Starfield ya está entre nosotros por lo que ya podemos echar un vistazo al trabajo que ha llevado a cabo Bethesda en la que es una de sus mayores apuestas de todos los tiempos. Ahora bien, como recordaréis, su desarrollo ha estado lleno de sobresaltos y algunas limitaciones que hacen que no rinda del mismo modo en PC que en consolas. ¿Sabes si hay alguna diferencia?
Es evidente que los ecosistemas de PC y consolas son muy diferentes. Mientras en el primero el hardware que tenemos condiciona cómo podremos disfrutar del juego, en el de Xbox Series X no lo es tanto porque no podemos ni mejorarlo ni empeorarlo y vamos a sufrir el mismo rendimiento que cualquier otro gamer con la misma máquina. En uno podemos tocar calidad para obtener rendimiento y en el otro, normalmente, no.
Así se ve el juego en PC y Xbox
El caso es que gracias al lanzamiento de Starfield ya podemos ver, de verdad, cómo rinde el juego en ambos ecosistemas, que es donde vamos a poder disfrutarlo. Y la comparativa dice mucho si contamos con un hardware potente en nuestro ordenador y somos capaces de obtener el máximo rendimiento, por encima incluso de lo que Bethesda ha sabido extraer de la propia Xbox Series X.
Como sabréis, Starfield viene capado de serie en Xbox ya que ha limitado el framerate a solo 30 fotogramas por segundo. Entendemos que en un futuro podremos optar por los deseados 60 y una especie de modo rendimiento que reduzca sensiblemente la calidad general para obtener más frames, pero a día de hoy no es posible conseguirlo. Sin embargo, en PC sí que tenemos esa posibilidad si contamos con un hardware competente o si tocamos en los settings para llegar a esa cantidad en momentos puntuales bajando el nivel gráfico del juego.
¿Y Starfield entre las dos Xbox?
Si la comparativa con PC está más que justificada por ver lo que podemos conseguir del juego, en el caso de hacer ese frente a frente entre Xbox Series X y Xbox Series S las diferencias son mucho mayores. Algo lógico porque no hay comparación posible entre la potencia de cada una, por lo que el resultado que obtenemos con Starfield vuelve a poner sobre la mesa el debate de la utilidad de un modelo más barato que, en teoría, viene de perlas a los que quieran dar el salto a la nueva generación y no gastarse mucho dinero en el intento.
Es obvio que para hacer funcionar Starfield en Xbox Series S se han tenido que condenar ciertos elementos (como si fuera un viejo PC) como la nitidez de algunas texturas, definición y resolución general y, por momentos, la velocidad de fotogramas por segundo pero el resultado es más que interesante aunque, eso sí, suponga un quebradero de cabeza para los estudios, que acaban lastrados por la presencia de una máquina que no va al mismo ritmo de evolución técnica que Xbox Series X.
Sea como fuere, Starfield ya está entre nosotros, cosechando algunas valoraciones en medios que dejan un poco perplejos pero que están bien argumentadas, por lo que toca a los usuarios sumergirnos en este nuevo mundo de Constelación y dar nuestra opinión.
¿Te está gustando Starfield? ¿Lo vas a jugar desde hoy mismo? ¡Cuéntanos!