Computación en la nube. Es uno de esos términos que se utilizan casi a diario para una miríada de temas relacionados con la informática, pero cuyo trasfondo la mayoría de los usuarios no conoce realmente. Por este motivo, en este artículo queremos explicarte en qué consiste en realidad, y por qué es un tema que te interesaría conocer en mayor profundidad.
«La nube» es ese concepto que muchos tenemos de que «algo» está en un lugar remoto, pero al que tenemos acceso (paradójicamente, al contrario de lo que sucede con las nubes); en la nube están por ejemplo servicios como Netflix o Prime Video, pero también lo están otros como Google Drive o Dropbox… en todo caso, siempre hablamos de que ese «algo» que hemos mencionado antes es digital. Pero, ¿y qué pasa con la computación en la nube?
¿Qué es la computación en la nube?
Antes hemos mencionado que servicios de streaming de vídeo como puede ser Netflix, están en realidad en la nube, al igual que está el almacenamiento remoto con servicios como OneDrive. Esto significa que, tomando estos dos ejemplos, los datos están en servidores físicamente alojados en otro sitio, y de los cuales recibes la información a través de Internet, sea esta información las fotos de tus vacaciones guardadas en Dropbox, o la última serie que estás viendo en Disney+.
Obviamente, los datos de la serie que estás viendo en Netflix en realidad están alojados en un servidor físico (o cientos, miles de ellos) solo que está lejos de ti, y ese es el concepto que debes tener en cuenta para comprender lo que es la computación en la nube.
La computación en la nube se refiere a un modelo de entrega de servicio donde el procesamiento de datos (la computación) se entrega a través de Internet de forma remota, y es lo que permite que servicios como GeForce Now de NVIDIA o el próximo Project Q para la próxima consola portátil de Sony: la carga de computación se realiza en unos servidores lejos de ti, y lo que recibes tú es simplemente el resultado.
Esto permite que, por ejemplo, puedas jugar a títulos triple A en un portátil de bajo consumo y que ya es relativamente viejo, que es justamente lo que ofrece GeForce Now y lo que va a ofrecer Sony con Project Q.
Pública, privada e incluso híbrida
Con lo que te hemos contado antes, a grandes rasgos, ya comprenderás lo que significa realmente la computación en la nube, pero también es interesante saber que no se utiliza únicamente para los servicios que hemos puesto como ejemplo, y es que de hecho podemos dividirla en tres tipos: pública, privada e híbrida.
En esencia, esta división depende del lugar donde está ubicada físicamente la infraestructura de la nube, así como de la forma en la que estos servicios se ponen a disposición del usuario:
- Pública: es el modelo más habitual, donde un proveedor de servicios pone a disposición su infraestructura para que la puedan utilizar los usuarios (generalmente a cambio de un pago mensual), generalmente a través de Internet. Los ejemplos más importantes son Amazon Web Services (AWS) o Microsoft Azure, además de Google Gloud Platform.
- Privada: la computación en la nube privada tiene que ver, generalmente, con el entorno empresarial. De esta forma, una empresa puede tener su propia infraestructura de servidores, con su configuración y optimización propias y detrás de su firewall para que solo sea accesible por ellos. Tú mismo podrías montar un CMS o ERP en un ordenador de tu casa y tener una computación en la nube (ya que la idea es poder acceder desde cualquier lugar) pero solo accesible por ti.
- Híbrida: en este tipo, generalmente también usado por empresas, se contrata un modelo de computación en la nube a una empresa de terceros (como AWS, como hemos mencionado antes), quienes ponen a su disposición la infraestructura pero la configuran a su gusto y solo accesible para ellos.