¿Alguna vez os han quitado una multa? Sienta bien, ¿no? Imaginemos ahora que tenemos una multa pendiente durante más de 10 años y esta tuviera un montante de 1.060 millones de euros y de pronto os la quitan, de seguro que se nos quedaría buen cuerpo. Pues esto es justo lo que le acaba de pasar a Intel y a la multa que Europa le había impuesto. ¿Cómo se han librado y por qué son inocentes tras la acusación?
El Tribunal General de la Unión Europea (TGUE) anuló este miércoles la sanción a Intel por un valor de 1.060 millones de euros que le interpuso en 2009 la Comisión Europea (CE) al fabricante de procesadores -y ahora gráficas- por abuso de posición dominante en el mercado de los microprocesadores.
Los precedentes y la Comisión Europea
El caso elude a una investigación de 10 años por parte de Bruselas que concluyó que entre 2002 y 2007, donde según se especificaba Intel puso en marcha prácticas que impedían la libre competencia. Los de Pat Gelsinger que por entonces tenían una cuota de mercado del 70%, crearon un planning ofreciendo descuentos a cuatro de los mayores fabricantes de equipos, en concreto Dell, Lenovo, HP y NEC.
Estos se beneficiaban de suculentos descuentos y prioridad en chips siempre y cuando estos se comprometieran a una venta exclusiva de procesadores X86 procedente de Intel. Así mismo, empresas como Media-Saturn, más conocida por sus cadenas MediaMarkt en nuestro país, se comprometieron con Intel acordando que en sus grandes superficies solo se comercializaran equipos provistos con sus procesadores. Por si fuera poco, Intel, según esta investigación, pagó a marcas como HP, Acer y Lenovo para que además frenaran y atrasaran los lanzamientos previstos en equipos que incorporaran procesadores de AMD.
Intel con estas acciones ahogó comercialmente a AMD, reduciendo notablemente la competitividad de los de Lisa Su en ese momento, al tener atado a 4 de los mayores ensambladores de equipos, así como a una de las grandes cadenas de distribución a nivel europeo por ese motivo la Comisión Europea interpuso la multa al coartar el libre mercado y reducir la oferta de la competencia con sus incentivos.
En 2017 el tribunal de Luxemburgo, tras la lógica reclamación de Intel, le dio la razón al fabricante americano de procesadores y ordenó al Tribunal General que volviera a realizar los análisis pertinentes. Estos análisis concluyeron que la multa a Intel fue basada en datos incompletos y que lo obtenido no permitía demostrar de modo jurídico que sus acciones y descuentos afectaran a la competencia. Con ello el TGUE anuló la multimillonaria multa a Intel parcialmente, pero al no poder calcular la cuantía del resto, se queda lo servido por lo comido y no han de abonar nada por sus acciones.
Intel y la multa de Europa: en juego dos nuevas FAB
Cerramos el año con media Europa deseosa de ver donde planta Intel sus nuevas fábricas de obleas. Países como Alemania, Francia o Italia suenan como las favoritas y en diciembre Gelsinger incluso estuvo en reuniones con altos cargos franceses y alemanes. Esta acción de Intel es un movimiento de la americana para intentar frenar la evolución de Asia -sobre todo Corea- en la fabricación de chips.
Con esto no queremos decir que el hecho de que Intel anuncie dos mega factorías de obleas con un presupuesto superior a 20.000 millones de dólares cada una y con una renovación de equitación completa cada 5 años, tenga algo que ver con la retirada de la multa, pero a Intel de seguro que les ha allanado el camino para su proyecto europeo, que esperamos que se comience a concretar durante este año.