Aunque no lo parezca, lo más importante de una CPU no está, como la mayor parte de la gente cree, en su diseño vertical u horizontal. Hay un factor diferenciador más importante y que por otro lado sí que va a marcar el rendimiento de las aletas y su I+D. Hablamos del tan controvertido uso del cold plate o de la tecnología direct touch mediante heat pipes, en la cual se basan todos los disipadores que hay en el mercado desde hace algunos años. ¿Cuál es mejor?
Hay que comprender algo básico antes de seguir avanzando y no es más que cómo trabajan los IHS de la CPU. Estas son las placas de metal que llevan la serigrafía de Intel y AMD, donde su función es doble: proteger el die o dies y sobre todo transmitir el calor de estos al disipador. Por lo tanto, dicho disipador estará en contacto con esta pieza de cobre con baño de níquel y por ende, es el primer escollo a tratar.
La deformación del IHS y cómo superarla para mejorar el contacto
Aunque pensemos en un IHS como una pieza de metal recta y perfecta, la realidad es totalmente la opuesta. Dado que las CPU vienen soldadas actualmente entre sus dies y dicho IHS, esta placa se deforma hacia el centro en apenas unas micras, por lo que en cuanto a altura un procesador siempre tendrá mayor distancia en sus esquinas que en el centro del mismo.
Esto hace que a la hora de diseñar los disipadores las compañías tengan que tenerlo en cuenta, y aquí viene todo el problema. Las dos maneras de hacer contacto entre el disipador y el IHS son las ya nombradas direct touch y cold plate, así que las explicaremos muy brevemente.
Direct touch se basa en permitir que los heat pipes del disipador toquen directamente con el IHS, en cambio, cold plate es una pieza de cobre que normalmente es perfectamente plana y que en su parte superior toca mediante soldadura los heat pipes, transmitiéndoles el calor de la CPU.
¿Cuál de los dos tipos de disipador es mejor para CPU?
Los heat pipes cuentan con la ventaja de no tener intermediarios, ya que su contacto al ser directo hace que el calor se transmita directamente al tubo y este comience a cambiar el estado del líquido interior a gas para comenzar con la refrigeración. Pero esto enfrenta dos problemas:
- Imperfecciones y huecos en la superficie total.
- Imposibilidad de hacer una curvatura perfecta en la superficie total.
Hay que especificar también a que nos referimos con superficie total, y no es más que al conjunto del área total de disipación de cada modelo. Si se usa más heat pipes o más gruesos habrá más superficie total y será más complicado hacerla perfecta.
La teoría nos dice que si el IHS no es perfectamente plano, los heatpipes o el cold plate tienen que tomar una forma no plana para ajustarse en su medida. Normalmente los IHS están saliendo cóncavos, por lo que los dos métodos de contacto deben ser convexos para paliar el error.
Esto es realmente complicado de conseguir si lo que tienes que cortar son 2, 3, 4 o 6 heat pipes más la superficie que los suelda, por lo que se suele optar por un corte recto con pulido. Pero en el caso del cold plate al ser una pieza maciza sobre la que luego encima se le sueldan los heat pipes, esta forma es más sencilla realizarla con CNC por ejemplo, ya que no se corre el riesgo de partir soldadura o romper uno de los tubos.
Además, un cold plate puede conseguir una superficie más «pura» con menos imperfecciones al ser una pieza y no un cúmulo de ellas, por lo que normalmente suele obtener mejor rendimiento general. Es por ello que todos los disipadores de gama alta o extrema usan este sistema, mientras que direct touch se queda más para la gama media o de entrada, donde además es más barato de fabricar.