Tus CD, DVD y Blu-Ray están fabricados con plásticos, y por este motivo hay quien piensa que si los almacenas correctamente pueden durar para siempre. Esta es una de las leyendas urbanas más extendidas del hardware, y en este artículo vamos a arrojar algo de luz sobre cuál es el tiempo de vida útil de estos dispositivos de almacenamiento externo.
La era digital ha revolucionado la forma en la que manejamos la información. Nunca antes la humanidad pudo registrar y almacenar tanta información y con tanta diversidad, y si bien la cantidad de datos ha aumentado exponencialmente, la vida útil prevista de los medios de almacenamiento apenas supera en realidad la vida de un ser humano. Así pues, ¿cuánto duran los CD, DVD y Blu-Ray? ¿Hay alguna manera de ampliar su esperanza de vida? Vamos a verlo.
Características de los CD, DVD y Blu-Ray
Los discos ópticos llevan estando disponibles a nivel comercial desde la década de 1980, y desde entonces ha habido muchos avances en las tecnologías y materiales reales que se utilizan para fabricar los CD, DVD y Blu-Ray, lo que significa que la información que almacenan es ahora mucho más segura que antes y por lo tanto su tiempo de vida es mucho mayor.
Estas unidades de almacenamiento se caracterizan por su construcción. Básicamente, estos se construyen en plástico, aunque en realidad se componen de tres capas clave:
- Capa de revestimiento que protege la capa reflectante.
- Capa brillante que refleja el láser del lector / grabador.
- Capa de policarbonato que es la que almacena los datos.
Además de esto, se aplica normalmente una capa adicional que hace las veces de etiqueta sobre la capa de revestimiento, y por otro lado los discos que son regrabables contienen una capa de tinte entre las capas reflectante y protectora.
Realmente, es cierto que cada vez se utiliza menos esta tecnología de almacenamiento, al menos en el ámbito diario de las personas… realmente, los CD, DVD e incluso Blu-Ray apenas pueden dar cabida a un puñado de información si lo comparamos con un pen drive moderno, son más lentos, ruidosos y requieren un lector especial para poder utilizarlos, mientras que un pen drive funciona en cualquier PC que tenga un puerto USB.
Sin embargo, tal y como te vamos a explicar a continuación, su existencia sigue siendo necesaria…
¿Cuánto duran los CD, DVD y Blu-Ray?
Es difícil predecir exactamente cuánto tiempo durará un disco óptico, ya que depende de muchos factores distintos. Sin embargo, las estimaciones predicen una vida útil de hasta 200 años para los dispositivos grabados por el usuario, y un poco más para los que han sido grabados directamente en fábrica (como por ejemplo los juegos de consola o las películas que compras en Blu-Ray). Ojo, porque este tiempo de vida es una estimación máxima, no el mínimo.
En términos generales, los discos con soporte grabado se degradarán más rápidamente que los que vienen ya grabados de fábrica. A pesar de esto, los CD-R y CD-RW sin usar tienen una vida útil muy corta (de 5 a 10 años), seguidos de los DVD-RW grabados (hasta 30 años). Los CD-RW y DVD-R grabados tienen una vida útil prevista de 20 a 100 años.
Por lo tanto, ningún medio de almacenamiento óptico es confiable para almacenar datos «de por vida», ya que es probable que fallen más pronto que tarde. Los Blu-Ray son algo más confiables que los CD y DVD porque son más nuevos y tienen una tecnología de fabricación más refinada, pero en este momento no hay información sobre su durabilidad a largo plazo.
¿Qué deteriora los discos ópticos?
Los discos ópticos presentan un gran problema en comparación con otros tipos de almacenamiento que podemos encontrar actualmente, uno de los principales motivos por los que cada vez están más en desuso y siendo sustituidos por versiones digitales y demás. En general muchos de los factores que pueden afectar a la durabilidad de los discos son prácticamente los que podemos encontrar en cualquier objeto normal y corriente, pero también hay otros que tienen que ver con los materiales de los que pueden estar fabricados.
En general una de las principales causas que podemos encontrar es un mal uso o uno excesivo de los mismos, ya que en la mayoría de las ocasiones puede que dejen de funcionar por no ser capaces de representar la información que tienen grabada, lo cual suele pasar cuando por ejemplo se rallan. Obviamente no todo depende de cómo lo tratemos sino también de la frecuencia con los que los utilicemos como podemos imaginar, pero al final hay muchos factores que actúan a la hora de deteriorar un disco óptico.
A continuación os vamos a explicar cuales son los más comunes, así como una serie de soluciones que podéis aplicar para poder conservarlos mucho mejor, y que de esta forma podáis utilizarlos durante mucho más tiempo, aunque como consejo, también os recomendamos copiar su contenido en un almacenamiento digital para evitar perderlo en caso de que pase cualquier imprevisto.
Materiales de fabricación
Los diferentes tipos de discos ópticos contienen diferentes capas, siendo la capa reflectante la más susceptible a dañarse. Esta capa suele ser de aluminio, un material que cuando se expone al aire puede oxidarse, y esto se puede notar en los bordes del disco incluso visualmente. Sin embargo, la degradación de la capa reflectante no es la única causa de la pudrición del disco, ya que el deterioro químico o físico de los datos también hace que la información que contienen se vuelva ilegible.
Estas causas subyacentes de la pudrición del disco pueden ser muy distintas, e incluyen cualquiera de las siguientes:
- Oxidación o corrosión de la capa reflectante
- Daño físico a las superficies o bordes del disco, como rayones o raspaduras
- Reacción galvánica entre capas y revestimientos
- Reacciones químicas con contaminantes
- Daño por luz ultravioleta
- Descomposición de los materiales del disco (por ejemplo, desunión de los adhesivos entre capas a causa del calor)
Curiosamente, si bien la mayoría de los tipos de deterioro del disco son causados por un uso / almacenamiento inadecuado, hay uno en particular, el bronceado del CD, DVD o Blu-Ray, que es causado por un fallo en su fabricación. Esto se manifiesta como una decoloración marrón (o «moho») que comienza en el borde del disco y avanza hacia el centro.
Existe cierto desacuerdo con respecto a las causas del bronceado del disco, pero lo más probable es que tenga que ver con la laca que se usa para recubrir los dispositivos o la plata (que a veces se usa en lugar del aluminio) reaccionando con el azufre que a veces se encuentra en las fundas y folletos que acompañan a los discos. Esto forma el sulfato de plata marrón.
Mala conservación
Además de no tratarlos como si fueran un trapo, si queremos que los CDs y DVDs que forman parte de nuestro archivo sigan funcionando sin problemas durante muchos años, es recomendable guardarlos en lugares alejados de la luz directa, tanto del solo como de otras fuentes de luz, en lugares frescos y secos. De esta forma, también vamos a evitar la aparición de un hongo, del que hablaremos a continuación, que se produce precisamente por una mala conservación.
La mejor forma de hacerlo es utilizar estuches, como los que se vendían cuando este formato es muy popular, en forma de archivos y que incluye soporte de plástico para sujetarlos y una especie de tela muy suave en la zona interior, la más susceptible a degradarse si no lo tratamos con cuidado. Siempre que sea posible, es recomendable escribir el menor texto posible para evitar que los elementos químicos de la tinta puedan traspasar la capa superficial.
Cuidado con el hongo Geotrium
Hace tiempo se descubrió que existe un hongo que es capaz de destruir los datos almacenados en un disco óptico. Inicialmente se pensaba que era muy raro, pero ahora sabemos que es más común de lo previsto.
El Gotrium es un hongo identificado hace casi dos siglos y se puede encontrar en cereales, quesos, vegetales y en nuestro cuerpo. Tiene la capacidad de dañar la unidad, haciendo que el disco sea ilegible y la información, por consiguiente, se pierda.
La infección se suele dar en países cálidos con alta humedad y donde no hay aire acondicionado. Debido a este factor de alta temperatura y humedad, el hongo se propaga con una gran facilidad por el disco.
Aunque los fabricantes de discos ópticos indiquen que están fabricados en aluminio, este material solo representa el 1% de la unidad. La mayor parte del disco es polímero plástico, origen del problema. El hongo tiene la capacidad de comer el plástico y, con las condiciones adecuadas, se puede expandir por la unidad con suma facilidad.
Debido al descenso del uso de unidades ópticas para almacenar datos y que no es algo común, no se ha investigado en un mecanismo que «cuide» estas unidades. Siguen fabricándose igual y no hay actualmente ninguna manera de erradicarlo.
¿Existe alguna forma de reparar un disco dañado?
Es probable que nos estemos planteando si existe alguna forma de arreglar las marcas que pueden dejar el uso o la mala conservación de un disco de este tipo, muchas veces hemos podido encontrar tutoriales que aseguran que con pasta de dientes o similares se puede llegar a reparar el disco. En este caso realmente no es algo que resulte real, debemos tener en cuenta que el sistema de grabación que utilizan estas unidades de almacenamiento es literalmente físico, es decir, que se graba la información de forma física a diferencia, por ejemplo, de una unidad SSD.
Dependiendo de los daños es probable que podamos seguir utilizándolo, pero lo más seguro es que si tiene demasiadas marcas, ya sean de humedad o de uso, dejen de funcionar, principalmente por el hecho de que se van degradado con el uso más que con el tiempo, aunque puedan durar mucho por el hecho de que es plástico, no implica que la información que tienen dentro lo vaya a hacer, por lo que como tal, no es que haya una forma de repararlos, siendo lo más recomendable pasar los datos que tenga guardados a otro almacenamiento antes de que deje de funcionar.