En breve comenzará el mes de agosto y con él llega el final de uno de los servicios más longevos de los últimos años dentro del mercado de los videojuegos. Se trata de ese Xbox Live Gold que Microsoft mantenía vivo y que de cara al mes de septiembre ya habrá pasado a mejor vida. Concretamente, dentro de Xbox Game Pass.
Y uno podía pensar que ya que Xbox Live Gold se despide tras algo más de diez años activo, pues nada mejor que hacerlo por todo lo alto, cogiendo dos titulazos de esos que son incontestables y que nadie puede dudar de su calidad, para que los añadamos a nuestra biblioteca y engordarla de la mejor forma posible para siempre.
Ni en su casa a la hora de comer
Pero no. Microsoft no ha optado por ese camino y ha escogido el de la ignominia, el del escarnio público poniendo dos títulos que seguramente no conozcan ni en su propia casa a la hora de comer, como suele rezar el dicho popular, porque se trata de dos nombres que, así a bote pronto y sin más pistas, nadie ha escuchado antes hablar de ellos.
El primero es Blue Fire, que esencialmente es una aventura que protagonizamos dentro de un mundo conocido como Penumbra y en el que debemos descubrir todos los secretos que esconde, que no serán pocos. Aunque tiene una ambientación muy interesante y un estilo gráfico muy marcado, es un desarrollo de acción bastante clásico donde también hay espacio para resolver pequeños enigmas y puzles. No es un AAA y es de esos juegos que nunca se sabe si caeremos rendidos a él un día que, sin nada que hacer, decidamos instalarlo en nuestra Xbox.
Y ya puestos, el otro lanzamiento es Inertial Drift, del que poco hay que decir salvo que no pretende ser Gran Turismo y, todo hay que decirlo, tampoco le hace falta. En su interior esconde una ambientación desenfadada, inspirada en los clásicos de carreras de los 90 y con un manejo en curvas que es todo un homenaje a los Ridge Racer de recreativas y consolas. Muchos derrapes, música a tope y carreras en las que es posible conseguir recompensas y nuevas piezas para mejorar nuestro coche.
¡Hola Xbox Game Pass Core!
Como ya os hemos contado, a partir de septiembre Xbox Live Gold nos dice adiós para siempre y se transforma en Xbox Game Pass Core que viene a ser la modalidad más básica de la suscripción de Microsoft.
Con ella mantendremos los mismos beneficios del actual sistema que nos facilita el juego online de aquellos desarrollos multiplayer que llegan a Xbox, solo que añadiendo un catálogo seleccionado de unos 20 ó 25 juegos de los que hay en Game Pass. Por lo que siempre tendremos algo a lo que poder echarle unas partidas y que se irá renovando algunos meses con entradas y salidas.
Está por ver que esos lanzamientos se mantengan en nuestra biblioteca mucho tiempo, varios meses, pero en esencia lo que nos permite este Xbox Game Pass Core es disponer de un catálogo a mano para que nadie diga que no tiene nada digno a lo que echarle el guante o para llenar el disco duro de tu Xbox Series X|S.