Cuando hablamos de unidades SSD, solemos hablar de conexiones SATA y M.2 PCIe. Debes saber que no son las únicas opciones que existen para este tipo de unidades de almacenamiento. Hace tiempo se intentaron introducir unidades con interfaz U.2 para los SSD, pero no termino funcionando. Te explicaremos las características de este conector y el motivo por el cual no triunfo.
U.2 (pronunciado «U punto dos» para que evitar problemas legales con el grupo de música liderado por Bono) tuvo una aparición importante en las placas base X99 y Z170X de antaño. El factor de forma solía llamarse SFF-8639 (factor de forma SSD) y estaba dirigido casi por completo al mercado de servidores y empresas.
Intel pensó que esta interfaz podría ser interesante para el mercado generalista, así que le dio el nombre comercial U.2. La idea era tener un nombre sencillo y que fuera similar a la interfaz M.2, que estaba empezando a despuntar. Pese al interés de Intel, este tipo de unidades jamás han llegado a hacerse un hueco en el mercado, desapareciendo del segmento generalista.
¿Qué es la interfaz U.2 y cuáles son sus características?
Es un conector de factor de forma pequeño (SFF) de alto rendimiento que se basa en la interfaz PCIe. Algo interesante de este conector es que cuenta con compatibilidad con discos mecánicos SAS y SATA. Básicamente, lo que tenemos es un SSD de formato estándar de 2.5 pulgadas, pero que funciona bajo la interfaz PCIe, como sucede con los M.2 NVMe.
La fortaleza de las unidades SSD U.2 es que combinan varios factores muy interesantes. Primero, estas unidades ofrecen elevadas velocidades de transferencia gracias a basarse en la interfaz PCI Express. Además, como su formato es de 2.5 pulgadas, permite una mayor cantidad de chips y, por tanto, mayores capacidades de almacenamiento. Finalmente, no se dan los grandes problemas térmicos y el temido «Thermal Throttling» que sí sucede en las unidades M.2 NVMe, al tener una carcasa exterior que actúa como disipador.
Estas unidades tenían lo mejor de los SSD de 2.5 pulgadas y lo mejor de los SSD M.2, pero no fue suficiente. Pese a tenerlo todo para conseguir establecerse como la mejor solución de almacenamiento posible. Desgraciadamente, este conector ha desaparecido en las placas base modernas y ha quedado completamente olvidado.
Sin embargo, requieren un conector especial
Quien ha creado este estándar es SSD Forum Working Group. Este grupo tuvo la ocurrencia de desarrollar un nuevo tipo de conector para estas unidades de almacenamiento. Recibe este conector el nombre de SFF-8639. Ofrece una conexión de varios puertos capaz de soportar estas interfaces al mismo tiempo:
- 1 puerto SATA.
- 2 puertos SAS.
- 1 puerto PCI Express de cuatro carriles.
Básicamente, este nuevo conector utiliza un puerto SATA Express con una conexión PCIe 4.0. Utilizar este conector para los fabricantes de placas base es un problema importante. Requiere el enrutamiento de los controladores PCIe hasta el conector U.2, dificultando desarrollar la placa base. Además, debe estar presente en el sistema con tal de poder conectar un SSD M.2.
No son aptos para portátiles
Algo interesante es que este tipo de conector jamás llego a instalarse en ordenadores portátiles. El motivo de que el U.2 no llegará a portátiles es porque las unidades SSD con esta interfaz tienen un tamaño superior a los 7 mm. Debes saber que el grosor estándar de los SSD para portátiles es de solo 7 mm, para hacerlos más delgados.
El problema reside, principalmente, en el diseño propio del conector SFF-8639. Las unidades SSD con este tipo de conexión requerían de un disipador de aluminio para funcionar bien. Ahora sabemos que esto es un fallo de diseño del conector por parte del fabricante.
SSD Forum Working Group desarrollo el estándar pensando en elevadas velocidades de transferencia. Ahora sabemos que, si se ajustan las velocidades, no es necesario un disipador de calor. Esencialmente, se ve que los creadores del estándar cometieron un gran fallo de diseño.
SSD U.2 versus M.2, ¿cuál es la diferencia?
Cuando la tecnología NVMe comenzó a ganar popularidad con el lanzamiento de la arquitectura Broadwell-E de Intel, las primeras placas base con conectores U.2 comenzaron a aparecer en el mercado, y como hemos mencionado antes fue en el mismo momento en el que el formato M.2 comenzó a ganar también popularidad.
Veamos, por tanto, cuáles son dichas diferencias:
- Las unidades M.2 fueron diseñados para equipos delgados con limitaciones de energía y de espacio como tablets y ordenadores portátiles.
- El PCB de las unidades los SSD M.2 es mucho más pequeño que el de los SSD U.2. Dado que los primeros miden 22 mm de ancho, pero con variaciones en su longitud como 60, 80 y 110 mm. Como los U.2 requieren de más espacio para integrar los chips, complica el diseño de la placa base y la ubicación.
- Estos SSD U.2 permiten conexión en caliente de la unidad. Una función que no se encuentra disponible en las unidades M.2.
¿Por qué los SSD U.2 no han triunfado en PC?
El motivo por el cual no se han popularizado en ordenadores de sobremesa y portátiles es por su llegada al mercado. Inicialmente, se creó para servidores y Data Centers, no para el mercado generalista. Si bien hubo un leve intento de llevarlo al mercado para reemplazar a la interfaz SATA, como esta estaba tan extendida, fue imposible.
Además, en esos momentos ya estaban empezando a llegar al mercado los primeros SSD de formato M.2. Vamos, que no había ningún tipo de posibilidad para que este tipo de interfaz triunfara en realidad. También hay que decir que no muchos fabricantes apostaron por este tipo de unidades para el usuario doméstico.
Su «fracaso» a nivel generalista, curiosamente, tiene bastantes similitudes con la interfaz FireWire, que quería reemplazar a los puertos USB y finalmente quedó en un segundo plano salvo en ciertos ámbitos profesionales, que optaron por su uso cuando los USB de la época no eran capaces de alcanzar las mismas velocidades de transferencia.
Han encontrado su lugar en servidores
Realmente no ha desaparecido ni mucho menos, es solo que parece que al final se ha quedado exclusivamente para el entorno empresarial, y ha sido así precisamente porque su factor de forma combinado con su compatibilidad con la conexión y desconexión en caliente lo hacen idóneo para entornos de centros de datos. Dado que la naturaleza de su conector permite añadir sin problemas nuevas unidades al sistema sin tener que apagarlo ni desconectar el ordenador.
Así pues, si estáis usando un sistema de almacenamiento en la nube, una plataforma de streaming o cualquier otro servicio que requiera de un servidor remoto, tened en cuenta que hacen uso de los SSD U.2. No solo les ofrecen capacidad, sino también la velocidad necesaria y son ideales para entornos que han de funcionar las 24 horas del día y los 7 días de la semana.
Rumores sobre una posible vuelta
Los SSD M.2 tienen dos grandes problemas. El primero es que por sus características compactas, ampliar su capacidad más allá de los 4 TB es muy complicado. Además, estas unidades sufren graves problemas de temperatura, generándose el efecto Thermal Throttling. Esto no es más que un mecanismo de protección de la unidad, que pierde rendimiento a propósito para protegerse cuando la unidad se calienta en exceso.
Precisamente, el problema del Thermal Throttling se agudiza en las unidades M.2 NVMe PCIe 5.0. Son pocas las unidades de este tipo en el mercado, precisamente, por este problema. Las pocas que existen tienen enormes disipadores con ventiladores incrustados y elevados precios. Unos problemas térmicos que vienen dados por las elevadas velocidades de transferencia de estas unidades, que ronda los 14.000 MB/s.
Debido a este problema térmico que no se consigue corregir, hay ciertos rumores sobre la vuelta del conector U.2. No hay confirmaciones al respecto, pero podría ser una buena solución para una interfaz M.2 que no está funcionando.