciendo al sistema operativo que reserve una parte de la memoria RAM para utilizarla como almacenamiento para que pueda leer y escribir en ella como si fuera un disco duro o SSD. La RAM puede ser hasta 10 veces más rápida que un SSD, así que esto debería aportar un gran rendimiento, ¿verdad?
Hace décadas, los PC casi no tenían capacidad de almacenamiento, y la idea de tener un disco duro dedicado era casi un sueño. Las primeras unidades de disco duro para el consumo se introdujeron en 1980, tenían 5 MB de capacidad y costaban unos 1.500 dólares de aquellos tiempos (antes de eso la mayoría de los datos se almacenaban en disquetes). Además de ser tan pequeños, los discos duros eran extremadamente lentos en comparación con lo que tenemos hoy en día, así que en un intento de aumentar la velocidad y cargar los juegos y programas más rápidamente, se inventaron los RAM Disk para sortear esta limitación de velocidad.
¿Cuáles son las ventajas e inconvenientes? ¿Merece la pena para gaming?
En cierto sentido, un RAM Disk es un tipo de unidad de estado sólido ya que no tiene partes mecánicas, pero como hemos dicho antes tiene una velocidad mucho mayor que un SSD. Un módulo de RAM que opera a 2666 MT/s (megatransferencias por segundo) es el equivalente a 21.328 MB/s (megabytes por segundo) o unos 21,33 GB/s. En comparación, los SSDs más rápidos del mercado operan a 7 GB/s, así que desde luego la principal ventaja es un rendimiento inconmensurable.
Sin embargo, esto no significa que los juegos y programas se vayan a cargar de inmediato, ya que leer los archivos del dispositivo de almacenamiento es tan solo una parte de la tarea de cargar un juego. Es por eso que la mayoría de los SSD reducen el tiempo de carga a la mitad en el mejor de los casos, y ya hemos visto que aunque un SSD NVMe sea diez veces más rápido que un SSD SATA 3, en realidad no reduce en demasía los tiempos de carga. Todo el procesamiento de lo que contienen los archivos genera en realidad un enorme cuello de botella.
Por contra, como sabéis la memoria RAM es volátil, y eso significa que aunque puedas guardar archivos en un RAM Disk, en el momento en el que apagues el equipo o se produzca un fallo de corriente lo perderás todo (hay maneras de volcar lo que contenga el RAM Disk al disco duro normal cuando apagues el equipo, pero eso también ralentiza bastante el encendido y apagado). Eso también significa que si quieres evitar la desventaja de que la RAM sea memoria volátil, penalizará mucho el tiempo de arranque y apagado de tu PC.
Otra razón por la que utilizar este tipo de herramientas es problemático es que muchas placas base de categoría consumidor solo admiten hasta 64 GB de capacidad total (no hablemos ya de juegos triple A que ocupan más de 100 GB, literalmente no caben en uno de estos discos); si debes dejar por lo menos 8-16 GB para tu actividad normal, se reduce muchísimo la capacidad que puedes asignar para el RAM Drive, y sería algo absurdo invertir en un carísimo kit de 128 GB de RAM, por ejemplo, cuando tienes SSDs SATA 3 de 1 TB de capacidad por menos de 100 euros.
Si bien la velocidad teórica que ofrece este tipo de «discos» puede parecer tentadora, la realidad es que la pérdida de datos que se pueden sufrir, el aumento en los tiempos de arranque y apagado y el coste en dinero que tienen hacen que no merezca la pena ni siquiera planteárselo para un PC gaming. Hace un par de décadas tenían su razón de ser, pero no hoy en día.
Una utilidad que sí podría tener un RAM Disk sería como memoria caché adicional para el sistema operativo, pero siempre y cuando sea con RAM «aparte» de la normal del sistema, es decir, utilizando un RAM Drive. De lo contrario tampoco tendría sentido porque Windows ya usa tu RAM del sistema como caché.