Las tarjetas M.2 se utilizan para el almacenamiento en forma de unidades SSD, pero realmente se pueden utilizar para otro tipo de hardware de expansión. ¿Es posible que en un futuro veamos tarjetas de este tipo que lleven una capturadora, una tarjeta de sonido o una expansión de E/S en forma de nuevos puertos? Las posibilidades de las tarjetas M.2 son amplias.
Una cosa que nos preguntamos es por qué no aparecen tarjetas de expansión haciendo uso del formato M.2 cuando realmente no necesitan el tamaño de toda una tarjeta PCIe, ya que desaprovechan todo el espacio de estas últimas. Es por ello que creemos que en un futuro no muy lejano vamos a empezar a ver tarjetas de expansión en forma M.2 no dedicadas a albergar unidades SSD.
Posibilidades de expansión de las tarjetas M.2
Las tarjetas M.2 no son más que un tipo de tarjeta de expansión con una serie de tamaños concretos, todas ellas de 22 mm de ancho y de largo variable. Hasta el momento se han utilizado para la creación de unidades SSD, pero no deja de ser un tipo de PCB, por lo que podemos instalar cualquier tipo de hardware en ellos, lo que le da a las tarjetas M.2 una enorme cantidad de posibilidades que aún no han sido explotados.
La forma en la que las tarjetas M.2 se comunican es a través de una interfaz PCI Express o una interfaz SATA, la segunda no tardara en desaparecer, pero la primera es suficiente para crear hardware de expansión de pequeño tamaño de todo tipo. Pero no en el primer caso, por ejemplo tenemos tarjetas de sonido que utilizan interfaces PCI Express de 1 a 4 vías solamente o por ejemplo las capturadoras de video, los cuales son hardware que no necesitan una interfaz de comunicación más grande que ese, el cual ya se encuentra disponible para las unidades SSD PCIe.
Es por ello que un futuro en el que por ejemplo nuestra siguiente tarjeta de sonido profesional no se conecte en un slot PCI convencional, sino en los slots M.2 no debería parecernos una locura, especialmente si tenemos en cuenta que cada vez hay más gente que utiliza ordenadores portátiles o prefiere sistemas AiO para trabajar, en los cuales es imposible instalar una tarjeta PCI Express tradicional, pero que traen varios slots M.2.
¿Tenemos algún ejemplo de ello?
Pues sí, hace unos meses AsRock presento una tarjeta M.2 que no era para almacenamiento, sino que era una pequeña tarjeta de video que añade una interfaz VGA para poder conectar pantallas que aún soportan este formato, no se trata de algo sumamente complejo, pero es un ejemplo claro de que las tarjetas M.2 no solamente puede servir para el almacenamiento masivo sino también como puerto de expansión.
Ahora bien, el problema viene con las tarjetas gráficas, estas son demasiado complejas y necesitan interfaces de comunicación demasiado anchas como para caber en una tarjeta M.2 y aunque consiguiéramos hacer una GPU de dicho tamaño nos encontraríamos con un problema y es que esta no tendría la potencia suficiente para ser viable, a no ser que estemos hablando de una GPU de muy bajo rendimiento y a estas alturas estas ya se incluyen dentro del propio procesador por lo que sería una redundancia inútil.
Recientemente ha salido la noticia de que han conseguido conectar una tarjeta NVIDIA RTX 3090 a través del slot para tarjetas M.2, pero esto no significa una RTX 3090 en una tarjeta M.2. Más que nada porque los chips de la RTX 3090 no cabrían en una tarjeta M.2 de ningún tamaño.
Lo que sí que abre esto son nuevas posibilidades de cara a utilizar una tarjeta M.2 con un acelerador que otorgue la interfaz para comunicar una GPU externa de manera eficiente en un portátil o un AiO. Pero especialmente van a ser otro tipo de hardware, especialmente los que a día de hoy utilizan interfaces de comunicación PCI Express entre 1 y 4 vías, como pueden ser tarjetas de sonido, capturadoras y diferentes tipos de hardware de expansión par nuestros PC.