Internet tiene estas cosas, que como si fuera un mar, de repente trae a la orilla nombres que todos teníamos olvidados, pero que cuando los volvemos a escuchar nos entran unas ganas locas de que vuelvan. Y Medal of Honor es uno de esos casos en los que se mezclan las viejas sensaciones por haber vivido junto a sus protagonistas aventuras inolvidables. Tanto en PC como en consolas.
El caso es que en los últimos días se ha producido un runrrún que ha devuelto el nombre de Medal of Honor al presente, y claro, automáticamente ha surgido la pregunta de si podemos esperar alguna novedad dentro de esta franquicia. Total, fue una de las más destacadas en los últimos instantes de la década de los 90 y, especialmente protagonista en la primera década de los 2000.
Tranquilos, Medal of Honor no volverá
Esta saga, creada originalmente por la división de desarrollo de Dreamworks con el amparo de Electronic Arts, nació como una respuesta en el mundo de los videojuegos a la fiebre por la Segunda Guerra Mundial que desató la película de Steven Spielberg de Salvar al Soldado Ryan. Es más, fue el propio director y algunos de sus colaboradores, como Tom Hanks, los que impulsaron que una especie de adaptación llegara a ordenadores y consolas.
Ese enorme impacto que tuvo la franquicia con los primeros títulos (Medal of Honor, MoH Underground y MoH Frontline) para consolas se vio amplificado en el año 2002 cuando llegó a PC la que es, seguramente, la mejor de todas las entregas: Medal of Honor Allied Assault que nos trajo por vez primera un desembarco de Normandía en primera persona que todavía hoy muchos recuerdan con impacto.
Ese sería, seguramente, el momento cumbre de una saga que a partir de ese instante fue repitiendo su fórmula una y otra vez (llevándonos de Europa al Pacífico y vuelta a empezar) hasta 2007, tanto en PC como en consolas, lo que provocó algo que es muy común en este tipo de sagas sobreexplotadas: que fue cayendo progresivamente en el olvido y deparando cifras de ventas cada vez más bajas.
2010, la Odisea dos
Pero Electronic Arts no quería dejar morir a Medal of Honor y en 2010 hizo un movimiento que, seguramente, condenó definitivamente su futuro: el cambio de escenario ya que dejó atrás la Segunda Guerra Mundial y nos llevó hasta Afganistán y el Modern Warfare. ¿Intención? Competir contra Call of Duty –creada por cierto por extrabajadores de Medal of Honor– y su éxito atronador con entregas ambientadas en conflictos modernos asimétricos y con terroristas como enemigos.
El experimento no salió mal del todo, pero muy lejos de lo que era capaz de generar Call of Duty. Es más, solo dos años después, en 2012, llegaba Medal of Honor Warfighter que es, hasta hoy, la última de las entregas realizadas por Electronic Arts. Salvo una excepción, un experimento VR, muy entretenido y que pasó con bastante más pena que gloria, que fue Medal of Honor Above and Beyond.
Así que sí, olvidad que Medal of Honor vaya a volver, al menos de momento, porque el cementerio está lleno de clásicos a los que cuesta más revivir que invertir en ideas novedosas y que puedan venderse como actuales. Por desgracia, Electronic Arts perdió el pulso y la sensibilidad de lo que era un juego de Medal of Honor y no parece que, con la política de lanzamientos que está llevando a cabo, quiera volver a arriesgarse. ¿O tal vez sí? Veremos…