Cuando nos vamos de vacaciones y tenemos que coger un avión o un tren AVE, debes pasar controles de seguridad. Incluso, al entrar en ciertos organismos como los ministerios o los juzgados, se debe pasar por un escáner de rayos X por seguridad. Debes dejar tus pertenencias en una bandeja, incluido el smartphone, que pasará por esa maquina, pero, ¿se pueden estropear los dispositivos electrónicos al pasar por los rayos X?
Seguro que has escuchado o te ha pasado, que tu tarjeta de crédito o de transporte se ha desmagnetizado por las simples ondas de hasta un móvil. Entonces, imagínate las que puede tener una máquina como la que utilizan en los aeropuertos para escanear lo que llevamos en el interior de la mochila… y claro, somos muchos los que llevamos un portátil o una tablet cuando viajamos en avión y nos vemos obligados a someter los dispositivos al control de rayos X.
Los rayos X y equipos electrónicos
Al llegar a uno de estos controles, nos hacen dejar nuestro ordenador, móvil, smartwatch y demás dispositivos en una bandeja que pasa por un escáner de rayos X sin ningún tipo de protección. Es una practica habitual que tenemos asumida y a la que, normalmente, no damos más importancia.
Lo primero que tenemos que saber es qué son este tipo de ondas y a quiénes afectan.
Los rayos X son una forma de radiación ionizante. Esto significa que los fotones que componen estos rayos tienen la energía necesaria para liberar electrones de los átomos y generar iones positivos. Esta capacidad de ionización puede causar daño en los tejidos biológicos cuando se expone a dosis altas. Sin embargo, es importante tener en cuenta que los dispositivos electrónicos no están compuestos de células y, por lo tanto, no se ven afectados de la misma manera que las personas.
Es decir, según esto, nuestros equipos están a salvo de cualquier radiación por fuerte que sea debido a que no comparten los materiales a los que perjudican estas ondas, ¿no?.
Bueno, no del todo. Ya que las unidades de almacenamiento como pendrives, SSD o tarjetas SD podrían verse afectados si son expuestos a ciertos niveles de radiación debido a que representan por medio de valores binarios la información.
Es decir, que, teóricamente, los rayos X de alta intensidad podrían alterar el valor almacenado en una celda y provocar la perdida de información o corrupción de datos. Al darse una corrupción, podríamos perder algún dato importante. Podría darse el caso de dañarse una celda que contenga parte de un archivo y, por consiguiente, este se pierda. Incluso, la celda podría modificar estar relacionada con el sistema operativo y esto hacer que el ordenador no arranque.
Aunque esto es bastante improbable y muy raro de ver, no quiere decir que no pueda ocurrir. Debemos tener en cuenta que los dispositivos electrónicos carecen de células vivas que puedan ser afectados por la radiación. Pese a todo existe la posibilidad de daños o algún otro tipo de problema con nuestros dispositivos electrónicos.
¿Puede dañar los AirTag o las tarjetas de crédito?
Puede que tengas algún AirTag de Apple o dispositivo similar para rastrear tu maleta. Seguramente no quieras que tu maleta termine en Argentina y tu en Estados Unidos. Pues bien, el AirTag no debería sufrir daños, al igual que el smartphone, tablet o portátil. Es más, sería más probable que terminara roto por algún golpe a tu maleta que por haber sido sometido a rayos X.
Respecto a tarjetas de crédito, de transporte u otro tipo, puedes estar tranquilo. Los rayos X en estos casos no afectarán en lo más mínimo a estos elementos. Otra cosa son las ondas más pequeñas, como puedan ser las del móvil o el NFC, que podrían afectarlas y así perder toda la información.
Como recomendación ya sabéis lo que os voy a decir. Tener siempre una copia de seguridad en la nube o en vuestra casa por si algo de esto pasase, pero de todas formas no tengáis miedo, es como pensar que el avión se va a caer, puede ocurrir, pero no es lo normal. Simplemente, os damos el dato de que la posibilidad existe, no es inocuo para nuestros equipos como mucha gente cree.
Ahora ya puede irte de viaje tranquilo (o no), y acordarte de mí cuando estés pasando tus dispositivos por el control de rayos. Seguro que piensas que nunca te toca nada y te va a pasar a ti, pero ya verás como no.