Monitores gaming 8K: ¿puede el hardware actual trabajar con ellos?
Recientemente se han hecho públicas las especificaciones que deberán de seguir las nuevas televisiones con resolución 8K. Y, aunque en la actualidad ya hay algunos monitores que son capaces de alcanzar esta resolución, jugar con esta resolución está a años luz de ser posible con los ordenadores actuales. Pero, sobre todo, no va a merecer la pena en los tamaños de monitores que solemos tener en nuestros escritorios.
A partir del próximo día 1 de enero del 2020, los fabricantes de televisores ya podrán incorporar la pegatina que los certifica como modelos capaces de reproducir contenidos en resolución 8K. Siempre y cuando, cumplan con los siguientes requisitos:
- La pantalla ha de ser capaz de representar 7680 x 4320 píxeles.
- Las tasas de refresco de las pantallas serán de 24, 30 o 60 Hz.
- El brillo mínimo de la pantalla será de 600 cd/m².
- El CODEC que deberán de soportar es el HEVC (h.265).
- Deberán de tener un conector HDMI 2.1.
- La pantalla debe de ser capaz de representar color de 10 bits y HDR.
- El televisor debe de soportar el estándar HDCP 2.2.
Sin embargo, como hemos comentado, estas especificaciones son solamente para los televisores. Porque, para los monitores de ordenador, a estas alturas todavía no se ha determinado siquiera una especificación. Cierto es que, la gran mayoría de tarjetas gráficas que hay actualmente en posesión de los usuarios, no son capaces de alcanzar una resolución tan elevada. Por ejemplo, las tarjetas gráficas de NVIDIA con los núcleos Pascal y Turing sí son capaces de alcanzar esta resolución. Pero los modelos de las generaciones anteriores, no.
Si la resolución 4K no ha acabado de cuajar en los juegos, es absurdo plantearse el 8K
Aunque los monitores con resolución 4K llevan ya bastantes años en las manos de los usuarios, no son muchos los que son capaces de mover juegos a esas resoluciones. Generalmente, para poder mover los juegos, es necesario tener tarjetas gráficas bastante potentes. Especialmente si queremos usar un nivel de detalle elevado a la hora de jugar. Estamos hablando de tarjetas gráficas tan potentes (y caras) como las NVIDIA GeForce RTX 2070 SUPER y en adelante. O las AMD Radeon RX 5700 XT.
Si estas tarjetas gráficas ya tienen ciertos problemas para alcanzar con fluidez los 60 FPS en los juegos a resolución 4K ¿qué sucederá cuando se cuadruplique la resolución de la pantalla? Pues que, con toda probabilidad, la tasa de FPS bajará bastante. Y, sinceramente, jugar a 15 o 20 FPS, como si estuviéramos haciéndolo en una consola, nunca será plato de buen gusto para un gamer que se lo tome en serio. No digamos ya, para aquellos que se dediquen a la competición de alto nivel. Y, especialmente, los usuarios profesionales que necesitan tasas de refresco muy altas en sus pantallas.
El escalado y el tamaño de los monitores, dos factores limitantes para el 8K
Por otro lado, habría también que considerar el re escalado que habría que hacer en las pantallas con resolución 8K. Si la resolución 4K en los monitores de tamaño de 27 pulgadas o incluso inferiores hacen necesario que se escale tanto texto como iconos bastante, no digamos ya lo que sucedería con 8K.
No, ahora mismo la resolución 8K está bien para los televisores de más de 50 pulgadas que se están popularizando ahora. Pero, dado que el tamaño de nuestros monitores no puede crecer mucho más allá del tamaño de nuestros escritorios, este está bastante limitado en lo que puede crecer. Así que es bastante poco probable que se implanten monitores gaming con resolución 8K en un breve espacio de tiempo.