No hay nada que más nos guste que esperar a que salga un juego de esos que son de los más hypeados y correr a los pocos días a dar noticias grandilocuentes sobre su éxito arrollador. Y con Diablo IV estaba claro que iba a pasar algo así, por lo que ha corrido como la pólvora la idea de que es el desarrollo de Blizzard que más rápidamente ha vendido en toda su historia. Pero dentro de la saga… hay truco.
Y es que Blizzard no es de esas compañías que no sepan vivir con el éxito. Lo ha hecho prácticamente desde Warcraft II, cuando se convirtió en toda una fiebre multijugador allá por la segunda mitad de la década de los 90. Luego vinieron los StarCraft, Diablo, World of Warcraft, etc. El caso es que parece ser que esta cuarta entrega de su ARPG más conocido ha logrado cifras récord de ventas en apenas 24 horas que lleva a la venta.
Eso sí, hay que tener en cuenta que Blizzard se mueve como pez en el agua con las reservas, que llevan abiertas muchos meses, por lo que no podemos decir que todo tengamos que asignarlo a la fecha de lanzamiento: no parece que haya habido aglomeraciones para hacerse con Diablo IV porque muchas de las alternativas se han despachado a través de Battle.net y las propias stores de PlayStation y Xbox.
¿Dónde está el truco?
Lo primero que hay que decir es que a Diablo IV le han colocado la coletilla de ser «el juego que más rápidamente ha vendido en la historia de Blizzard», lo que no significa que vaya a ser el que más logre vender cuando se sume todo el acumulado de los años que le quedan por vivir. Por lo que viene a decirnos que en cantidades netas de unidades, ha superado a todos los lanzamientos que han llevado a cabo los de Irvine en las primeras horas.
Pero claro, Diablo IV estaba jugando con mucha ventaja, porque ha sido de los pocos –por no decir que el único salvo Overwatch, que era una IP nueva– que ha llegado a las tiendas en cinco formatos masivos a la vez: PC, donde ya es habitual que Blizzard trabaje este tipo de franquicias, PS4, PS5, Xbox One y Xbox Series X|S. Por lo que es lógico que sumando esas plataformas nos den como resultado un número de unidades de lanzamiento vendidas mucho más altas. Concretamente, más de tres millones, que son las que llevaban acumuladas hasta hace unas pocas horas. En el caso de Diablo III, por ejemplo, llegó un 15 de mayo de 2012 a ordenadores y en consolas no lo hizo hasta un año más tarde, por lo que esas cantidades tenía complicado alcanzarlas tan rápido.
Es eviente que Blizzard es de las compañías que cuentan sus lanzamientos por decenas de millones de unidades vendidas y que, además, alimentan su comunidad con temporadas competitivas, recompensas y tiendas donde podemos gastar dinero real, lo que engorda todavía más las arcas de los norteamricanos. Aun así, supone un hito que una franquicia tan pecera haya conseguido abrirse camino dentro de un mercado donde muchas veces parece que si te sales de ciertos géneros y convenciones no hay posibilidades de éxito.
Y con Diablo IV queda claro que esto no es así. Afortunadamente.