Parece ser que la primera microarquitectura de Intel para el sector del consumidor que estará fabricada a 7 nm ya tiene nombre: Meteor Lake. Este es por supuesto el nombre en clave, el cual se ha filtrado a través de documentación técnica e incluso en los drivers de la propia compañía, así que aunque no está confirmado es algo que ya hemos visto en el pasado y que podemos dar prácticamente por bueno.
Por el momento no se sabe ningún detalle de esta nueva arquitectura salvo el hecho de que será la sucesora de la actual Alder Lake, fabricada con el nodo de 10 nm++, el ambicioso intento de Intel de replicar la arquitectura heterogénea big.LITTLE de ARM utilizando su propia arquitectura x86.
Alder Lake combina núcleos de alta potencia con otros más pequeños de bajo consumo con el objetivo de proporcionar un sistema dinámico que proporcione un bajo consumo cuando el equipo está en reposo, pero una alta potencia cuando es necesario. Intel «Lakefield» sería el primer procesador heterogéneo de Intel, y su producción comenzará este mismo año.
Intel Meteor Lake, ¿qué se sabe hasta ahora?+
Como decíamos, por ahora lo único que se ha filtrado al respecto es su nombre, el cual viene de archivos de drivers y documentación técnica de la compañía. Anteriores reportes y filtraciones especulaban que Meteor Lake (conocido en ese entonces solo por su nombre) podría salir al mercado justo en el momento en el que Intel empezaría a rentabilizar sus núcleos «Golden Cove».
Es muy probable que, como Alder Lake, pueda ser un chip heterogéneo orientado a varios segmentos del mercado al mismo tiempo: equipos de sobremesa, portátiles e incluso dispositivos móviles, especialmente tablets de alto rendimiento. La compañía podría aprovechar su proceso de 7 nm, que supuestamente rivaliza con los 5 nm de TSMC en cuanto a densidad de transistores, para aumentar el número de núcleos con respecto a Alder Lake.
Esto podría significar que lo que realmente aportaría Meteor Lake no sería una mayor eficiencia, sino que mantendrían consumos pero proporcionando un mejor rendimiento a base de fuerza bruta, o en otras palabras, un mayor número de núcleos e hilos de proceso al más puro estilo AMD en la era Bulldozer (pero sin aumentar el consumo). Esto es por supuesto mera especulación pero no es descabellado pensar que Intel haya decidido tomar esta postura tal y como están las cosas en el mercado ahora mismo.
¿Habrá nueva arquitectura de iGPU?
Hablando de especulaciones, mucho se está hablando de si la próxima arquitectura de Intel, que apunta para 2022 con los 7 nm ya mencionados, traerá consigo la Gen. 13 de iGPU.
Por supuesto no hay todavía información al respecto, pero la lógica nos dice que teniendo en cuenta el cambio de litografía, el pasar a una arquitectura heterogénea y las nuevas gráficas dedicadas Intel Xe podría significar también un cambio en torno a los gráficos integrados, algo que desde hace mucho está siendo el punto débil de los sistemas de Intel.
Que esto sea lo lógico para los usuarios no quiere decir, por supuesto, que lo sea para Intel. Nosotros nos permitimos «soñar» con lo que podría venir en los próximos meses o años, pero luego hay que ver si es viable o no, y nadie más que Intel sabe cómo se fabrican sus procesadores y qué limitaciones tienen.