Desde esta misma madrugada, a las 2:00h., Starfield ya está disponible en España de forma general, tanto para los que han comprado la edición estándar en PC y Xbox como para todos los que cuentan con una suscripción a Xbox Game Pass. Así que si estás con la duda de saber qué te vas a encontrar, aquí queremos darte una pequeña referencia.
El juego de Bethesda salió anticipadamente el pasado viernes día 1 de septiembre. Eso lo sabéis. Cinco días en los que miles de jugadores se han podido dar ya una vuelta por el universo del juego, sus sistemas planetarios y calibrar verdaderamente todo el contenido que trae uno de los aspirantes a GOTY de 2023. Ahora bien, ¿qué es lo que no podemos esperar de Starfield para no caer en el desencanto?
El directo fue clave en el hype
Starfield vagaba por el calendario sin mucha atención, buscando una fecha de lanzamiento en la primera parte del año tras un enésimo retraso que debería haberle llevado a las tiendas el pasado 11 de noviembre de 2022. En ese momento, muchos pensaban que estábamos ante un nuevo fail pero durante el Game Fest de junio ocurrió algo impensable: el directo de más de 40 minutos de Todd Howard mostrando en detalle el título volvió locos a millones de gamers.
A partir de ahí, con el anuncio del gamepad exclusivo, los cascos oficiales y el reloj réplica del que llevamos en el juego, todo el mundo se volvió loco y con cada fotograma de ese gameplay muchos empezaron a imaginar lo inmenso, variado y novedoso que sería. Toda una revolución. ¡Lo nunca visto! Así que si vas con ese pensamiento, vete rebajando las expectativas para no llevarte un chasco.
Y es que Starfield es, sobre todo, un RPG clásico de Bethesda, con todo lo que eso significa de bueno y de malo (también en lo técnico) si lo comparamos con Fallout 3, Fallout 4 o los The Elder Scrolls V Skyrim y The Elder Scrolls IV Oblivion. Y seguramente eso sea decir mucho, porque son grandes nombres, pero es que Starfield no está muy lejos de ellos. Incluso en algunos momento se sitúa por encima.
Bethesda por todas partes
Starfield es un gran juego de exploración, que tiene su argumento con misiones principales que podemos seguir a machamartillo para no perdernos, o ir picoteando cada nueva tarea que ponen ante nosotros. Es ahí donde el juego realmente brilla, porque da igual la opción que cojamos que es capaz de sumergirnos en una epopeya galáctica de dimensiones épicas. El argumento de los fragmentos extraños, ¿extraterrestres?, y los poderes que otorgan, es suficiente excusa como para ir siguiendo el hilo principal hasta descubrir lo que pasa.
Solo le pondríamos un pero a Starfield: por la naturaleza de su mapa, dividido en sistemas solares, planetas y satélites, es complicado ofrecer la imagen de un mundo abierto y gigante que podemos recorrer del tirón, al estilo Skyrim. Aquí, las pantallas de carga son demasiado habituales, todo parece más pequeño, limitado, lo que ofrece una visión de muchos lugares estancos conectados unos con otros. Incluso las maniobras de despegue y aterrizaje en cada planeta son automáticas, no podremos controlarlas para que el juego cargue la siguiente porción de escenario.
Por lo demás, Starfield no es lo que muchos imaginaron en aquel directo del mes de junio. Pero tampoco menos. Es un maravilloso RPG cuya nota no debería bajar nunca de un notable (MUY) alto y ya, según gustos, decidir si alcanza el sobresaliente. Eso sí, recuerda no pedirle peras al olmo. Así podrás convivir con él sin llegar a las manos.