Aunque pueda parecer que las pantallas OLED llevan muchos años entre nosotros, realmente no es así. De hecho, es una de las más recientes, lo que le permite evolucionar de una forma mucho más rápida, especialmente en cuanto a cómo muestra el color y el nivel de brillo.
Una prueba de la evolución que está teniendo esta tecnología en los monitores se encuentra en el precio de estos, un precio que se ha ido reduciendo en los últimos años y donde ya no es necesario pagar más de 1000 euros por un monitor OLED.
Debido a sus componentes orgánicos, el brillo de las pantallas OLED siempre ha sido inferior a los paneles LCD y mini LED que cuentan con obturadores mecánicos para bloquear la luz, un diseño completamente diferente al de los paneles OLED cuyos píxeles funcionan de forma independiente.
Más brillo y mejor contraste
LG acaba de anunciar un importante cambio en el diseño de los paneles OLED con lo que su tecnología llega a la 4ª generación, generación que supone importante cambio en comparación a su funcionamiento tal y como lo conocíamos.
En la tercera generación, las fuentes de luz para los colores se estructuraban en 3 capas: dos azules y una amarilla-verde. Esta última es la que se utiliza para mostrar tanto el color rojo como el verde, pero supone una limitación en cuanto a nivel de brillo.
La 4ª generación ha sustituido esa capa amarillo-verde dos por capas rojas y verdes independientes, formando un total de cuatro capas sumando las dos azules. Esto permite ofrecer una expresión de color más viva y pura ya que las fuentes de luz son independientes para cada color y cuenta con su propia longitud de onda lo que, su vez, permite ofrecer un brillo de hasta 4.000 nits.
Mientras que la OLED de 3ª generación de LG Display solo requería que coincidiera con las longitudes de onda de amarillo-verde y azul, la 4ª generación OLED debe alinear las longitudes de onda de rojo, verde y azul. Esto también repercute en una mayor intensidad de color, superior en un 40% a la generación anterior.
El avance en la tecnología OLED marca un punto de inflexión tanto en el diseño de pantallas como en los estándares de la industria. La innovación que ha presentado LG radica en el funcionamiento autónomo de los emisores de luz roja, verde y azul, lo que resulta en una calidad de imagen superior.
Esta nueva configuración de los canales permite una optimización significativa del contraste y amplía el rango dinámico de la imagen y no solo representa un logro técnico notable, sino que también establece nuevos parámetros de excelencia en el sector.
¿Y qué pasa con los problemas de quemado?
Parece que los fabricantes están centrándose en mejorar el nivel de brillo y contraste de los monitores OLED dejando de lado los problemas de quemado. Si bien es cierto que los fabricantes que ofrecen monitores de este tipo utilizan diferentes técnicas para reducirlo, todavía sigue existiendo y es algo que deberían abordar ya de forma conjunta y dejarse de centrarse en mejorar el color y el brillo.