NVIDIA presentó a finales de la semana pasada sus nuevas tarjetas gráficas para portátiles, las cuales marcarán la pauta del rendimiento en los dispositivos móviles gaming para tal efecto. Pero tras dicha presentación también dispuso de una nueva tecnología que ha pasado muy de puntillas y que es extremadamente interesante, puesto que se desarrolló al mismo tiempo que AMD estaba desarrollando su competidor. Hablamos de Dynamic Boost, una tecnología muy interesante.
AMD tras la presentación de sus Ryzen 4000 Mobile para portátiles hizo lo propio presentando SmartShift, del cual ya hablamos en un artículo específico. Las consolas como PS5 van a hacerse eco de esta tecnología y con ello, obtener todas sus bondades.
NVIDIA hizo lo propio y casi en paralelo presentó sin demasiadas pretensiones Dynamic Boost, pero la realidad es que es una tecnología igual de interesante o más que la de AMD.
NVIDIA Dynamic Boost: la tecnología que cambia el balance de TDP entre GPU y CPU
Uno de los problemas que tienen la gran mayoría de portátiles actuales es el hecho de que comparten el mismo sistema de refrigeración para CPU y GPU. En los más avanzados y caros esto no ocurre, pero representan una cifra mínima si comparamos con el resto. Por ello, se dice que CPU y GPU comparten el mismo «presupuesto térmico», porque no tiene sentido excluirlos como dos TDPs independientes cuando los mismos heat pipes los están refrigerando.
El concepto de los portátiles hasta ahora era poder solventar temperaturas por un rango máximo corto de tiempo en uno de los dos componentes clave, pero no podían soportar cargas en ambos durante un tiempo prolongado, lo que inevitablemente repercutía en una pérdida de rendimiento para proteger tanto CPU como GPU de sobrecalentamientos extremos.
Lo que NVIDIA ha conseguido con Dynamic Boost es precisamente romper esa tendencia, permitiendo lo que se conoce como un balance del TDP.
El balanceo de la carga ahora tendrá su réplica como un TDP dinámico
El sistema operativo sabe perfectamente cual es el balanceo de la carga entre CPU y GPU, pero los sistemas de refrigeración y el sistema en general no saben cuál es el balanceo de la energía entre los componentes.
Esto era un muro que ahora se ha tirado abajo a través de la asignación de energía dinámicamente entre CPU y GPU. ¿Qué es lo que se consigue? Que el uso y carga entre estos dos componentes se vea reflejado en el uso de la energía y con ello que la disipación de los componentes mejore.
Esto permite, por ejemplo, que en escenarios como los juegos, donde hay momentos donde la CPU está sin demasiada carga pero la GPU está muy ahogada, se destine más energía hacia esta última para aumentar con ello las frecuencias y poder aumentar al mismo tiempo el rendimiento sin comprometer las temperaturas.
El concepto no es nuevo como tal, AMD lleva experimentando con sus APUs bastante tiempo hasta perfeccionarlo con SmartShift, pero es que la apuesta de NVIDIA va más allá, ya que es multi-marca y multiplataforma.
Dynamic Boost funcionará tanto en Intel como en AMD
Al ser un proveedor para ambas plataformas NVIDIA debía desarrollar una tecnología para las dos principales marcas de procesadores. Esto ha permitido que, curiosamente, su estándar sea más abierto que el de AMD y con ello da la opción a los OEM para aplicar su tecnología sin importar la CPU que incluyan en su producto.
Los beneficios serán claros en ambos casos, donde las opciones que maneja NVIDIA serán dos muy claras: o se reducirán las temperaturas de uno de los dos componentes o se maximizará el rendimiento también de uno de los dos.
La prioridad es la segunda opción lógicamente, pero hay escenarios donde la primera es extremadamente útil en según qué modelos de portátil. La compañía ha facilitado unos números aproximados que dejan entrever lo que podemos esperar: una mejora de entre el 4% al 8% en el mejor de los casos.
No se podrá aplicar a los portátiles existentes
Como toda nueva tecnología requiere una serie de mejoras que serán implementadas a nivel tanto de hardware como de software. Comenzando por el hardware, los portátiles necesitarán un mayor número de sensores y una telemetría en tiempo real en áreas clave, ya que se necesita saber tanto el estado de los dos procesadores como de sus temperaturas, así como del porcentaje de carga en los VRM.
Este es otro aspecto clave, ya que el TDP se aumentará para uno de los dos, así que el número de fases y su calidad tendrá que aumentarse para soportar estos cambios con garantías.
En cuanto al software, el fabricante tendrá que disponer de un firmware específico para el modelo en cuestión, el cual ofrecerá toda la información al driver de NVIDIA y éste adjudicará el TDP por cada frame que la GPU renderice.
Por último, hay que enfatizar en el hecho de que Dynamic Boost es una característica añadida y sobre todo opcional, lo cual es importante. Los fabricantes no están obligados a incluirla, pero si así lo deciden, deben cumplir con todo lo mencionado más arriba. Esta tecnología tampoco es exclusiva de las gamas Max-Q, sino que llegará para todas las GPU de NVIDIA para portátiles presentes y futuras, es decir, desde la serie 2000 en adelante.