Desde hace algún tiempo, estamos tan acostumbrados a los SSD en formato M.2 que los SSD SATA ya pasan casi desapercibidos. Sin embargo, es posible que hayas decidido actualizar tu PC con nuevo hardware pero que quieras mantener tu ya antiguo SSD SATA 3 en formato de 2.5″, que tampoco sería tan extraño… sin embargo, podrías toparte con algunas dificultades, y en este artículo te vamos a contar cuáles y cómo solucionarlas.
Actualmente, el precio de los SSD nos ha permitido pegar fácilmente el salto a las nuevas tecnologías, con SSD PCIe en formato M.2 de grandes capacidades y velocidades a precios razonables. Sin embargo, tampoco es extraño querer actualizar tu PC a una plataforma más moderna pero mantener tu SSD SATA si este te funciona perfectamente, ¿verdad?
Nuevo PC con SSD SATA 3: una historia real
Si estamos escribiendo estas líneas es porque justamente este pasado fin de semana vivimos esta misma situación: un amigo quería actualizar su viejo PC (era un Core i5-6600K) a un hardware más moderno, y aprovechó las ofertas del Black Friday para hacerse con una nueva plataforma. El hecho es que él tenía un SSD SATA 3 de 4 TB y quería conservarlo, más todavía, no tenía ninguna intención de comprar un SSD M.2 y la intención era seguir usándolo como unidad de almacenamiento principal del sistema.
Vale, estamos de acuerdo en que quizá debería haberse estirado un poco más y haber aprovechado para actualizar también el SSD, pero cuando vas justo de dinero y prefieres invertir en un mejor procesador (por ejemplo), pues es lo que hay. De todos modos, un SSD SATA 3 de 4 TB no es como para desecharlo a las bravas, y aunque fuera como almacenamiento secundario habría estado genial conservarlo.
Así pues, para la actualización del PC de mi amigo se cambió la placa base por una ASUS Z690, el procesador por un Core i9-12900K, la memoria RAM (un kit de 32 GB DDR5 a 6000 MHz) y el disipador, conservando la unidad de almacenamiento ya mencionada, la caja, la fuente de alimentación y la gráfica. Una actualización de plataforma en toda regla.
Y llegaron los problemas
Tras cambiar los componentes y encender el PC, llegó el primer problema: aunque la unidad SSD se detectaba en la BIOS, el sistema no era capaz de encontrar una unidad de arranque incluso aunque estaba Windows 11 instalado en el propio SSD. Lo primero que hicimos, ya que la placa base no era nueva sino que había estado siendo utilizada anteriormente, fue restaurar los valores de fábrica en la BIOS para evitar posibles problemas de configuración, pero con eso no conseguimos que el problema se solucionara.
Así pues, lo primero que hicimos fue ir al menú Advanced -> PCH Storage Configuration y ahí habilitar todos los puertos SATA 3 de la placa base.
También en el menú Boot vimos que no nos daba la opción de elegir secuencia de arranque (precisamente porque no se estaba detectando un dispositivo desde el que poder arrancar). Así que en este menú Boot lo que hicimos fue acceder a CSM (Compatibility Support Module) y ahí activar el modo Legacy, para que se tuvieran en cuenta dispositivos antiguos.
Después de hacer estos cambios y reiniciar, el sistema arrancó perfectamente Windows 11 desde el SSD SATA. Todo funcionaba perfectamente, pero claro, como habíamos cambiado de placa base era necesario instalar algunos controladores, así que instalamos ASUS Armoury Crate y dejamos que instalara todo lo necesario de forma automática… error, porque tras hacerlo y reiniciar volvimos a tener el mismísimo problema y el PC no arrancaba.
Tras darle muchas vueltas, nos dimos cuenta que el software había habilitado por defecto la tecnología Intel Rapid Storage Technology. Por lo que parece este era el problema, puesto que tras deshabilitarla en la BIOS, de nuevo el PC arrancó a la primera y funcionó sin ningún problema.
Así pues, si renováis el hardware de vuestro PC pero queréis mantener un SSD SATA como almacenamiento para el sistema, ya sabéis que dos cosas tenéis que hacer para evitar problemas y que el equipo os funcione bien. Como hemos dicho antes, esto ha sido por experiencia propia, así que esperamos que le pueda servir a alguien de ayuda si se da el caso.