Cualquier época del año es buena para comprar un nuevo PC, especialmente cuando se trata de alguna celebración importante como el Black Friday, las navidades, el Prime Day o cualquier otra fecha. Y, a la hora de comprar un equipo pre montado o un portátil, muchas veces tiramos hacia unas especificaciones técnicas atractivas al menor precio posible para intentar no gastar de más, algo de lo que generalmente nos arrepentimos más tarde. El fabricante MEDION es un claro ejemplo de ello, y en este artículo os vamos a explicar por qué.
Fundada en 1989, MEDION es uno de los fabricantes más conocidos de la industria del PC, y desde siempre se ha caracterizado por ofrecer equipos atractivos visualmente y con unas especificaciones técnicas muy llamativas, pero con una calidad bastante baja que, casi siempre, termina dando problemas antes o después. Nadie regala nada, y si un equipo es más barato que otro similar de fabricantes más conocidos, debemos saber que no estamos pagando solo por una marca, estamos pagando por algo más.
¿Tan importante es la calidad de los equipos?
La mayoría de los usuarios optan por adquirir sistemas pre configurados que cuadren con su presupuesto. Suelen mirar las especificaciones y que el procesador, tarjeta gráfica, capacidad del SSD y cantidad de RAM cuadre con las recomendaciones generales. No suelen investigar mucho más al respecto, lo cual puede llevar a adquirir sistemas poco interesantes.
Como dice un eslogan publicitario, «la potencia sin control no sirve de nada». De poco te sirve tener un PC gaming equipado con un Core i9 con una cantidad absurda de memoria RAM y un SSD de gran capacidad si luego le han instalado una fuente OEM de ínfima calidad, un disipador incapaz de mantener el procesador a buena temperatura o un SSD haciendo thermal throttling constantemente.
MEDION es uno de esos fabricantes que utiliza técnicas de marketing para llamar la atención, ofreciendo equipos con procesadores de alta gama. Luego te encuentras con configuraciones de memoria RAM en configuración single channel con módulos impares. Además, muchos OEM llevan fuentes de alimentación genéricas que cubren por los pelos la demanda energética.
Además, suelen llevar tarjetas gráficas con disipadores escuetos que apenas logran disipar el calor. Muchos vienen empaquetados en cajas llamativas con bastante RGB. Estas cajas suelen tener un mal flujo de aire interno, haciendo efecto horno en su interior. Además, los ventiladores en muchos casos son extremadamente ruidosos, haciendo incómodo el uso del equipo.
Presentan más problemas estos ordenadores OEM. Es habitual que utilicen placas base y fuentes de alimentación de formatos no estandarizados. Ante cualquier problema, deberás recurrir al fabricante o buscarte la vida conforme puedas. Será imposible encontrar repuestos, ya que los ordenadores utilizan placas base de formato estándar. Algo que tampoco podrás hacer, es ampliar o mejorar las capacidades del sistema por usar componentes de diseño no estándar.
La calidad de un PC, ya sea sobremesa o portátil, no consiste tan solo en escoger un hardware relativamente potente, sino que este hardware funcione en armonía con el resto de componentes, que el equipo sea silencioso, duradero y capaz de entregarte todo su rendimiento durante todo su tiempo de vida útil. Por lo tanto, y respondiendo a la pregunta del título, sí, la calidad de los equipos es tan importante como sus especificaciones técnicas.
El ejemplo de que lo barato sale caro
Tal y como ya mencionamos antes, si estabas pensando en comprar un PC de sobremesa o portátil de MEDION, quizá deberías pensártelo dos veces, ya que este fabricante es el vivo ejemplo de los que llaman la atención con unas buenas especificaciones técnicas, pero que escatiman en demasía en la calidad de los equipos.
Por ejemplo, en la imagen de arriba podéis ver un equipo MEDION Akoya con el lateral abierto, y salta a la vista el desastre que podemos encontrar:
- Fuente de alimentación de marca FSP de Tier 5 (prácticamente la peor calidad que puedes encontrar, son fuentes baratas y en absoluto fiables).
- Cableado sin enrutar, atravesando todo el interior y entorpeciendo el flujo de aire de la caja, además de quedar muy mal estéticamente hablando.
- Disipador OEM para el procesador, enclaustrado hacia la rejilla del lateral. Esto provoca que el ventilador absorba aire fresco del exterior, pero ese aire se queda embolsado en el interior de la caja porque el disipador es de tipo concha, produciendo bolsas de aire caliente y entorpeciendo el funcionamiento del resto de componentes. Si te parece que el ordenador empieza a hacer demasiado ruido a los dos meses de comprarlo, ya sabes por qué es.
- Caja metálica de mala calidad que, de hecho, tiene la fuente de alimentación en la zona superior absorbiendo el aire caliente de dentro del PC, en lugar de aire fresco de la zona exterior. Un desastre.
- Placa base de formato personalizado (si se te estropea, no podrás comprar otra ATX estándar y aprovechar el equipo), con solo dos zócalos de RAM (no ampliable). Solo un puerto PCIe x16. A saber si tiene puertos M.2 o cuántos SATA.
- Memoria RAM OEM con velocidades JEDEC y sin disipador.
- Ni siquiera tiene un ventilador trasero para sacar fuera el aire caliente.
Este equipo bien podría tener unas especificaciones técnicas muy atractivas, especialmente en cuanto al procesador, pero como podéis apreciar el resto de características dejan mucho que desear y eso hace que en muy poco tiempo el PC se vuelva ruidoso y pierda rendimiento. A veces lo barato sale caro, y este es un ejemplo de ello.
El mismo caso que nos encontramos en un PC de sobremesa, también nos lo vamos a encontrar en un ordenador portátil, pero con el problema agravándose al máximo, ya que, mientras que ampliar o reemplazar alguno de los componentes de nuestro PC de sobremesa es más sencillo (no en los MEDION) en un portátil, donde las opciones son más limitadas, es prácticamente tarea imposible por lo que si queremos ampliarlo o pensamos hacerlo en un futuro, puede que no sea posible y nos quedemos con un bonito pisapapeles.
Por lo tanto, y en resumen, no te recomendamos comprar un PC OEM salvo aquellos de buena calidad o los que montan algunas tiendas como PcComponentes, que los montan a mano y seleccionando cuidadosamente los componentes. Generalmente, los PC premontados, salvo algunas series orientadas al gaming, dejan bastante que desear al final. Si quieres que tu equipo te dure muchos años y no tener ningún problema a la hora de reemplazar sus componentes o ampliarlos, es recomendable pagar un poco más.
En general todos los ordenadores OEM suelen utilizar piezas que no tienen una calidad demasiado alta, pero además de esto también debemos tener en cuenta la propia página o tienda donde los compramos, ya que una práctica que ha conseguido enfurecer a muchos usuarios es el hecho de utilizar piezas reacondicionadas para este tipo de ordenadores. Y es que en estas ocasiones, los vendedores pueden llegar a aprovecharse del desconocimiento que puede tener una persona que compra este tipo de PC para aprovechar y sacar el mayor beneficio posible.
Esto no suele ser lo común en las tiendas especializadas, pero si encontramos alguno que resulte extremadamente barato y que cuenta con unas piezas que podemos pensar que tienen una calidad excepcional podríamos encontrarnos frente a esta situación, lo que sería un problema para nosotros debido a que no sabemos el motivo por el que estos componentes han sido reparados o si su durabilidad va a ser la que esperamos.